Inglatierra de Oportunidades

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En esta ocasión me gustaría dar voz nuevamente a los jóvenes, grandes damnificados de la mala praxis de nuestros gobiernos en la gestión de este interminable “período de recesión”, que decían algunos… Cuento con el testimonio de Unai, un joven periodista que acertadamente, ha decidido pasar una etapa de su vida en Inglaterra. Primeramente para perfeccionar su nivel de inglés (el eterno hándicap de nuestro entorno laboral por cierto) y segundo para recibir las primeras pinceladas del mundo profesional. El título del post ya lo indica, además de como fuente inagotable de experiencias, Inglaterra propone una interesante capacidad de empleabilidad e innumerables oportunidades de trabajo que bien canalizadas pueden complementar y fortalecer nuestro pasaporte vital y profesional. Gracias Unai por mostrarte dispuesto a colaborar y a compartir tu historia de joven inquieto. Adelante:

“Me presento. Me llamo Unai Sarriugarte, graduado en periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y soy uno más de los muchos jóvenes españoles a los que les ha tocado dejar atrás a familia y amigos para ir en busca de un futuro laboral más próspero. Tras finalizar los estudios universitarios realicé unas prácticas de 4 meses en el departamento de comunicación del hospital de Basurto en Bilbao. Dada la dificultad para desarrollar mi carrera como periodista en el entorno cercano, algo más que limitado, decidí tomar las riendas de mi futuro y empecé a valorar ofertas de empleo en el extranjero. Detecté como prioritario mejorar mi capacidad idiomática (el inglés principalmente) y por eso decidí centrar mi búsqueda en Inglaterra.

Unos amigos me recomendaron ponerme en contacto con agencias especializadas en la búsqueda de empleo en el extranjero y así lo hice. Tras telefonear y visitar varias de estas agencias empecé a colaborar con Oxonnet, agencia inglesa con gran expertise en hostelería (hoteles, restaurantes y bares). Mi prioridad era encontrar un trabajo como periodista, pero dado que mi nivel de inglés no era del todo bueno, decidí aceptar una oferta en el mundo de la hostelería. Los objetivos a alcanzar con este empleo eran entre otros: mejorar mi inglés, conocer una nueva cultura, un nuevo país y poder ahorrar algo de dinero conociendo de primera mano el mercado laboral. A día de hoy puedo afirmar que he cumplido con creces estos 3 retos iniciales.

Finalmente conseguí un empleo como camarero en la cadena de hoteles británica Warner Leisure Hotels. Me enviaron a un hotel de 4 estrellas situado en un pueblecito llamado Hungerford, a unos 100 kilómetros de Londres. He de reconocer que estaba asustado e ilusionado a partes iguales cuando crucé el lobby del hotel por primera vez… El alojamiento y la comida que se ofrece al staff no es de lo más cómodo ni de lo más apetecible pero ya iba mentalizado que tenía que sobreponerme a este tipo de impedimentos. No iba a permitirme cualquier tipo de queja. El salario para ser Inglaterra tampoco es nada del otro mundo, minimun wage: 6,70 libras la hora si eres mayor de 21 años. La diferencia abismal llega cuando comparamos este salario con el salario mínimo por hora en España, fijado en unos 5 euros, frente a los cerca de 10 euros de salario mínimo en Inglaterra. Por no hablar de las famosas propinas, más conocidas en Inglaterra como tips. Un buen mes un camarero puede llegar a ganar unas 300 libras en propinas, una inyección económica muy notable a final de mes. En España no hay costumbre de dejar propina pero en Inglaterra está muy socializada está acción, e incluso está mal visto no dejar esta “remuneración voluntaria” como señal de gratitud por los servicios recibidos.

En muchas ocasiones se hace duro dejar atrás toda una vida para recalar en ambientes que son totalmente desconocidos para nosotros, pero nadie dijo que sobrevivir en pleno siglo XXI fuese fácil, ¿verdad?. Adecuarse a la cultura, a las tradiciones y a las personas de otros países cuesta y mucho. Hay que desarrollar esa capacidad de tolerancia y adaptación de la que tanto nos hablan. Otra cualidad imprescindible que he podido comprobar es la paciencia, ya que tenemos que dejar de lado la cultura del aquí y ahora, para abrir camino al observar, reflexionar y actuar.

Inglaterra es un país que ofrece innumerables posibilidades de empleo. La tasa de paro en Inglaterra está fijada en torno al 7 por ciento, muy por debajo de la de España, que está en torno a un 23 por ciento. Es decir, que si decides trasladarte a Inglaterra con la intención de trabajar, el ratio de posibilidades de encontrar un empleo son infinitamente más altas que en España. Sobre todo en el sector de servicios y de la hostelería. En el tiempo que llevo aquí he recorrido unas cuantas ciudades como Oxford, Reading e incluso Londres y las ofertas de empleo están latentes en cada rincón o esquina de estas ciudades.

Empecé trabajando en el restaurante del hotel a principios de Octubre de este año. No todo es fácil y de color de rosa, para nada. Cansado del egoísmo y las malas formas de parte de la plantilla del restaurante, del estrés del servicio y de la antipatía hacia mí de algunos de mis clientes al de un mes solicité el traslado para trabajar en el bar del hotel. Puesto de trabajo en el que al contrario que en el restaurante, me siento muy cómodo y respetado. Si de algo me está sirviendo esta experiencia es para cerciorar que las relaciones entre las personas son la base de cualquier trabajo.

Dentro de un mes finalizará la experiencia laboral en este hotel británico y tendré que valorar, nuevamente, cual va a ser mi siguiente paso. Mi mejora en el inglés desde que estoy aquí ha sido notable. Me veo mucho más suelto y relajado a la hora de hablar y entiendo más o menos bien a casi toda la gente. Por lo que, si os veis con la necesidad de aprender inglés, os animo a todos a buscar un trabajo en Inglaterra. Otra de las cosas que he podido detectar es que los entornos laborales son un buen mecanismo y una buena herramienta para poder mejorar en el uso y en el aprendizaje de una nueva lengua.

Las expectativas de volver a Inglaterra el próximo año a trabajar son muy altas. Pero está vez intentaré buscar un trabajo algo mejor remunerado, ya que existen posibilidades reales de que lo encuentre. Además intentaré moverme a una ciudad donde haya algo más de vida que en el pueblo en el que estoy. Porque no todo es trabajar.

Esta es mi breve historia en Inglaterra. Espero que sirva como ejemplo porque a título personal puedo decir sin ninguna duda que ha sido una experiencia increíble (con cosas buenas y malas, pero la vida consiste en esto, ¿no?). Inglaterra está abierta a vosotros si el día de mañana queréis venir a trabajar aquí. La cuestión es: ¿Estáis dispuestos a dejar atrás vuestras vidas para disfrutar de una vivencia inolvidable?. Espero que la respuesta sea un mayúsculo.”

KNOWMADS: LOS TRABAJADORES DEL FUTURO

KNOWMADS

Knowmad. Este novedoso concepto que empieza escucharse con fuerza en el argot empresarial es un neologismo que combina y maximiza las palabras know (conocer,saber) y nomad (nómada). Concentra las características que ha de tener un trabajador en el contexto actual para hacer frente a los retos profesionales de futuro, convirtiéndose en un nómada del conocimiento. La definición fue creada en el año 2011 por el experto en mercado laboral John Moravec, fundador de Education Futures, para definir a los trabajadores nómadas del conocimiento y de la innovación. Knowmad hace referencia a un nuevo perfil de profesional que ha de ser principalmente innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores menos adaptados al entorno. Además debe ser autodidacta en esta sociedad 2.0 nutriéndose y aprovechando el potencial del conocimiento proveniente de internet y de las nuevas tecnologías, principalmente digitales.

Raquel Roca (a la que agradezco enormemente su colaboración en el presente post) es la autora del libro ‘Knowmads, los trabajadores del futuro’ además de profesora del Postgrado de Experto en Marketing Digital del IEDE Business School y del Master en la Gestión del Talento en la Era Digital de LaSalle International Graduate School & LIDlearning. Una experta en la materia vamos. @Raquelroca (su perfil en Twitter) señala que “no es una moda, ni un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millenial, sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real que tiene detrás”. Además sostiene que todo aquel que viva en esta era está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo “hiperconectado e hiperdigitalizado”. Aquellos que no empiecen a practicar estas destrezas quedarán fuera del mercado laboral, o así lo atesoran los defensores de esta corriente. También las empresas que no se hayan puesto manos a la obra para gestionar a estos perfiles corren el peligro de ser menos competitivas. Raquel Roca es así de tajante para definir a estos profesionales “sociables y sociales a los que les gusta expandir el conocimiento -en red- y que están preparados para aprender -o desaprender si hace falta- de un modo no convencional”. Roca afirma que “el conocimiento es el valor añadido de estos trabajadores, el nuevo capital que les va a asegurar su empleabilidad. Y no se trata de un perfil laboral, es una actitud que puede adoptar cualquiera y en cualquier etapa de su vida”.

Lo que determine el futuro de una persona no dependerá del entorno geográfico de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de progresar en el mundo laboral. Se entra de este modo en la era de la meritocracia donde las capacidades de las personas pueden florecer por sí mismas y ser valoradas con criterios objetivos. La digitalización, un cambio en el modo de vida y en la forma de trabajar son algunos de los factores que están impulsando la proliferación de los knowmads que, según Raquel Roca, representarán el 45% de la fuerza laboral en 2020. “Van a ser tantos que las empresas no van a tener más remedio que adaptarse a ello si quieren mantenerlos. Tienen que aprender a tratar al knowmad de la misma manera que a los trabajadores de plantilla, porque se trata de una fuerza laboral que va a iniciar su propio cambio”, asegura esta experta, quien conoce experiencias piloto en empresas del Ibex 35, “otra cosa es que puedan implementarlo. Son plenamente conscientes de que este cambio está basado en la responsabilidad y la confianza, que sólo funciona si los mandos participan como uno más”. Asimismo Google estima que en el año 2020 casi toda la población del mundo estará conectada a internet. Y es ahí, en ese contexto, donde los mismos expertos dibujan el perfil de un nuevo profesional: el knowmad.

Un estudio elaborado por el banco ING-DiBa predice que en solo dos décadas los robots coparán 18 millones de empleos en Alemania, cerca de la mitad del total. El desarrollo de la robótica permitirá a la industria reemplazar el 59% de los puestos actuales de trabajo por robots, parece ser que más productivos y rentables que los humanos. Sin embargo, por mucho que avance y progrese la tecnología hay cosas que las máquinas nunca van a poder ser capaces de hacer, y esto tiene que ver con los trabajos creativos, la innovación, la resolución de problemas, la emocionalidad… Aquí entra en juego el conocimiento. O lo que es lo mismo: la comprensión de datos e información, siempre puesta al servicio de la innovación y de la imaginación.

¿Pero qué es lo que caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de características, en lo que denominan pasaporte de habilidades:

  • No tiene una edad determinada.
  • No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer cotidiano.
  • Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
  • Está alfabetizado digitalmente.
  • Transforma la información en conocimiento y la comparte.
  • Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
  • Utiliza la información abierta y libremente.
  • No entiende de fronteras.
  • Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
  • Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
  • Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
  • No le asusta la experimentación ni el fracaso.
  • Es responsable de sí mismo.

Al contrario que el millenial (nacido entre 1981 y 1995), no tiene edad, cualquier persona está capacitada para tener mentalidad nómada. Tampoco entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como una ocupación que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo. Es un generador de ideas, tiene recursos para salir adelante en cualquier situación. Además de imaginativo tiene la capacidad de transformar todo aquello que imagina en ideas productivas. Eso sí, ese sentimiento de libertad hace que no le guste recibir órdenes.

El knowmad domina las nuevas tecnologías, comprende su funcionamiento y las aprovecha en su beneficio, ya que aprende continuamente de ellas. Una de sus principales habilidades del knowmad es que transforma la información en conocimiento y la comparte abiertamente, es una especie de antena tecnológica que avisa sobre lo que está sucediendo. Maneja con soltura las redes sociales y, por tanto, comparte información, lo que le hace estar siempre al tanto y alerta de lo que sucede en el mundo. Sabe que el talento y el éxito dependen de esa pertenencia a redes del conocimiento. Al contrario de lo que puede parecer, no es un ermitaño, al que le guste la soledad: le puede gustar trabajar en solitario (desde cualquier lugar, una cafetería, una playa o la misma oficina), pero le importan las personas. Sabe que son importantes, porque generan conocimiento y oportunidades.

Tiene además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona, profesional, muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el aprendizaje es para toda la vida (longlife learning), sabe que siempre tendrá que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios, internet, libros, vivencias de otras personas…). “Al asumir este hecho es capaz de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de las necesidades que vayan surgiendo”, explica Raquel Roca en su libro. Y es esta capacidad para actualizarse lo que le convierte en un profesional adaptable y moldeable, perfecto para los entornos laborales en donde prima la diversidad y la innovación constante. Son capaces de convertir su talento en el mejor activo.

No le asusta el fracaso ni experimentar, lo que no está exento de errores. Los asume, aprende de la experiencia y avanza. Otra de las características de los knowmad, y una de las más importantes, es que es responsable de sí mismo. Por lo tanto, líder de él mismo, que no espera que sean otros, “la empresa, el Estado, la sociedad… los que vengan a buscarle”, explica la autora Raquel Roca. No deja en manos de terceros su futuro profesional.

Este perfil profesional funciona como Google y Gmail: organiza y agrupa. Ésta es la clave, no la cantidad de proyectos sino la de conexiones entre unos y otros, buscan conexión para ser más productivos, menos es más. No duplican, agrupan. Por lo que estos nuevos profesionales a los que podríamos definir como vinculadores de oportunidades ya se están haciendo un hueco en nuestra sociedad. ¿Te atreves a ser un knowmad?. 

 

#IamFair

Post cuadrado - colorPocas son las ocasiones en las que la solidaridad, el arte y la cultura se hacen un hueco en nuestra agitada sociedad tan mediatizada por otros ámbitos de interés. El movimiento Fair Saturday que se celebrará a nivel mundial el próximo 28 de noviembre nos propone en esta edición 2015 un día para cambiar el mundo a través del arte y la cultura. Bonito reto sí señor.

Tuve la fortuna de conocer este proyecto desde sus inicios y no quedé indiferente ante el potencial social del mismo y sobre todo ante la ilusión mostrada por sus promotores, traccionados por el siempre genial Jordi Albareda. Por eso mismo no quería dejar pasar la oportunidad de felicitarles por esta brillante iniciativa y apoyarles a difundir el esperanzador mensaje que nos plantean. El arte y la cultura deben asumir sin duda un papel protagonista en nuestra sociedad ya que actualmente, por desgracia, no lo tienen.

Nos movilizamos por muchos motivos, por deporte, por política, por ocio consumista… ¿Y por qué no por arte y cultura?. Fair Saturday es un movimiento global de carácter cultural y social desarrollado por artistas y organizaciones culturales que actuarán masiva y simultáneamente el último sábado de noviembre de cada año. Con cada evento apoyarán asimismo a una ONG o proyecto social.

El 28 de noviembre de 2015, artistas, organizaciones culturales, grupos y espacios de distintas ciudades se unirán con un objetivo: actuar para cambiar el mundo.

¿Para qué organizar un evento como Fair Saturday?

  1. Situar el arte y la cultura como protagonistas en el centro de la sociedad cada año.
  2. Valorar la labor de creación artística y cultural como motor de creación de riqueza social y económica.
  3. Aportar difusión, una gota de financiación y reconocimiento a ONGs y proyectos sociales.
  4. Unir pueblos y culturas a través de un movimiento global basado en el arte y la cultura.

¿Quién puede participar? 

  1. Artistas y creadores. Cantantes, grupos de música, grupos de teatro, de danza, pintores, escultores, fotógrafos, escritores… Todos los artistas comprometidos en general tienen cabida dentro del movimiento global Fair Saturday.
  2. Espacios y promotores. Asociaciones y organizaciones culturales, promotores de eventos, teatros o locales socialmente responsables pueden sumar a Fair Saturday los eventos que organizan el último fin de semana de noviembre.
  3. Proyectos y ciudadanos. Para que Fair Saturday tenga éxito es imprescindible la colaboración con ONGs, proyectos sociales y ciudadanos sensibles con el arte, la cultura y la justicia social. Sin ellos no podríamos cambiar el mundo.

Filosofía

  1. Artistas. Artistas y creadores de todo tipo participan en eventos dentro del movimiento Fair Saturday, ya sea organizando su propio evento o integrando en la iniciativa un evento existente el último sábado de noviembre.
  2. Eventos #Fair. Creando miles de eventos con fines sociales el mismo día ganarán los artistas, las personas creadoras, las entidades culturales, la industria cultural en general, los proyectos sociales… y ganará la sociedad.
  3. Proyectos sociales. Cada uno de los eventos organizados apoya a una ONG o proyecto social de la forma en que decida el artista u organizador del evento, promoviendo proyectos sociales que ayudan a cambiar el mundo.

Entre todos podemos crear un día lleno de cultura, ilusión y esperanza el próximo 28 de noviembre. #IamFair, ¿y tú?.