Deporte para la Vida

nic3b1o-arbitro2Para celebrar el primer año del blog Empresamientos toca deliberar en este nuevo post sobre el trinomio Deporte-Educación-Sociedad haciendo una lectura en busca de sinergias y puntos de valor añadido entre estos tres conceptos. Cuando no conozco una materia en profundidad me gusta recurrir a la fuente de conocimiento y quien mejor que un apasionado del deporte y de la educación como Jose Mari Amorrortu para compartir con él esta reflexión. Un lujo la verdad. No me queda más que agradecer a Jose Mari su amable disposición por colaborar en este didáctico y lleno de sensatez escrito. Gracias y que lo disfrutéis.

¿Qué nos está demandando la sociedad actual? ¿Qué debemos mejorar para seguir evolucionando?. Necesitamos mayores cuotas de responsabilidad, sin duda, aplicando ética y valores que humanicen a la persona. El desarrollo del talento, la creatividad, la emocionalidad florecen en espacios donde la singularidad del individuo se tiene en consideración, se valora. El entorno deportivo es por tanto un magnífico laboratorio natural que invita al estudio de diferentes procesos psicológicos básicos en un contexto social cambiante y de gran complejidad. El análisis de estos patrones y comportamientos pueden ser adaptados y aplicables a otros ámbitos de la vida como pueden ser la empresa, la educación, la cultura o las relaciones interpersonales.

La realidad del deporte nos indica, que los deportistas deben estar preparados física y mentalmente para afrontar y superar las diferentes situaciones y vicisitudes que van a ir surgiendo a lo largo de su carrera profesional. Se les reclama, intensidad, velocidad, determinación…, pero al mismo tiempo control, equilibrio, pausa…, en definitiva, comprensión y capacidad de analítica al más alto nivel. Necesitamos deportistas que piensen, que sean autónomos, responsables y que tomen decisiones por sí mismos teniendo en cuenta y sopesando tanto los intereses individuales como colectivos, su entorno inmediato y la sociedad en general. Rompiendo de este modo con el trillado cliché del deportista como persona carente de formación académica y dotado de escasas capacidades de acceso al mercado laboral tras finalizar su etapa deportiva.

Educar en el mundo del deporte abarca toda la estrategia global de acompañamiento al joven y futuro profesional en su proceso formativo en el que el desarrollo personal y deportivo son facetas indivisibles de un mismo crecimiento. Por ello, debiéramos creer en una filosofía educativa centrada en el deportista, en la persona, donde ésta pasa a ser el protagonista de su aprendizaje.

Vivimos en un mundo cada vez más complejo, más competitivo, en el que se exige mayor y mejor preparación profesional (titulaciones, idiomas, experiencia internacional,…) y personal (capacidad de adaptación, de trabajo en equipo, creatividad, autodisciplina,…), y de todo esto nadie está exento, ni siquiera un deportista de élite.

La clave, desde una óptica educativa, es optimizar y priorizar el proceso formativo dotando al deportista en cada momento de lo que requiere desde múltiples enfoques: físico, médico, técnico, pedagógico, psicológico, etc… La educación personalizada es el mejor complemento y beneficio que éste puede obtener. Educar desde la complejidad atendiendo a la especificidad de la persona.

El factor decisivo por tanto es la persona en sí misma, es decir, su capacidad de conocimiento y el valor de su singularidad. Todo ser humano es infinitamente valioso y no debe instrumentalizarse, ya que tiene dignidad. Reconozcamos como fundamental formar y cuidar a nuestros jóvenes, ya sean deportistas o no.

Hoy en día hay una batalla en ciernes por el talento siendo los formadores esenciales en este proceso de capacitación y formación. El derecho a la diferencia debe coexistir con la igualdad de oportunidades. Debemos proponer a los jóvenes deportistas con talento un contexto de encuentro donde desarrollarse, descubriendo que un equipo es más que la suma de cada uno de los miembros que lo integra. La participación de equipos de profesorado (entrenadores, psicóloga, pedagogo, técnicos,…), se han de coordinar para dar respuesta a las necesidades de los jóvenes con talento. Hay que proponer un salto cualitativo en la formación que identifique a los deportistas, que contemple e integre el desarrollo de la persona y el desarrollo del deportista, en su filosofía, en sus metodologías, en sus infraestructuras y en sus recursos. La innovación es una actitud, no una aptitud, por lo que requiere de mentalidad abierta y positiva. Se puede conseguir, sin duda.

El proceso educativo debiera contemplar una serie de principios entre los que podemos destacar los siguientes:

  • Visión del deportista, del profesional, a largo plazo.
  • El deportista, el profesional, es el protagonista (pensante y autónomo).
  • El educador influye en el proceso de formación por lo tanto hay que formarle, a su vez, para que esta influencia sea positiva e integradora.
  • El éxito del educador es la mejora continua de cada deportista.
  • Lo importante es ganar, claro está, pero más importante es cómo ganar.
  • Queremos que el deportista aprenda que el éxito es superarse a sí mismo.
  • El educador en este contexto es responsable del desarrollo del talento de las personas y llevar hacia el futuro su evolución en los planos personal y deportivo.

No resulta osado plantear, por ejemplo, que las escuelas deportivas puedan tener su propio modelo educativo. No debiera estar en función de las ofertas formativas de fuera, sino que ha de tener su filosofía de aprendizaje, se ha de centrar en la apertura hacia el conocimiento tomando como referente no sólo los contenidos conceptuales y técnicos sino las vivencias y la visión prospectiva.

En el mundo de la empresa y de la sociedad en general, los modelos se reproducen. Lo primero y fundamental deben ser los valores. Educar y educarnos en valores. Valores y formas de actuar que aprendemos desde pequeños a través del deporte como la disciplina, el respeto, el trabajo en equipo, la responsabilidad, la escucha, la pluralidad, el reconocimiento, la comprensión, la autocrítica, el perdón… son a futuro aplicables en nuestras relaciones laborales, personales y empresariales. Una formación específica en valores identifica a la persona y al colectivo. Valores que van a conformar una seña de identidad, una marca personal, una esencia. Los que practican deporte tienen esos valores en su activo de manera vitalicia.

Como conclusión, este nuevo paradigma aquí planteado pretende formar al joven deportista para que supere con éxito los retos que presenta la sociedad actual, y esto será posible ofreciéndole todo un entorno educativo en el que pueda encontrar el estímulo necesario para satisfacer sus necesidades formativas en la doble vertiente deportiva y personal.

Ayudar al joven a alcanzar el pleno desarrollo global de sus capacidades y posibilidades, de tal forma que, cuando alcance la madurez, se encuentre perfectamente preparado para elegir y seguir su propio camino. Una educación personalizada, adaptada a un mundo de expectativas y exigencias, en el que los jóvenes puedan alcanzar una alta especialización desde el esfuerzo, la dedicación y la pasión.

Para acercarnos a tal fin, familias, profesores, formadores y entrenadores, deben trabajar en la misma dirección, cada uno desde su parcela, pero sin perder el horizonte de esta formación integral, ya que de este modo, paso a paso y sin quemar etapas, conseguiremos una persona madura, capaz de elegir el camino de realización más acorde con su personalidad, capacidades e intereses. El objetivo no debe ser formar deportistas sino ante todo personas globalmente formadas, con un nivel de preparación académica tal que les permita optar profesionalmente entre múltiples opciones, y si una de ellas es el del deporte, tanto mejor.

Estamos en un periodo en el que proyectar nuestra mirada hacia el futuro pensado en largo plazo es vital. Es necesario anticiparnos y estar en condiciones de afrontar este nuevo reto. Construyamos una cultura que se vaya modelando con la participación de todos, con profesionales apasionados, con inquietudes, preocupaciones y un afán incombustible por mejorar, una cultura de largo alcance, de largo plazo, que identifique nuestro modo de ser, de pensar, de vivir.

La reflexión sobre el mañana empieza por algo fundamental, que es lo que sostiene todo este proceso, se llama educación y debe convertirse en un verdadero must para nuestra sociedad.

PD: Muchas gracias Jose Mari por tu inestimable colaboración en el presente post. No me resisto a compartir contigo esta cita de Paulo Coelho: “Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas”.

 

En busca del Referente perdido

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Como decía aquel bello verso del poeta Antonio Machado y que tan armoniosamente adaptó Joan Manuel Serrat: Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Pues bien, siendo el camino la variable fija qué mejor manera que recorrer ese camino que en compañía, y mejor aún, qué mejor que hacerlo en buena y sabia compañía. En esta última etapa de mi carrera profesional he tenido la suerte de entrevistarme y compartir momentos de tertulia con un buen número de brillantes y relevantes profesionales del mundo empresarial actual. Cuando les pedía asesoramiento y consejo acerca de qué camino es el que debiera tomar en este instante vital y sobre todo cómo hacerlo, en la mayoría de casos surgía la figura del referente empresarial. Muchos de ellos habían tenido en algún momento de su carrera profesional a una persona que les guió, les tuteló, les mentorizó o les asesoró con un especial cariño. El referente es una persona que actúa de guía dentro de la compañía, y con el que se establece un fuerte vínculo de confianza y respeto mutuo. Una vez se aprueba de manera bidireccional ese acuerdo no escrito se te abre una puerta que te permitirá (si lo aprovechas adecuadamente) crecer como profesional y asumir nuevos retos dentro de la compañía gracias a la ayuda y apoyo de tu mentor. El referente va más allá del concepto jefe y esta unión supone sin duda una posibilidad real de desarrollo profesional basado en las relaciones y el buen hacer.

En mi caso todavía no ha aparecido ese gran referente unipersonal del que recibir ese singular tutelaje, aunque sí es cierto que hasta la fecha he tenido la fortuna de que ese referente se ha ido conformando con pedacitos de tiempo y consejos de muchos buenos y generosos profesionales. Un lujo, he de reconocerlo. Como me dijo A.A. en uno de estos encuentros: “Que tengas una carrera exitosa depende de ti, con empeño y esfuerzo seguro lo conseguirás, y no te olvides nunca de rodearte de un buen equipo”. Un certero consejo, ¿verdad?. Generar a tu alrededor un gran equipo, con personas ilusionadas, implicadas y motivadas que ayuden a crecer el proyecto empresarial, y a ti como profesional.

Reseñar que esa responsabilidad de búsqueda del referente también recae en el propio profesional. Para sobrevivir en el entorno empresarial hay que ser ágil, listo y tener la habilidad de entender las situaciones. Trabajar fielmente y de manera responsable ayudará a propiciar ese encuentro, esa conexión.

“Don’t pick a job. Pick a Boss. Your first boss is the biggest factor in your career success. A boss who doesn’t trust you won’t give you opportunities to grow.” ~ William Raduchel

A veces ese referente puede no formar parte de tu compañía pero sí de tu entorno empresarial cercano. Lee sobre él, acércate, que no te dé miedo establecer ese primer contacto… tu objetivo buscado es conseguir ser un cada vez mejor profesional y ten por seguro que va a surgir esa empatía inicial. En muchos casos ese referente va a verse proyectado en ti, como imágenes coincidentes reflejadas en un espejo atemporal, y no va a dudar en ayudarte. ¿Y cómo se consigue ser un cada vez mejor profesional en base al referente? Escuchando, escuchando a los que saben, a los que han vivido circunstancias parecidas a las que has vivido o te tocará vivir. Por eso la escucha humilde es fundamental en este punto ya que hará de tus decisiones cada vez más atrevidas, personales y consolidadas. Si tienes la fortuna de recibir formación y tutelaje por medio de diferentes vías de conocimiento tendrás que hacer el ejercicio de filtrar y analizar esa información con el fin de plantear un discurso propio, rico y complementado con la sensatez de tu experiencia. No conviene cegarse por prédicas cortoplacistas ni por idolatrías esporádicas.

En estas épocas de crisis en la que el trabajo brilla por su ausencia hay que dar un voto de confianza a la solidaridad. Evita a los falsos referentes que desvirtúen tu camino, a veces no será fácil detectarlos, añade a tu camino personas positivas que sumen, siempre sumar, esa es la clave. Porque si algo tiene que coexistir en las relaciones empresariales y personales son las buenas prácticas, ya que nunca sabrás qué caminos mal pisados se volverán a entrecruzar en tu destino. Sé honesto y claro. Siempre.

No hay que olvidar, por último, ese compromiso de tenencia de memoria histórica, ya que en algún momento futuro te tocará devolver ese favor moral en forma de tutelaje a otro joven merecedor de ser portador de un poco de tu esencia empresarial y personal.

Para despedir este post asumo la osadía de adaptar ese gran verso inicial de Antonio Machado: Caminante, no hay camino, se hace camino al escuchar.

Veamos pues que nos deparan las voces del camino…

Valentía en las arenas del desierto

foto finalRecién entrados en el 2015 que mejor manera de empezar este nuevo año que compartir otro gran ejemplo de superación y valentía ante la toma de decisiones tanto personales como profesionales. Con 28 años ya ha vivido en un sinfín de países y ha visitado más ciudades de las que podría enumerar.

La autora de este ilusionante testimonio, Ángela, me plantea además que como apoyo a la experiencia de esta lectura le pongamos una banda sonora con la canción ¨Lighthouse¨ de Patrick Watson. Me parece una más que acertada propuesta ya que la música nos va a permitir transportarnos al interior de este relato desde un punto de vista más emocional, más receptivo.

Así que poneros cómodos, darle al play y a disfrutar de esta motivadora historia que merece ser contada…

Antes de afrontar estas primeras líneas, que serán sin duda un ejercicio de autoreflexión, quería recordar aquella conversación en la que Aitor me invitó a contar mi historia en su blog como ejemplo de superación y motivación para los jóvenes de hoy en día. ¿Yo? ¿Cómo ejemplo? La verdad que me sentí un poco abrumada pero acepté el reto. Es cierto que la propia intensidad y actividad frenética de estos últimos años no me han permitido pararme a analizar mi trayectoria con la calma necesaria. Haciendo un rápido barrido retrospectivo sí estoy orgullosa de lo vivido por lo que ya me siento un poco más legitimada para poder contar mi experiencia si con ello, además, pudiese servir de ayuda a alguna persona.

¿Deberíamos arriesgarnos y saltar a lo desconocido cuando todo parece contras en vez de pros? ¿Probar ciegamente lo que a priori se intuye como un salto al vacío? Sin duda .

Mientras escucho la canción de Patrick Watson ¨Lighthouse¨ (os recomiendo que disfrutéis de esta bella canción si os decidís a leer estas líneas), me pasa por la mente todo lo vivido hasta la fecha y una sonrisa tímida despierta en mi cara pensando que esto aún no ha terminado y que todavía queda un largo y emocionante viaje, el viaje de la vida.

Esa vida que intentamos disfrutar y que asociada a las decisiones marcarán El Camino, más o menos acertadas nos guiarán y determinarán el resto de nuestros días. Decisiones profesionales que sin duda arrastrarán a las personales, a veces nos conducirán a un lugar sin retorno, sin marcha atrás. Volcar las emociones y seguir nuestra intuición en pro del desarrollo laboral, abandonando lo que para muchos es algo vital e innegociable, disfrutar de una vida personal lo mas normal posible, o lo que la sociedad entiende por normal al menos.

Ese tipo de vida normal no estaba en mi cabeza y aposté por mi desarrollo laboral, sin saber las vueltas que daría en esta ruleta rusa llamada vida. A mis 28 años varios cambios de trabajo y sobre todo múltiples saltos geográficos a lo largo y ancho del mundo desde mi Albacete natal. Lugares como Alicante, Malta, Barcelona, Ibiza, Irlanda, Londres y ahora Dubai, ..X.., han hecho algo complicado mantener una vida común y acorde a lo establecido.

Esos cambios no sólo geográficos han modelado un carácter muy personal con una forma de ver la vida a veces singular. Pero sobre todo han marcado la persona que hoy en día soy, una soñadora insaciable con hambre de MÁS, curiosa hasta el infinito, amante de la música, de lo sencillo, sin miedo a arriesgar, a caer… Hoy dedicada en cuerpo y alma a mi trabajo como azafata de vuelo, o como me gusta verme, una simple transmisora de experiencias y emociones.

No nos dejemos llevar por una sociedad corrompida por el medio, lo material y lo deshumanizado. Apostemos por nosotros mismos, por nuestras capacidades y arrojo, por nuestras ganas de superación, por la fidelidad a nuestras decisiones… y todo ello con un sutil toque de vanidad constructiva. Nadie se rinde si uno no quiere. La valentía se verá recompensada con la satisfacción personal de poder seguir nuestro camino por el sendero que hemos elegido voluntariamente, el que nos hace feliz y nos regala una sonrisa de aprobación cada mañana. Hasta el día más lluvioso parecerá una simple borrasca con un sol esplendoroso esperando lucir detrás. Hay que saber esperar, luchar y trabajar mucho y duro, sin miedo al mañana. Las oportunidades están ahí, sólo hay que saber interpretarlas.

SAL, MIRA EL MUNDO, COMPARTE, EMOCIONATE, DISFRUTA, SUFRE,     ARRIESGA, CONQUISTA Y SIEMPRE LUCHA POR LO QUE QUIERES.      

 BELIEVE IN YOURSELF.

Después de una temporada en Londres aterricé en Dubai. Llegué con la maleta cargada con algo de incertidumbre y temor al ser una cultura muy diferente a la mía pero también con curiosidad de ver que me deparaba esta ciudad tan en auge. Ya han pasado 2 años de mi llegada. Dubai, una ciudad relativamente nueva, de actividad frenética y diferente a todo lo anterior que había vivido pero que desde el primer día me acogió con los brazos abiertos. Para muchos considerada como una jaula de oro, riqueza en su máximo exponente confluye con una pobreza que muy pocos quieren ver. Mezcla que hace relativizar la simplicidad de las cosas mostrando los extintos valores de la sociedad moderna y la constante búsqueda de la simple satisfacción material. Remitiéndome a una gran cita: ¨La felicidad no depende de lo que uno no tiene, sino del buen uso que hace de lo que tiene¨.

Mi trabajo en una de las mayores compañías del mundo me ha brindado la oportunidad no sólo de llegar a conocerme mejor como persona, progresar, conocer a compañeros y amigos de todos los continentes y vivir experiencias inolvidables, sino de satisfacer muchos de mis sueños como el de seguir viajando y aprendiendo de las diferentes culturas de este mundo con la mente siempre abierta a cualquier atisbo de nuevas emociones. Experiencias únicas como practicar el surf o el buceo en lugares idílicos que nunca habría imaginado a veces superando y empujando límites personales que me imponía mi propio miedo. Hay que vencer ese miedo inicial, ese que da vértigo y paraliza la mente y el cuerpo, que impide pensar con claridad. Porque una vez se superan todos esos miedos y prejuicios lo que viene después es un nuevo escenario lleno de oportunidades y realización personal.

Mi camino en el mundo de la aviación dura ya 5 años y enamorada de él desde que empecé me ha ofrecido vivencias muy hermosas y satisfactorias pero también muchos momentos de soledad, nostalgia y tristeza al cerrar esa puerta del hotel, al despedirme amargamente de una mirada llorosa, al mostrarme la fuerte cuando muero por dentro, al perderme muchos momentos importantes en familia, cumpleaños en los que una simple sesión de skype se cuela de invitado estelar, comer las uvas de fin de año en mi casa voladora a 38.000 pies, ¨dejar¨ amigos en el camino o no ver crecer a mi hermana Laura entre otros….. Acompañada continuamente por los terroríficos ¨jetlags¨ y demás problemas típicos de la profesión y por supuesto una vida personal pospuesta a una etapa que quizás me deje en tierra por más tiempo.

El balance después de todo este periplo aún habiendo dejado atrás muchas otras cosas es sin duda más que positivo. Muy agradecida y orgullosa por lo vivido y lo que podré transmitir en un futuro, con la mirada pícara de una niña sin miedo a seguir arriesgando y disfrutando y esperando ver que tiene la vida preparado en la trastienda.

¿Resolvemos la ..”X”.. del inicio? Mejor NO…Dejarse llevar suena demasiado bien…

Con este humilde consejo me despido: What you want is on the other side of fear!

Suerte y que la buena música te acompañe amigo…”

PD: Muchas gracias a Ángela por compartir esta maravillosa historia, una historia cercana, real y motivadora. Que valerosas decisiones sigan marcando tu camino con pisadas firmes y repletas de éxitos sin olvidar levantar el polvo de miedos pasajeros a tu paso.