CORRUPTORES Y CORRUPTOS

SatanascontraJesusUno no se puede quedar impasible ante el vendaval de noticias de corrupción que estamos recibiendo últimamente desde los diferentes medios de comunicación. Sobre este tema, que creo de vital importancia, he tenido la suerte de debatir e intercambiar impresiones con una persona a la que tengo en alta estima tanto por su faceta humana como profesional. En las siguientes líneas se recoge un texto fruto de nuestras conversaciones acerca de los corruptores y los corruptos.

La sociedad española sufre el cáncer de la corrupción desde los años ochenta. La frase de un ministro de la época “España es el país de Europa donde uno se puede hacer rico más rápidamente”, define el comienzo de una tendencia que 30 años después se manifiesta en una metástasis que prácticamente invade a todas, o casi todas, las instituciones que constituyen el entramado socio-político-económico del país. Además de afectar también a cada ciudadano en particular, una de las causas de la corrupción generalizada es el descrédito de los verdaderos profesionales, tanto los que ejercen su función en las instituciones públicas como en las privadas. Ambas son manejadas por supuestos “gestores” a quienes nadie controla sus capacidades técnicas ni la legalidad de sus acciones. Ministros y altos cargos del Gobierno, dirigentes autonómicos, municipales, “gestores” de empresas lo mismo sirven para un roto como para un descosido. Los últimos ejemplos en Sanidad, Justicia, RENFE, grandes corporaciones del IBEX 35, etc… certifican lo dicho anteriormente.

La incompetencia genera corruptos y cuando estos corruptos, sin tener actitudes técnico-éticas, seleccionan a otros corruptos, aquellos se convierten en corruptores. En medio de esta confusión en donde las aportaciones como “y tú mas”, “dejemos que la Justicia haga su trabajo”, es importante distinguir entre corruptores y corruptos.

Las personas no son ni intrínsecamente malas ni intrínsecamente buenas. Son imperfectas y de esa imperfección nace el concepto de corrupto (pecado original). Tanto en las pequeñas mentiras, engaños de poca monta, etc… como en las grandes estafas, económicas, políticas, morales, etc… está el germen de la corrupción que se justifica habitualmente porque es inherente a la condición humana. Sin embargo, la justificación del ladronzuelo no es la misma que la del gran estafador aunque la de éste se base en la comparación con infinito. Cinco por infinito es infinito y cinco mil por infinito también es infinito, por tanto en vez de “robar” cinco, robo cinco mil.

La idea de corruptor la podríamos sacar de la propia Biblia, corruptor es el que le juega la partida a Dios, es decir, Satán. A lo largo de la historia de la humanidad esa condición la tienen los dictadores, los señores feudales, los príncipes de la Iglesia, algunos de los actuales dirigentes políticos, sociales, empresariales y un largo etcétera.

Pero la pregunta sería: ¿Cómo atajamos la metástasis?, ¿Qué cirugía empleamos?. La sociedad española se ha caracterizado desde los años 80 por una ausencia de cultura respecto al medio y largo plazo y a esta ausencia se ha añadido en los últimos años la incapacidad para diseñar “Periodos transitorios inteligentes”. Las estrategias se diseñan en base a planteamientos de todo o nada, y en el mejor de los casos se decide seguir por la senda del continuismo fatalista que caracteriza a las instituciones mediocres.

“Los períodos transitorios inteligentes sólo pueden ser diseñados por personas y grupos inteligentes”. Huyamos pues de simplificaciones reduccionistas que lo único que hacen es introducir confusiones y negar la capacidad de solución de problemas complejos a aquellos que pueden y deben hacerlo.

Necesitamos proyectos que adecuen nuestras virtudes tradicionales – trabajo bien hecho, esfuerzo cotidiano, asunción de riesgos, etc.- a las realidades actuales. Tenemos que cambiar la dirección de la tendencia. Hemos de recuperar la preocupación por lo trascendente, por la convivencia, por la solidaridad y por la observancia de las normas éticas más elementales.

Los nuevos proyectos deben crear por tanto ilusión, generar expectativas, prometer y facilitar información y, sobre todo, poner a su frente líderes con credibilidad profesional y humana. Estos proyectos deben basarse en compartir una visión, unos valores esenciales y unos principios de actuación en los diferentes entornos sociales.

Es tiempo de profesionales.