Bolsa, mercados y cotizaciones

Repóker de ases: la culminación de la gran fiesta alcista

  • Espero que el Russell 2000 también entre en 'subida libre absoluta'
  • En ese momento tendríamos en Wall Street un auténtico repóker de ases: todos los grandes índices en subida libre absoluta.
  • Seguimos inmersos en una gran fiesta alcista, y no soy bajista. Eso debe quedar claro, pero hay que disfrutar del viaje desde una visión operativa responsable
El repóker de ases vendrá cuando todos los grandes índices entren en subida libre absoluta
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Houston, tenemos un problema. Todo iba bien, pero algo salió mal. Esta frase célebre de Apolo 13 podría ser hoy la metáfora más exacta para describir el momento que atraviesan las bolsas mundiales. El cohete despega impecable, la misión avanza con precisión milimétrica, el mercado norteamericano está en plena subida libre absoluta, o como suelo decirlo coloquialmente, en modo cohete, con el Nasdaq 100 y el S&P 500 conquistando nuevos máximos históricos cada semana. Y todo parece perfecto, pero incluso las trayectorias más brillantes pueden verse trasplantadas.

Con esta imagen quiero expresar que no soy bajista, ni mucho menos. Al contrario: Wall Street sigue siendo la gran referencia de esta tendencia alcista impecable, y no veo síntomas de deterioro profundo. De hecho, si no soy todavía más alcista es simplemente porque espero que el Russell 2000, que agrupa a las pequeñas y medianas compañías norteamericanas, también entre en subida libre absoluta.

Solo le falta un último tramo al alza, de un 10% adicional, que lo llevaría a batir los máximos de 2021 y 2024 en los 2.480 puntos. En ese momento tendríamos en Wall Street un auténtico repóker de ases: todos los grandes índices en subida libre absoluta. Esa sería la culminación de la gran fiesta alcista, la foto perfecta, que invitaría a disfrutarla con serenidad mientras esperamos pacientemente el próximo susto de mercado. Solo entonces, cuando llegue ese ajuste inevitable, será cuando aumentemos nuestra exposición a bolsa con convicción.

Análisis técnico estratégico del Russell 2000
Análisis técnico estratégico del Russell 2000

Mientras tanto, disfruto viendo cómo valores especialmente disruptivos, esos que he plantado como semillas en la cartera de mis hijos, se elevan sin prisa pero sin pausa, como lo están haciendo Rocket Lab, AST SpaceMobile, IonQ, Quantumscape o recientes joyas como ASP Isotopes, Longeveron o Serve Robotics. Una cartera pensada a 20-25 años vista, donde la filosofía es clara: plantar 100 semillas y observar con paciencia cuáles germinan. Solo cuando una semilla demuestra que tiene futuro merece nuestra agua, nuestro cuidado, nuestro seguimiento.

No malgastaremos energía en aquellas que no prosperen, porque esto no va de correr, sino de seleccionar con serenidad, buscando que de esas cien semillas acabemos teniendo en nuestro jardín varios árboles ornamentales. Como ya les dije cuando comencé ahora hace un año esa aventura, estoy seguro que mis hijos se acordarán para bien o para mal de su padre dentro de 25 años... Y, por qué no, si no es para sus hijos, bien podría ser una idea para sus nietos.

Y mientras observo este espectáculo alcista, no puedo evitar recordar una frase atribuida a Bernard Baruch, el legendario inversor estadounidense: "No intentes comprar en el mínimo ni vender en el máximo. Eso solo lo consiguen los mentirosos". No se trata de predecir el punto exacto, sino de respetar el mercado, saber esperar y actuar cuando la ecuación rentabilidad-riesgo resulta atractiva.

Análisis técnico estratégico del Nasdaq 100
Análisis técnico estratégico del Nasdaq 100

En Europa, la situación es más pausada. Llevamos dos meses atrapados en un rango lateral cuya base se encuentra en los 5.190 puntos del EuroStoxx 50 y en los 13.700 puntos del Ibex 35. Mientras no se pierdan esos soportes clave, no podemos descartar que también aquí pueda verse un último estallido alcista, un movimiento que podría confundir a muchos e invitar a pensar que empieza algo grande, cuando quizá solo sea otra traca final, una réplica europea del exceso de confianza que vemos en Wall Street. Por tanto, en Europa también soy partidario, haya o no una traca final, de esperar a que haya un susto antes de volver a comprar con fuerza.

Resumiendo, el mensaje es claro: en Wall Street seguimos inmersos en una gran fiesta alcista, y no soy bajista. Eso debe quedar claro. Disfruto del viaje, pero desde una visión operativa responsable. Mantenemos exposición reducida tras haberla ajustado semanas atrás, conscientes de que en cualquier baile conviene saber cuándo abandonar la pista, antes de que solo queden los borrachos y la resaca. Esperamos pacientemente a que llegue otro susto de mercado, que llegará, esa pequeña avería en la nave que sirva para reconfigurar la ecuación rentabilidad-riesgo y nos permita volver a comprar con convicción.

Porque, como enseñó la misión Apolo 13, la habilidad para corregir a tiempo es lo que permite culminar la misión con éxito.

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