LAS 5 PROFESIONES QUE TE HARÁN TENER TRABAJO EN 2020

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El mercado de trabajo como lo conocemos en la actualidad está transformándose y en continua evolución, no hay discusión al respecto. Las nuevas tecnologías, la inmediatez que nos proporcionan las redes sociales y los medios de comunicación, la conectividad mundial y el progreso hacia el futuro, entre otros muchos factores, están provocando que la manera de interrelacionarnos cambie. Esto hará que sea necesario desarrollar nuevas habilidades para seguir adaptándonos a este vertiginoso cambio. Estudios de la Universidad de Oxford afirman que el 47% del empleo actual desaparecerá en los próximos 10 años. Asimismo cerca del 90% de las profesiones que sobrevivan sufrirán alguna modificación y tendrán que incorporar diferentes y nuevas competencias profesionales. Pero también llegarán nuevas y desconocidas oportunidades para quienes apuesten por renovarse y liderar esta mutación laboral, como indica la experta en inno-liderazgo y transformación digital Silvia Leal en este reciente artículo. “No importa cuál sea nuestro presente o pasado, la clave es apostar por sumarse al futuroSeñala esta Doctora en Sociología, autora del libro e-renovarse o morir y reconocida como una de las diez expertas más influyentes de España. Silvia, muchas gracias por tu amabilidad y disposición de colaboración dando tu experto testimonio en este artículo.

Hemos seleccionado 5 profesiones que sin duda van a generar una gran demanda de empleo en los próximos años:

1. ANALISTAS Y PROGRAMADORES DE INTERNET DE LAS COSAS (IoT) 

Los números que rodean al sector del Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) lo muestran con claridad: esta tecnología, que en 2014 ocupaba a 300.000 profesionales especializados, necesitará multiplicar por 15 su fuerza laboral para el año 2020, según las proyecciones de Vision Mobile recogidas por la Universidad de Richmond. Cualquier cosa es susceptible de tener un sensor que nos aporte datos o nos permita interactuar con ella, todo se puede monitorizar. Y sobre esa máxima van a construirse las ciudades y los hogares del futuro. Las estimaciones indican que se van a necesitar profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica, que sean capaces de sacar partido a la llegada de estas nuevas tecnologías. Serán trabajadores formados en ingeniería informática, pero también del resto de las ingenierías con amplios conocimientos de programación, sobre el IoT y, por supuesto, del famoso big data.

2. ARQUITECTO DE NUEVAS REALIDADES

Se espera que la realidad aumentada traiga consigo 110.000 millones de euros en 2020, según los pronósticos de la consultora especializada Digi-Capital frente a los 4.500 millones que se prevén para el 2016. En 2020 la realidad virtual generará más de 25.000 millones en empleos relacionados con ámbitos militares, educativos y empresariales. Por todo ello, necesitamos personas con conocimiento de desarrollo de videojuegos, sociología y psicología. Su formación debe incluir programación, gamificación, realidad virtual y aumentada, complementados con nociones de humanidades.

3. DISEÑADOR DE ÓRGANOS

En torno a 70.000 personas están en lista de espera en Europa para un trasplante, según la Comisión Europea, y, desafortunadamente, muchas mueren antes de llegar a recibirlo. Sin embargo, ya se está utilizando la impresión 3D para los órganos sencillos (como las vejigas) y pronto será posible realizar los más complejos. Se demandarán sanitarios con conocimientos de impresión de órganos en 3D para trasplantes y experimentación médica. Estamos frente a una evolución del médico “tradicional”, cuyo perfil será complementado con amplios conocimientos en impresión 3D y, por supuesto, de bioimpresión, lo que implica estar al día o investigar en el desarrollo de nuevos materiales y técnicas para lograr órganos y tejidos cada vez más parecidos a los humanos.

4. ROBOTISTA

El negocio de la robótica moverá en 2020 un volumen global de 75.000 millones de euros, según Merrill Lynch. Es el resultado de la evolución del coste de la robótica, que ha bajado la última década un 27% y se espera un 22% adicional en la próxima, y de los avances provocados por las mejoras tecnológicas en los chips de silicio, sensores y computación. En este ámbito se desarrollará un tipo de profesional con conocimientos de ingeniería y ciencias de la computación que profundice en el desarrollo de robots con estabilidad dinámica, inteligencia y capaces de empatizar con quienes los necesitan. A su formación de base en ingeniería e informática tendrían que sumar una permanente revisión de los avances en áreas como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial o la impresión 3D. Su éxito depende en buena parte del diseño de sus creaciones, con lo cual deberán estar atentos a los progresos en esa área y, cuanto más quieran que se parezcan sus robots a un ser humano, más familiarizados con el cuerpo y su mecánica tendrán que estar.

5. DISEÑADOR DE REDES NEURONALES ROBÓTICAS E INTELIGENCIA ARTIFICIAL 

La inteligencia artificial moverá en 2020 un volumen global de 65.000 millones de euros, según datos de la consultora especializada IDC, siete veces más que en la actualidad. Este crecimiento exponencial generará mucho empleo. Para que esta industria se desarrolle tendremos que tener profesionales especializados en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la tecnología necesaria para replicarlo de forma artificial y que semejante avance tenga aplicaciones concretas y útiles. El diseñador de redes neuronales ha de tener conocimientos lógico-matemáticos, de programación y, a ser posible, de filosofía para el desarrollo de nuevas aplicaciones sobre esta tecnología. Esta profesión abre una doble oportunidad: en primer lugar, para quienes estudiaron (o estudiarán) humanidades y se atrevan a formarse en programación de aplicaciones de inteligencia artificial, pero también para los que apostaron por la ingeniería informática (y las disciplinas técnicas) y deseen seguir el camino que empezaron. En este caso, para lograr crear un robot que piense como una persona, necesitarán apoyarse en determinadas ramas de las humanidades.

Como podréis apreciar estas nuevas profesiones requieren un plan formativo que se aleja de los temarios actuales de Universidades y centros educativos, por lo que éstos tendrán que reconfigurarse para poder formar y capacitar a los nuevos profesionales del futuro, ese es el gran reto, romper con el paradigma educativo que permita generar empleabilidad real. Veremos que nos deparan estos novedosos cambios, pero lo que sí es cierto, es que cuanto mejor preparados estemos para el futuro, más cerca estará nuestro presente.

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Silvia Leal es consejera y experta en inno-liderazgo y transformación digital. Doctora en Sociología y asesora de la Comisión Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento y directora del Programa en Dirección TIC & Innovación Digital de IE Business School. Es autora de los libros e-Renovarse o morir,  Ingenio y Pasión e Ingenio, Sexo y Pasión (LID Editorial).

 

BOOTCAMPS CONTRA EL DESEMPLEO JUVENIL

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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto de 2016, el 43,2% de los españoles menores de 25 años se encontraban en situación de desempleo. En este contexto, resulta paradójico que existan empresas que no consiguen encontrar a la persona adecuada para incorporar a los puestos de trabajo que ofertan (obviando aquellas que piden 30 años de experiencia y buscan a alguien de 20, lo cual daría para otro post).

Uno de los sectores en los que este gap entre oferta y demanda es más notorio es el de las Tecnologías de la Información (TI). Según Adecco, el empleo en el sector tecnológico crecerá, hasta el año 2020, un 9,3% anual a nivel internacional, lo que significa que o actuamos pronto, o quedarán cada vez más y más puestos sin cubrir. Además, la automatización y la robótica vienen para quedarse y aunque se estima que muchos empleos tenderán a desaparecer, las máquinas traerán de la mano la creación de muchos otros puestos de trabajo cualificados. En este sentido, las habilidades de TI, una vez más, serán de las más solicitadas (piensen que alguien tiene que diseñar, programar y poner en marcha todas estas “máquinas”).

Si bien las políticas y programas de empleo juvenil deben ser transversales a todos los sectores, el área tecnológica es de gran prioridad por el gran volumen de empleo que genera y seguirá generando. Actualmente existen programas innovadores que crean y forman, en muy poco tiempo, profesionales altamente cualificados en las TI.  Es el ejemplo de los bootcamps de programación (coding bootcamps), formaciones intensivas de 3 a 6 meses de duración, donde los estudiantes salen preparados para trabajar de inmediato como desarrolladores de software junior. El proveedor del bootcamp es normalmente quien decide qué tipo de lenguaje de programación se enseñará a los alumnos, basándose en las necesidades del mercado y en los potenciales empleadores.

Son muchos los organismos e instituciones que están apoyando este nuevo tipo de formación, como es el caso del Banco Mundial o el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aunque en España las opciones todavía son reducidas y se concentran principalmente en Madrid y Barcelona. Si bien este puede ser un negocio privado, algunos Gobiernos ya están poniendo el foco en los bootcamps, como, por ejemplo, la Alcaldía de Medellín (Colombia) a través de la Corporación Ruta N, donde han subsidiado parte del bootcamp para hacerlo accesible a toda la población. Es una forma rápida de integrar a jóvenes en el mundo laboral y cubrir así las necesidades de muchos emprendedores y empresas que no encuentran el talento humano que necesitan.

No se trata de quitar el trabajo a los ingenieros y tecnólogos, sino de complementar su labor y cubrir en un corto plazo este enorme hueco entre la oferta y la demanda de empleo, mediante una formación técnica intensiva y concentrada en las necesidades requeridas actualmente por el sector TIC.

Esta formación, en todo caso, debe ir complementada con el desarrollo de una actitud emprendedora. El objetivo no es que todos los estudiantes creen sus propias empresas, sino que la formación incluya también una parte de habilidades blandas (pensamiento crítico, resolución de problemas, inteligencia emocional…), para que estos sean capaces de crear por sí mismos una solución a los retos de las empresas que les van a contratar.

Muchos países ya están implementando este tipo de programas y las tasas de inserción laboral son superiores al 75%. El impacto de estas iniciativas es incontestable. ¿Serán estos bootcamps el inicio del cambio para combatir el desempleo juvenil?.

Muchas gracias Elene por compartir tu internacional experiencia en este post :-). Elene Allende Letona es consultora del Banco Mundial en Washington, D.C., donde asesora a Gobiernos en las áreas de empleo juvenil, emprendimiento e innovación, principalmente relacionados con las TICs. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Mondragón, siempre ha ligado su carrera al mundo internacional. Anteriormente trabajó en países como India y Chile, y a día de hoy compagina su trabajo en el Banco Mundial con el desarrollo de su propio proyecto, buscando cambiar la forma en la que los jóvenes buscan e interactúan con el empleo. ¡No cejes en tu empeño Elene!, personas como tú son las que hacen que las cosas cambien.

Becarios y la pretensión de avanzar

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Las posibilidades de avanzar son la motivación principal de los becarios. Tanto de los mejor pagados del mundo en las empresas tecnológicas y financieras de Estados Unidos, como entre los precarizados españoles. Es lo único que tienen en común los llamados becarios de lujo, cuyos sueldos pueden superar incluso los 6.000 dólares mensuales según una encuesta de Glassdoor, y el 50% de becarios mayores de 30 años que en España no percibe ningún ingreso por su trabajo, según concluyó un estudio propio de Infojobs publicado el pasado año.

Ambas realidades distan un océano de agua salada y varias galaxias socioeconómicas. Aunque no es cuestión sólo de cifras, sino más bien de historias. Si uno recuerda su propia experiencia como becario o escucha las que tiene alrededor pronto encuentra la repetición de patrones: muchas empresas no pagan, pero tampoco forman. A veces reclaman más dedicación de la pactada y suplen vacaciones o se ahorran en horas extras de trabajadores contratados.

Señalar con el dedo a las empresas que actúan así, y que por suerte no son todas, es el recurso fácil que no resuelve el problema. El camino difícil pero necesario es otro bien distinto: una mejor consideración de los profesionales. Todo trabajador que desempeña bien su tarea y se esfuerza en mejorar es digno del mayor de los respetos. Esa premisa es perfectamente útil y aplicable para becarios o para los que siguen en activo una vez superada la edad de jubilación.

De esa manera se puede crear la cultura laboral que acabe con los abusos y ponga en valor, retributiva pero también profesionalmente, las capacidades de los becarios. Los cambios de calado en las políticas de recursos humanos se fraguan poco a poco, pero las grandes empresas tienen la obligación de servir de ejemplo a las medianas y pequeñas. El exceso de mano de obra, otro problema por sí mismo, no puede utilizarse para degradar las condiciones laborales ni en el primer ni en el último eslabón de la jerarquía de la empresa.

Porque el mayor de 30 años que trabaja como becario sin sueldo para mantenerse activo, o durante su tránsito en un cambio de oficio, sólo busca posibilidades meritocráticas de avanzar. El becario de lujo de Silicon Valley también está motivado por poder seguir progresando y aportando nuevo valor. El director de cualquier empresa siempre quiere que ésta crezca y siga mejorando. Y es aquí donde se da la plena coincidencia de los distintas realidades y colectivos, porque la pretensión de todos siempre es avanzar.

PD: Muchas gracias por la colaboración en este post a Jaume Gurt, portavoz de InfoJobs y director de organización y desarrollo de personas de Schibsted Spain.

¿De profesión?. Soy buscador de trabajo señor Presidente

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¿Que cuál es mi profesión?. Soy buscador de trabajo señor Presidente. Me extraña que un profesional de su categoría no sea conocedor de este nuevo empleo surgido en tiempos de desesperación. Pregunte por la calle, pregunte… Como sabrá soy una más de las 4 millones de personas desempleadas que estamos a la espera de esa oportunidad laboral. Y que no termina de llegar por cierto. Además, por el simple hecho de ser mujer todavía me sigo encontrando con más trabas, si cabe, que mis masculinos compañeros a la hora de encontrar trabajo. Pero que le voy contar a usted que tanto sabe de la equidad numérica. ¿Qué si estoy preocupada?. Claro. Entendiendo el concepto pre-ocupación como ese período temporal previo, si dios quiere, a que consiga una ocupación. Y por supuesto que estoy preocupada, no le quepa duda, pero he decidido que desesperarme no va a ser la solución. Por tanto lo que debo hacer es reflexionar para definir una estrategia que me permita salir de esta desastrosa situación.

Me tengo que entrenar para la búsqueda de trabajo, es mi ocupación actual. Le dedico unas 6 horas al día, casi como un trabajo en sí mismo, porque lo es. No tiro la toalla y sé que tengo que ser proactiva a la hora de buscar empleo. La vida me ha enseñado que si quiero algo tengo que luchar por ello, así que no me verá perdiendo el tiempo en el sofá a la espera de que vengan en busca de mi talento. Esas épocas eran otras, recuerde, recuerde. He decidido que mi trabajo ahora es buscar trabajo, sin remuneración salarial pero con expectativas de que el ROI* de mi inversión temporal supere pronto el VAN > 0**. Ah… ¿no me ha entendido?, disculpe. Es que me licencié en empresariales hace ya 2 años y quería hacerle un símil financiero con las esperanzadoras expectativas que tengo. En definitiva, que lo que quiero transmitirle señor Presidente, es que espero y deseo que todo este esfuerzo que estoy aplicando acabe fructificando en un empleo digno.

Mi abuela también me dice en tono jocoso que mi profesión podría ser la de procesionaria, porque mi CV va de procesión en procesión buscando la divina profesión. ¡Un poco de humor hombre!. Mi intención no es aburrirle, de veras, pero la vida se ve mejor con una sonrisa, ¿no?. Soy consciente de que hay que trabajar duro antes de conseguir un trabajo, por lo que suelo ensayar a conciencia para los procesos de selección. Lo tengo todo estratégicamente preparado, para que no me pillen por sorpresa y así poder dar respuesta a preguntas tan dispares como: ¿Quién ganaría en una pelea entre Batman y Spiderman?, si fuera un repartidor de pizza, ¿cómo se beneficiaría de las tijeras? o ¿cuántas veces se cruzan las agujas del reloj?. La planificación es la clave del éxito. ¿Recuerda sus primeras entrevistas?. Perdón, perdón… Humor negro. Disculpe de nuevo, que estamos hablando en serio.

Y yo me pregunto, ¿por qué no idean y aplican políticas (más) efectivas en torno al empleo?. Fíjense en modelos internacionales que funcionan y déjense asesorar por los que saben. ¡Qué la rueda ya está inventada!. Pero bueno, quien soy yo para darle consejos a usted, que tanto nos prometió…También me preocupa mucho el dominio de idiomas, como a ustedes los políticos, pero creo más importante si cabe conseguir generar una marca personal potente. Mantengo un perfil activo en redes sociales profesionales como Linkedin o Infojobs porque hoy en día, quien no está en Internet no existe. Me gusta asistir a eventos y jornadas donde pueda haber personas que contraten. Es otra forma diferente de acercarse al empleo, desde otra perspectiva, porque nunca se sabe dónde puede surgir LA oportunidad, y tengo claro que desde el calor de mi habitación eso no va a ocurrir. Habrá ninis en nuestra sociedad señor Presidente, pero le garantizo que yo no soy una de ellos.

Le cuento, si he tenido la fortuna de pasar algún proceso de selección no me gusta quedarme al margen, me gusta ser insistente, preguntar e incluso en alguna que otra ocasión me he personado en las oficinas para que vean mi disposición al puesto. Como decía aquél, es mejor pedir perdón que pedir permiso. Cada vez se valoran más las habilidades sociales y la actitud personal, o eso dicen los expertos, que se debe conocer al profesional pero también a la persona. Pues yo soy una persona-profesional, y por ese orden.

Si, si, ya voy terminando, que ya veo que su asistente me hace gestos señalándose el reloj… Para acabar esta agradable y productiva conversación, lo que les diría como consejo a todos esos jóvenes, y no tan jóvenes, que ocupan sus días como buscadores de trabajo es que es esencial establecer y cumplir rutinas diarias, actualizar el CV, buscar por internet, hablar con muchas personas, no rendirse, acudir a tu antigua universidad o centro formativo para pedir ayuda, hacerte visible en las redes sociales profesionales, practicar deporte, continuar formándote y sobre todo, gestionar los momentos trágicos y de desasosiego, que los habrá. Con todas estas pautas estarás mejor preparado física y mentalmente para la lucha contra la desempleabilidad. Es mi experiencia de guerrera al menos.

Buenas tardes señor Presidente y gracias por su tiempo. El mío ya lo he invertido con usted…

PD: Este post va dirigido a todos esos jóvenes que siguen luchando por labrarse un digno porvenir. No desesperéis y nunca, nunca, nunca os rindáis, porque la oportunidad puede estar a un paso de distancia.

* ROI: Retorno de la inversión

** VAN: Valor Actual Neto. VAN > 0, La inversión produciría ganancias por encima de la rentabilidad exigida (r)

La remunerafición empresarial

Businessman with Surfboard Going to the Beach

¿Es posible hacer de tu afición empresa?. Así lo confirma el crecimiento en el número de emprendedores que están convirtiendo su hobby en su fuente de ingresos. Profesionalizar tu pasatiempo de una manera seria y organizada, con un business plan viable que apoye esa necesidad vital, puede suponer un verdadero logro tanto en lo personal como en lo profesional. El reto consiste en integrar sostenible y eficientemente ese hobby profesional en las 24 horas del día y que te reporte un capital recurrente que permita financiar el resto de necesidades básicas.

Delante de un café y una agradable conversación tuve la oportunidad de conocer uno de estos casos (exitosos por cierto) en los que una afición deportiva ha permitido generar un proyecto empresarial de alto valor añadido. ASAKEN, una empresa especializada en trabajos verticales con cuerda y representada por la figura de Oskar Álvarez, gran aficionado a la montaña y en especial a la escalada. ASAKEN se fundó en el año 2005 y a día de hoy genera más de 70 puestos de trabajo realizando proyectos en diferentes sectores como la rehabilitación de infraestructuras, oil & gas y edificación sostenible.

Según Oskar:El deporte nos motiva, la aventura también, ¿y por qué no el trabajo?. Conseguir generar una empresa en la que nuestra actividad sea igual o más gratificante que el deporte y a su vez sirva de sustento económico, ese era nuestro objetivo. ¿Cómo lo materializamos en realidad?. Lo primero que hicimos fue centrar la atención en qué diferencias y similitudes existen entre eso que por lo general tanto rehúsan las personas, trabajo monótono y aburrido, y lo que tanto busca todo el mundo en forma de superación, actividad física e intelectual, posibilidad de conocer nuevas personas, nuevos lugares, en definitiva, ser parte activa de un proyecto ilusionante. A simple vista no parece complicado asemejar estos valores primarios con el trabajo, ya que en principio es (o debería ser) la esencia propia de la actividad vital. ¿Pero qué ha ocurrido?. ¿Cómo hemos llegado a ciertos modelos productivos actuales?. En muchos casos las personas viven una doble vida, la del trabajo asalariado (o alquiler de sus horas), y la otra vida, la del ocio, la destinada íntegramente a disfrutar y consumir lo generado en la fase trabajo. Y es precisamente esta dualidad vital la que hace difícil que prosperen dentro de las empresas las ideas de participación, compromiso, el sentir la empresa,… Sin tratar de indagar en los orígenes de estos modelos productivos: producción en masa, industrialización, fin del trabajo artesanal,… buscamos los puntos estratégicos que podrían hacer que nuestro trabajo se pareciese a una expedición de escalada o alpinismo, conseguir dar con estas claves y adecuarlas dentro de la organización. Perseguir el ideal de hacer siempre cosas que nos aporten como personas y como profesionales. Es algo que todavía no hemos conseguido al 100%, pero en ello estamos. Buscar el alto valor añadido, apostar por rotar al personal en proyectos diferentes, poner mucha atención en reunir un grupo humano con el que poder compartir momentos duros con una sonrisa, invertir mucho dinero en equipos y herramientas más cómodas y seguras, saber gestionar nuestros descansos, formarnos continuamente para poder conseguir ser polivalentes en obra y/o en oficina, no descuidar el desarrollo personal, saber compartir y celebrar el reconocimiento externo. Ese está siendo el éxito del proyecto ASAKEN. Lo que empezó como una afición deportiva se ha convertido en una verdadera ocupación profesional que tiene forma de empresa. Y así esperamos que siga evolucionando en un futuro, sin que pierda la esencia con la que se creó nuestra compañía, el amor por las alturas. Queremos seguir divirtiéndonos y disfrutando con lo que hacemos”.

En el mundo del emprendizaje coexiste la dicotomía sobre cual debe ser el objetivo de generar un nuevo negocio. Algunos sólo analizan criterios económicos, querer ganar mucho dinero, totalmente lícito pero difícil de conseguir. Otros en cambio tienen otras inquietudes y lo que buscan es poder dedicarse a lo que realmente les gusta, a su afición y poder vivir de ello dignamente en base a una remunerafición (la remuneración de la afición). La idea de profesionalizar tu hobby suena a priori fantásticamente bien, ¿verdad?. Además si te emociona lo que haces, en lo que trabajas, te resultará mucho más llevadero dedicarle el tiempo que haga falta para sacar adelante tu empresa. El problema a analizar es que una afición por lo general recae en nuestro ámbito temporal del ocio y al convertirlo en profesión, perderás ese espacio, esa delgada línea que une el trabajo con el hobby. Pero… ¿por qué no intentarlo?.

“Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. Confuncio.

   

 

2035 Y LA NECESIDAD DEL LARGO PLAZO

Back-to-the-Future-Title-CardMuchas de las malas noticias que vemos a diario en los medios de comunicación son la consecuencia directa de no dirigir pensando en el largo plazo. Me refiero a hechos como la crisis de los refugiados, los atentados yihadistas del pasado mes de noviembre en París, el de California en Estados Unidos, o el reciente ataque a la embajada española en Kabul que ha costado la vida a dos policías nacionales. Nada de esto ocurre por casualidad.

Una de las lecciones que aprendieron los gobernantes en la Segunda Guerra Mundial fue que solo habría paz duradera en el continente si existía, al mismo tiempo, prosperidad económica y un reparto más equitativo de la riqueza. Así, en las décadas posteriores tras la finalización del conflicto bélico, se pusieron en marcha ambiciosos programas de reconstrucción y desarrollo (con una gran aportación económica estadounidense a través del “Plan Marshall”), de los que también se beneficiaron Alemania e Italia, los países perdedores.

Es decir, hubo una clase política que pensó en un horizonte temporal que excedía, con mucho, de la duración de su mandato. Otro elemento importante que permitió el crecimiento económico prolongado fue la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en 1950, germen de lo que hoy es la Unión Europea. El objetivo era crear un mercado común, suprimiendo aduanas y buscando la libre circulación de productos dentro del territorio de los estados firmantes. Como consecuencia, se mejoró la producción del carbón y del acero, se intensificó el comercio entre los países miembro y se relanzó la industrialización en el territorio. La clase media europea creció de manera sensible. Europa ha vivido, desde entonces, el mayor periodo de paz de su historia.

Por desgracia, nuestros actuales gobernantes han olvidado las enseñanzas de sus predecesores. Hoy no se piensa en el largo plazo. El criterio general utilizado a la hora de tomar una decisión ante cualquiera de los graves problemas que se presentan es el de ganar tiempo. Después ya se verá lo que ocurre.

Veamos un ejemplo. Después de los atentados del 11-S, Estados Unidos, junto con el apoyo de varios países europeos, decidió intervenir militarmente Afganistán para derrocar el régimen talibán y capturar a Bin-Laden, máximo responsable de Al-qaeda. Expulsar a los talibanes del gobierno fue relativamente fácil, pero la situación en el país no se estabilizó, por la sencilla razón de que no había un plan para el día después. No contentos con tener un frente abierto, dieron inicio a la invasión de Irak. En esta ocasión, además, se utilizó un pretexto falso, el de la existencia de armas de destrucción masiva. Se eliminó a Sadam Husein. Y de nuevo, no había un plan para el día después. Irak es hoy, un caos, con parte del territorio dominado por el “Estado Islámico”.

En Siria se acometió una operación de derribo del dictador Bashar Al Assad, solo que esta vez, en lugar de enviar tropas propias, las potencias occidentales decidieron armar a los grupos opositores. En este país, para complicar aún más la situación, también participa Rusia, apoyando al dictador aún en el poder. El “Estado Islámico” se ha hecho con el control de parte del territorio. El resultado: un auténtico drama que ha hecho que cientos de miles de personas huyan del país en busca de un lugar más seguro.

Podríamos hablar también de Yemen, Mali o Libia. Son países que están sufriendo conflictos bélicos y donde no se vislumbra una solución de paz a corto plazo.

Como decía al principio, las cosas no ocurren por casualidad. La crisis de los refugiados o los atentados yihadistas son consecuencia de esta forma equivocada de actuar de manera cortoplacista. Estos problemas se han agravado, y nuestros dirigentes responden de la única manera que saben, es decir, ganando tiempo hasta la próxima legislatura.

Europa ha ofrecido a Turquía 3.000 millones de euros y la promesa de facilitar su ingreso en la UE a cambio de que los turcos se queden (y gestionen) en su territorio el grueso de desplazados por el conflicto de Siria. Y Francia, en respuesta a los ataques sufridos recientemente, está liderando una coalición para bombardear el territorio ocupado por el “Estado Islámico” en Siria e Irak. Hay serias dudas sobre la efectividad de estas acciones. Veremos.

Plano económico

En el plano económico ocurre otro tanto. Tras el estallido de la crisis de 2007, la respuesta de los mandatarios mundiales ha consistido en ganar tiempo, inyectando miles de millones de dólares y de euros al sistema. Estos estímulos no han llegado a lo que se conoce como la economía real. Se ha creado una burbuja monetaria jamás vista anteriormente. Hay temor a lo que ocurra en el momento en el que haya que retirar estos estímulos. El panorama está lleno de incertidumbres y son muchos los factores que pueden desencadenar, de nuevo, el pánico en los mercados internacionales, y por lo tanto, un nuevo parón económico.

El caso español

Se acaban de celebrar elecciones generales en España (con ingobernables resultados en el #20D) y la composición del Parlamento ha sufrido un cambio radical debido a la incorporación de nuevos partidos políticos. Ahora empieza la negociación para formar gobierno. Los candidatos han lanzado propuestas y promesas de manera continua durante la campaña. Sin embargo, ninguno de ellos ha hablado de cuál tiene que ser la España del 2035.

Si estableciéramos un símil deportivo, podríamos decir que la discusión está centrada en las reglas sin haber definido a qué jugamos (¿fútbol, baloncesto, waterpolo…?). Es decir, ¿cuál va a ser el motor que tire del progreso económico en los próximos 20 años?. ¿La construcción?. ¿El turismo?. ¿La nanotecnología?. Y en consecuencia, ¿qué acciones hay que llevar a cabo para posibilitar el cambio?.

España es un país que tiene todo para ser una potencia económica y jugar un papel mucho más relevante en el panorama internacional. Disfruta de una situación geográfica privilegiada, un clima amable, un nivel de infraestructuras muy desarrollado (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones,…). Y lo más importante, tiene un tejido profesional suficientemente formado y capacitado para poder competir con garantías en un mundo globalizado.

Sin embargo, hay un gran déficit de liderazgo, tanto en el ámbito público como en el privado. Como remarcaba anteriormente, no he visto aún un solo candidato que hable en términos de largo plazo sobre el futuro del proyecto país.

Y en el sector privado, por desgracia, vemos que el estilo habitual de dirección de las grandes empresas es dictatorial y cortoplacista. El reconocimiento profesional y la meritocracia brillan por su ausencia. El resultado es que es raro encontrar una empresa española que ocupe una posición puntera a escala mundial en cualquier sector.

Conclusiones

En este post podemos ver varios ejemplos de los perjuicios que acarrea el realizar la función directiva de manera cortoplacista. Sin embargo, hay una diferencia entre un país y una empresa. El primero no va a desaparecer nunca, aunque sea perdurará como esencia. Por muy deprimido que pueda llegar a estar, siempre tendrá la oportunidad de resurgir, aunque para ello quizás deba esperar muchos años. Una empresa, por el contrario, tiene muchas posibilidades de termina por desaparecer.

Pero también tenemos el ejemplo contrario, el de los beneficios que se pueden obtener por hacer un ejercicio de reflexión, de pensar en el largo plazo. Y uno de los casos más paradigmáticos es el de la transformación de Bilbao. En los años 70 y en los 80, en el siglo pasado, la villa bilbaína sufrió un importante declive tras la desaparición de ocho grandes grupos empresariales de clase mundial. En 1991 se fundó la asociación “BM30: Bilbao Metropoli-30”, lugar de encuentro de las instituciones públicas (gobierno vasco, diputación de Vizcaya y los 30 municipios pertenecientes al Bilbao metropolitano) y empresas y entidades privadas. El cometido de la asociación era, según su propia definición, “realizar proyectos de planificación, estudio y promoción, dirigidos hacia la recuperación y revitalización del Bilbao Metropolitano, definido como una realidad social y económica sin unos límites geográficos precisos y cuya existencia se ha proyectado por todo su entorno regional e internacional”.

Cualquier persona que conociera el Bilbao de antes y el de hoy verá los frutos de este trabajo. La asociación sigue funcionando activamente en la actualidad, realizando propuestas para seguir orientando la transformación que todo organismo (un territorio, una institución, una empresa,…) tiene que practicar de manera continua para adaptarse a los cambios que sufre el entorno en el que se mueve.

Considero imprescindible para toda organización hacer un ejercicio de visualización del futuro que le espera en un plazo de 20 años. Es difícil saber lo que va a ocurrir en tan largo periodo de tiempo pero esta inversión, esta reflexión mirando al futuro marcará el éxito o no de una sociedad. Este trabajo servirá asimismo para tener un papel protagonista ante esos cambios a los que habrá que hacer frente, y la empresa tendrá mayor capacidad de adaptación, que en el fondo es lo que determina su supervivencia a lo largo del tiempo.

 Mil gracias por su colaboración en este post a Julen Basagoiti/@jbasagoiti

Inglatierra de Oportunidades

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En esta ocasión me gustaría dar voz nuevamente a los jóvenes, grandes damnificados de la mala praxis de nuestros gobiernos en la gestión de este interminable “período de recesión”, que decían algunos… Cuento con el testimonio de Unai, un joven periodista que acertadamente, ha decidido pasar una etapa de su vida en Inglaterra. Primeramente para perfeccionar su nivel de inglés (el eterno hándicap de nuestro entorno laboral por cierto) y segundo para recibir las primeras pinceladas del mundo profesional. El título del post ya lo indica, además de como fuente inagotable de experiencias, Inglaterra propone una interesante capacidad de empleabilidad e innumerables oportunidades de trabajo que bien canalizadas pueden complementar y fortalecer nuestro pasaporte vital y profesional. Gracias Unai por mostrarte dispuesto a colaborar y a compartir tu historia de joven inquieto. Adelante:

“Me presento. Me llamo Unai Sarriugarte, graduado en periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y soy uno más de los muchos jóvenes españoles a los que les ha tocado dejar atrás a familia y amigos para ir en busca de un futuro laboral más próspero. Tras finalizar los estudios universitarios realicé unas prácticas de 4 meses en el departamento de comunicación del hospital de Basurto en Bilbao. Dada la dificultad para desarrollar mi carrera como periodista en el entorno cercano, algo más que limitado, decidí tomar las riendas de mi futuro y empecé a valorar ofertas de empleo en el extranjero. Detecté como prioritario mejorar mi capacidad idiomática (el inglés principalmente) y por eso decidí centrar mi búsqueda en Inglaterra.

Unos amigos me recomendaron ponerme en contacto con agencias especializadas en la búsqueda de empleo en el extranjero y así lo hice. Tras telefonear y visitar varias de estas agencias empecé a colaborar con Oxonnet, agencia inglesa con gran expertise en hostelería (hoteles, restaurantes y bares). Mi prioridad era encontrar un trabajo como periodista, pero dado que mi nivel de inglés no era del todo bueno, decidí aceptar una oferta en el mundo de la hostelería. Los objetivos a alcanzar con este empleo eran entre otros: mejorar mi inglés, conocer una nueva cultura, un nuevo país y poder ahorrar algo de dinero conociendo de primera mano el mercado laboral. A día de hoy puedo afirmar que he cumplido con creces estos 3 retos iniciales.

Finalmente conseguí un empleo como camarero en la cadena de hoteles británica Warner Leisure Hotels. Me enviaron a un hotel de 4 estrellas situado en un pueblecito llamado Hungerford, a unos 100 kilómetros de Londres. He de reconocer que estaba asustado e ilusionado a partes iguales cuando crucé el lobby del hotel por primera vez… El alojamiento y la comida que se ofrece al staff no es de lo más cómodo ni de lo más apetecible pero ya iba mentalizado que tenía que sobreponerme a este tipo de impedimentos. No iba a permitirme cualquier tipo de queja. El salario para ser Inglaterra tampoco es nada del otro mundo, minimun wage: 6,70 libras la hora si eres mayor de 21 años. La diferencia abismal llega cuando comparamos este salario con el salario mínimo por hora en España, fijado en unos 5 euros, frente a los cerca de 10 euros de salario mínimo en Inglaterra. Por no hablar de las famosas propinas, más conocidas en Inglaterra como tips. Un buen mes un camarero puede llegar a ganar unas 300 libras en propinas, una inyección económica muy notable a final de mes. En España no hay costumbre de dejar propina pero en Inglaterra está muy socializada está acción, e incluso está mal visto no dejar esta “remuneración voluntaria” como señal de gratitud por los servicios recibidos.

En muchas ocasiones se hace duro dejar atrás toda una vida para recalar en ambientes que son totalmente desconocidos para nosotros, pero nadie dijo que sobrevivir en pleno siglo XXI fuese fácil, ¿verdad?. Adecuarse a la cultura, a las tradiciones y a las personas de otros países cuesta y mucho. Hay que desarrollar esa capacidad de tolerancia y adaptación de la que tanto nos hablan. Otra cualidad imprescindible que he podido comprobar es la paciencia, ya que tenemos que dejar de lado la cultura del aquí y ahora, para abrir camino al observar, reflexionar y actuar.

Inglaterra es un país que ofrece innumerables posibilidades de empleo. La tasa de paro en Inglaterra está fijada en torno al 7 por ciento, muy por debajo de la de España, que está en torno a un 23 por ciento. Es decir, que si decides trasladarte a Inglaterra con la intención de trabajar, el ratio de posibilidades de encontrar un empleo son infinitamente más altas que en España. Sobre todo en el sector de servicios y de la hostelería. En el tiempo que llevo aquí he recorrido unas cuantas ciudades como Oxford, Reading e incluso Londres y las ofertas de empleo están latentes en cada rincón o esquina de estas ciudades.

Empecé trabajando en el restaurante del hotel a principios de Octubre de este año. No todo es fácil y de color de rosa, para nada. Cansado del egoísmo y las malas formas de parte de la plantilla del restaurante, del estrés del servicio y de la antipatía hacia mí de algunos de mis clientes al de un mes solicité el traslado para trabajar en el bar del hotel. Puesto de trabajo en el que al contrario que en el restaurante, me siento muy cómodo y respetado. Si de algo me está sirviendo esta experiencia es para cerciorar que las relaciones entre las personas son la base de cualquier trabajo.

Dentro de un mes finalizará la experiencia laboral en este hotel británico y tendré que valorar, nuevamente, cual va a ser mi siguiente paso. Mi mejora en el inglés desde que estoy aquí ha sido notable. Me veo mucho más suelto y relajado a la hora de hablar y entiendo más o menos bien a casi toda la gente. Por lo que, si os veis con la necesidad de aprender inglés, os animo a todos a buscar un trabajo en Inglaterra. Otra de las cosas que he podido detectar es que los entornos laborales son un buen mecanismo y una buena herramienta para poder mejorar en el uso y en el aprendizaje de una nueva lengua.

Las expectativas de volver a Inglaterra el próximo año a trabajar son muy altas. Pero está vez intentaré buscar un trabajo algo mejor remunerado, ya que existen posibilidades reales de que lo encuentre. Además intentaré moverme a una ciudad donde haya algo más de vida que en el pueblo en el que estoy. Porque no todo es trabajar.

Esta es mi breve historia en Inglaterra. Espero que sirva como ejemplo porque a título personal puedo decir sin ninguna duda que ha sido una experiencia increíble (con cosas buenas y malas, pero la vida consiste en esto, ¿no?). Inglaterra está abierta a vosotros si el día de mañana queréis venir a trabajar aquí. La cuestión es: ¿Estáis dispuestos a dejar atrás vuestras vidas para disfrutar de una vivencia inolvidable?. Espero que la respuesta sea un mayúsculo.”

KNOWMADS: LOS TRABAJADORES DEL FUTURO

KNOWMADS

Knowmad. Este novedoso concepto que empieza escucharse con fuerza en el argot empresarial es un neologismo que combina y maximiza las palabras know (conocer,saber) y nomad (nómada). Concentra las características que ha de tener un trabajador en el contexto actual para hacer frente a los retos profesionales de futuro, convirtiéndose en un nómada del conocimiento. La definición fue creada en el año 2011 por el experto en mercado laboral John Moravec, fundador de Education Futures, para definir a los trabajadores nómadas del conocimiento y de la innovación. Knowmad hace referencia a un nuevo perfil de profesional que ha de ser principalmente innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores menos adaptados al entorno. Además debe ser autodidacta en esta sociedad 2.0 nutriéndose y aprovechando el potencial del conocimiento proveniente de internet y de las nuevas tecnologías, principalmente digitales.

Raquel Roca (a la que agradezco enormemente su colaboración en el presente post) es la autora del libro ‘Knowmads, los trabajadores del futuro’ además de profesora del Postgrado de Experto en Marketing Digital del IEDE Business School y del Master en la Gestión del Talento en la Era Digital de LaSalle International Graduate School & LIDlearning. Una experta en la materia vamos. @Raquelroca (su perfil en Twitter) señala que “no es una moda, ni un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millenial, sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real que tiene detrás”. Además sostiene que todo aquel que viva en esta era está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo “hiperconectado e hiperdigitalizado”. Aquellos que no empiecen a practicar estas destrezas quedarán fuera del mercado laboral, o así lo atesoran los defensores de esta corriente. También las empresas que no se hayan puesto manos a la obra para gestionar a estos perfiles corren el peligro de ser menos competitivas. Raquel Roca es así de tajante para definir a estos profesionales “sociables y sociales a los que les gusta expandir el conocimiento -en red- y que están preparados para aprender -o desaprender si hace falta- de un modo no convencional”. Roca afirma que “el conocimiento es el valor añadido de estos trabajadores, el nuevo capital que les va a asegurar su empleabilidad. Y no se trata de un perfil laboral, es una actitud que puede adoptar cualquiera y en cualquier etapa de su vida”.

Lo que determine el futuro de una persona no dependerá del entorno geográfico de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de progresar en el mundo laboral. Se entra de este modo en la era de la meritocracia donde las capacidades de las personas pueden florecer por sí mismas y ser valoradas con criterios objetivos. La digitalización, un cambio en el modo de vida y en la forma de trabajar son algunos de los factores que están impulsando la proliferación de los knowmads que, según Raquel Roca, representarán el 45% de la fuerza laboral en 2020. “Van a ser tantos que las empresas no van a tener más remedio que adaptarse a ello si quieren mantenerlos. Tienen que aprender a tratar al knowmad de la misma manera que a los trabajadores de plantilla, porque se trata de una fuerza laboral que va a iniciar su propio cambio”, asegura esta experta, quien conoce experiencias piloto en empresas del Ibex 35, “otra cosa es que puedan implementarlo. Son plenamente conscientes de que este cambio está basado en la responsabilidad y la confianza, que sólo funciona si los mandos participan como uno más”. Asimismo Google estima que en el año 2020 casi toda la población del mundo estará conectada a internet. Y es ahí, en ese contexto, donde los mismos expertos dibujan el perfil de un nuevo profesional: el knowmad.

Un estudio elaborado por el banco ING-DiBa predice que en solo dos décadas los robots coparán 18 millones de empleos en Alemania, cerca de la mitad del total. El desarrollo de la robótica permitirá a la industria reemplazar el 59% de los puestos actuales de trabajo por robots, parece ser que más productivos y rentables que los humanos. Sin embargo, por mucho que avance y progrese la tecnología hay cosas que las máquinas nunca van a poder ser capaces de hacer, y esto tiene que ver con los trabajos creativos, la innovación, la resolución de problemas, la emocionalidad… Aquí entra en juego el conocimiento. O lo que es lo mismo: la comprensión de datos e información, siempre puesta al servicio de la innovación y de la imaginación.

¿Pero qué es lo que caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de características, en lo que denominan pasaporte de habilidades:

  • No tiene una edad determinada.
  • No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer cotidiano.
  • Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
  • Está alfabetizado digitalmente.
  • Transforma la información en conocimiento y la comparte.
  • Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
  • Utiliza la información abierta y libremente.
  • No entiende de fronteras.
  • Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
  • Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
  • Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
  • No le asusta la experimentación ni el fracaso.
  • Es responsable de sí mismo.

Al contrario que el millenial (nacido entre 1981 y 1995), no tiene edad, cualquier persona está capacitada para tener mentalidad nómada. Tampoco entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como una ocupación que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo. Es un generador de ideas, tiene recursos para salir adelante en cualquier situación. Además de imaginativo tiene la capacidad de transformar todo aquello que imagina en ideas productivas. Eso sí, ese sentimiento de libertad hace que no le guste recibir órdenes.

El knowmad domina las nuevas tecnologías, comprende su funcionamiento y las aprovecha en su beneficio, ya que aprende continuamente de ellas. Una de sus principales habilidades del knowmad es que transforma la información en conocimiento y la comparte abiertamente, es una especie de antena tecnológica que avisa sobre lo que está sucediendo. Maneja con soltura las redes sociales y, por tanto, comparte información, lo que le hace estar siempre al tanto y alerta de lo que sucede en el mundo. Sabe que el talento y el éxito dependen de esa pertenencia a redes del conocimiento. Al contrario de lo que puede parecer, no es un ermitaño, al que le guste la soledad: le puede gustar trabajar en solitario (desde cualquier lugar, una cafetería, una playa o la misma oficina), pero le importan las personas. Sabe que son importantes, porque generan conocimiento y oportunidades.

Tiene además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona, profesional, muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el aprendizaje es para toda la vida (longlife learning), sabe que siempre tendrá que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios, internet, libros, vivencias de otras personas…). “Al asumir este hecho es capaz de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de las necesidades que vayan surgiendo”, explica Raquel Roca en su libro. Y es esta capacidad para actualizarse lo que le convierte en un profesional adaptable y moldeable, perfecto para los entornos laborales en donde prima la diversidad y la innovación constante. Son capaces de convertir su talento en el mejor activo.

No le asusta el fracaso ni experimentar, lo que no está exento de errores. Los asume, aprende de la experiencia y avanza. Otra de las características de los knowmad, y una de las más importantes, es que es responsable de sí mismo. Por lo tanto, líder de él mismo, que no espera que sean otros, “la empresa, el Estado, la sociedad… los que vengan a buscarle”, explica la autora Raquel Roca. No deja en manos de terceros su futuro profesional.

Este perfil profesional funciona como Google y Gmail: organiza y agrupa. Ésta es la clave, no la cantidad de proyectos sino la de conexiones entre unos y otros, buscan conexión para ser más productivos, menos es más. No duplican, agrupan. Por lo que estos nuevos profesionales a los que podríamos definir como vinculadores de oportunidades ya se están haciendo un hueco en nuestra sociedad. ¿Te atreves a ser un knowmad?. 

 

Valentía en las arenas del desierto

foto finalRecién entrados en el 2015 que mejor manera de empezar este nuevo año que compartir otro gran ejemplo de superación y valentía ante la toma de decisiones tanto personales como profesionales. Con 28 años ya ha vivido en un sinfín de países y ha visitado más ciudades de las que podría enumerar.

La autora de este ilusionante testimonio, Ángela, me plantea además que como apoyo a la experiencia de esta lectura le pongamos una banda sonora con la canción ¨Lighthouse¨ de Patrick Watson. Me parece una más que acertada propuesta ya que la música nos va a permitir transportarnos al interior de este relato desde un punto de vista más emocional, más receptivo.

Así que poneros cómodos, darle al play y a disfrutar de esta motivadora historia que merece ser contada…

Antes de afrontar estas primeras líneas, que serán sin duda un ejercicio de autoreflexión, quería recordar aquella conversación en la que Aitor me invitó a contar mi historia en su blog como ejemplo de superación y motivación para los jóvenes de hoy en día. ¿Yo? ¿Cómo ejemplo? La verdad que me sentí un poco abrumada pero acepté el reto. Es cierto que la propia intensidad y actividad frenética de estos últimos años no me han permitido pararme a analizar mi trayectoria con la calma necesaria. Haciendo un rápido barrido retrospectivo sí estoy orgullosa de lo vivido por lo que ya me siento un poco más legitimada para poder contar mi experiencia si con ello, además, pudiese servir de ayuda a alguna persona.

¿Deberíamos arriesgarnos y saltar a lo desconocido cuando todo parece contras en vez de pros? ¿Probar ciegamente lo que a priori se intuye como un salto al vacío? Sin duda .

Mientras escucho la canción de Patrick Watson ¨Lighthouse¨ (os recomiendo que disfrutéis de esta bella canción si os decidís a leer estas líneas), me pasa por la mente todo lo vivido hasta la fecha y una sonrisa tímida despierta en mi cara pensando que esto aún no ha terminado y que todavía queda un largo y emocionante viaje, el viaje de la vida.

Esa vida que intentamos disfrutar y que asociada a las decisiones marcarán El Camino, más o menos acertadas nos guiarán y determinarán el resto de nuestros días. Decisiones profesionales que sin duda arrastrarán a las personales, a veces nos conducirán a un lugar sin retorno, sin marcha atrás. Volcar las emociones y seguir nuestra intuición en pro del desarrollo laboral, abandonando lo que para muchos es algo vital e innegociable, disfrutar de una vida personal lo mas normal posible, o lo que la sociedad entiende por normal al menos.

Ese tipo de vida normal no estaba en mi cabeza y aposté por mi desarrollo laboral, sin saber las vueltas que daría en esta ruleta rusa llamada vida. A mis 28 años varios cambios de trabajo y sobre todo múltiples saltos geográficos a lo largo y ancho del mundo desde mi Albacete natal. Lugares como Alicante, Malta, Barcelona, Ibiza, Irlanda, Londres y ahora Dubai, ..X.., han hecho algo complicado mantener una vida común y acorde a lo establecido.

Esos cambios no sólo geográficos han modelado un carácter muy personal con una forma de ver la vida a veces singular. Pero sobre todo han marcado la persona que hoy en día soy, una soñadora insaciable con hambre de MÁS, curiosa hasta el infinito, amante de la música, de lo sencillo, sin miedo a arriesgar, a caer… Hoy dedicada en cuerpo y alma a mi trabajo como azafata de vuelo, o como me gusta verme, una simple transmisora de experiencias y emociones.

No nos dejemos llevar por una sociedad corrompida por el medio, lo material y lo deshumanizado. Apostemos por nosotros mismos, por nuestras capacidades y arrojo, por nuestras ganas de superación, por la fidelidad a nuestras decisiones… y todo ello con un sutil toque de vanidad constructiva. Nadie se rinde si uno no quiere. La valentía se verá recompensada con la satisfacción personal de poder seguir nuestro camino por el sendero que hemos elegido voluntariamente, el que nos hace feliz y nos regala una sonrisa de aprobación cada mañana. Hasta el día más lluvioso parecerá una simple borrasca con un sol esplendoroso esperando lucir detrás. Hay que saber esperar, luchar y trabajar mucho y duro, sin miedo al mañana. Las oportunidades están ahí, sólo hay que saber interpretarlas.

SAL, MIRA EL MUNDO, COMPARTE, EMOCIONATE, DISFRUTA, SUFRE,     ARRIESGA, CONQUISTA Y SIEMPRE LUCHA POR LO QUE QUIERES.      

 BELIEVE IN YOURSELF.

Después de una temporada en Londres aterricé en Dubai. Llegué con la maleta cargada con algo de incertidumbre y temor al ser una cultura muy diferente a la mía pero también con curiosidad de ver que me deparaba esta ciudad tan en auge. Ya han pasado 2 años de mi llegada. Dubai, una ciudad relativamente nueva, de actividad frenética y diferente a todo lo anterior que había vivido pero que desde el primer día me acogió con los brazos abiertos. Para muchos considerada como una jaula de oro, riqueza en su máximo exponente confluye con una pobreza que muy pocos quieren ver. Mezcla que hace relativizar la simplicidad de las cosas mostrando los extintos valores de la sociedad moderna y la constante búsqueda de la simple satisfacción material. Remitiéndome a una gran cita: ¨La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene¨.

Mi trabajo en una de las mayores compañías del mundo me ha brindado la oportunidad no sólo de llegar a conocerme mejor como persona, progresar, conocer a compañeros y amigos de todos los continentes y vivir experiencias inolvidables, sino de satisfacer muchos de mis sueños como el de seguir viajando y aprendiendo de las diferentes culturas de este mundo con la mente siempre abierta a cualquier atisbo de nuevas emociones. Experiencias únicas como practicar el surf o el buceo en lugares idílicos que nunca habría imaginado a veces superando y empujando límites personales que me imponía mi propio miedo. Hay que vencer ese miedo inicial, ese que da vértigo y paraliza la mente y el cuerpo, que impide pensar con claridad. Porque una vez se superan todos esos miedos y prejuicios lo que viene después es un nuevo escenario lleno de oportunidades y realización personal.

Mi camino en el mundo de la aviación dura ya 5 años y enamorada de él desde que empecé me ha ofrecido vivencias muy hermosas y satisfactorias pero también muchos momentos de soledad, nostalgia y tristeza al cerrar esa puerta del hotel, al despedirme amargamente de una mirada llorosa, al mostrarme la fuerte cuando muero por dentro, al perderme muchos momentos importantes en familia, cumpleaños en los que una simple sesión de skype se cuela de invitado estelar, comer las uvas de fin de año en mi casa voladora a 38.000 pies, ¨dejar¨ amigos en el camino o no ver crecer a mi hermana Laura entre otros….. Acompañada continuamente por los terroríficos ¨jetlags¨ y demás problemas típicos de la profesión y por supuesto una vida personal pospuesta a una etapa que quizás me deje en tierra por más tiempo.

El balance después de todo este periplo aún habiendo dejado atrás muchas otras cosas es sin duda más que positivo. Muy agradecida y orgullosa por lo vivido y lo que podré transmitir en un futuro, con la mirada pícara de una niña sin miedo a seguir arriesgando y disfrutando y esperando ver que tiene la vida preparado en la trastienda.

¿Resolvemos la ..”X”.. del inicio? Mejor NO…Dejarse llevar suena demasiado bien…

Con este humilde consejo me despido: What you want is on the other side of fear!

Suerte y que la buena música te acompañe amigo…”

PD: Muchas gracias a Ángela por compartir esta maravillosa historia, una historia cercana, real y motivadora. Que valerosas decisiones sigan marcando tu camino con pisadas firmes y repletas de éxitos sin olvidar levantar el polvo de miedos pasajeros a tu paso.

¿YO? ¿EMPRENDEDOR?

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¿Yo? ¿Emprendedor?. Quizás muchos de vosotros y vosotras nunca os hayáis planteado esta pregunta ya que los pensamientos habituales desde que finalizamos nuestros estudios están más enfocados a trabajar por cuenta ajena en una gran empresa. Lo que intentaré transmitir en estas líneas es que el emprendizaje es una oportunidad real de generar opciones laborales exitosas en el marco empresarial actual.

Mi caso fue así, con 26 años quise formalizar junto a dos socios lo que empezó siendo un pasatiempo para convertirlo en un verdadero proyecto empresarial. Éramos un equipo promotor proveniente de diferentes disciplinas y a posteriori este mix de conocimiento y capacidades resultó ser una de las claves del éxito de nuestro proyecto. Constituimos así pues TAPQUO, una start up de base tecnológica especializada en el desarrollo de aplicaciones móviles bajo la tecnología HTML5. Yo como licenciado en ADE me centré sobre todo en tareas de gestión y desarrollo de negocio. Todavía recuerdo esas primeras reuniones de grupo cuando les transmitía al equipo técnico que mi objetivo iba a ser muy claro, que no sencillo: convertir su conocimiento en euros. Porque no nos olvidemos de que el fin principal de cualquier empresa es facturar para generar riqueza y un proyecto sostenible de futuro tanto para los trabajadores como para la propiedad, los socios.

En una empresa de nueva creación os tocará hacer de todo: desde realizar tareas comerciales, marketing, contabilidad, participar en el desarrollo del Business Plan,… Deberéis convertiros en una navaja suiza, polivalente y multidisciplinar. Trabajando en vuestro proyecto de emprendizaje vais a conocer y a vivir de primera mano lo que es el verdadero mundo empresarial desde una perspectiva, eso sí, más generalista. Aquí reside la gran diferencia si lo comparamos con trabajar en una multinacional donde se busca más la especialización departamental.

La satisfacción de ver crecer y evolucionar tu empresa es algo inigualable. Lo que ves es tuyo, fruto de tus ilusiones, ganas y esfuerzo. Pero no todo es bonito en esto del emprendimiento, hay que trabajar y MUCHO. Mi caso fue un tanto especial ya que me tocó compaginar la faceta de emprendedor en TAPQUO con mi trabajo por cuenta ajena como Director de Innovación en una pyme tecnológica. El hecho de trabajar 12 horas al día e incluso algún fin de semana que otro no suponía un sacrificio. La recompensa daba sentido a toda esta dedicación. Con el tiempo el trabajo duro y la perseverancia traen resultados y éxitos, que no os quepa ninguna duda. Aprender a mirar las situaciones con perspectiva y no os perdáis en el cortoplacismo.

Otra de las claves de cara a lanzar un nuevo proyecto empresarial es la especialización, atacar el mercado desde lo diferente. Es la única opción que tiene una empresa pequeña para poder competir contra las grandes corporaciones. Asimismo hay que entender que los clientes son el TODO para una empresa. Atraerlos, cuidarlos y conseguir que quieran volver a comprar nuevamente tus productos y servicios. Un cliente descontento hace más ruido que 10 contentos, quedaros con esa idea.

Uno de mis lemas en el mundo empresarial es el siguiente: “prefiero tener un poco de mucho que mucho de poco”. Que no os dé miedo a compartir vuestra idea, ¿quién mejor que vosotros para llevarla a cabo?. Cualquier inversor preferirá invertir en vosotros antes que competir lanzando una nueva empresa sobre vuestra idea de negocio. Así fue en nuestro caso, de ser un proyecto fundado por tres socios, en TAPQUO entraron a participar diversos socios tecnológicos, un Business Angel y una Sociedad de Capital Riesgo. Es muy importante que estos nuevos compañeros de viaje no aporten únicamente capital, sino que se impliquen en el día a día de la empresa generando valor a nivel de estrategia de negocio o a nivel comercial atrayendo proyectos y clientes. Esta entrada de euros ayudará a que el hecho de pagar las nóminas no sea el principal problema de la empresa. Como escuché en una charla a un profesor del MIT: “El cash flow es más importante que tu madre”. Gran verdad si analizamos la situación actual de falta de liquidez de la mayoría de empresas de nuestro entorno.

¿Dónde buscar oportunidades de negocio?. La semilla del emprendizaje no tiene porque germinar justo al tiempo de terminar los estudios, en mi caso fue al de unos años tras finalizar la carrera cuando ya tenía una cierta experiencia y conocía algunos de los entresijos del mundo empresarial. No hay que estar obsesionado con querer ser emprendedor. La oportunidad puede surgir en el último año de carrera realizando un proyecto junto a tus compañeros de facultad, con treinta años en una conversación informal con tus amigos, o con cincuenta años o más al ser despedido de un trabajo y tener que reinventarse para seguir adelante. Mientras exista una buena idea de negocio y ganas de llevarla a cabo por un equipo profesional y comprometido podéis estar tranquilos porque esta aventura del emprendizaje os va a divertir y mucho…

” EL MEJOR MODO DE PREDECIR EL FUTURO ES INVENTÁNDOLO”. ALAN KEY