Los ricos de España y la Moda

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Si hablamos de los ricos del mundo, Bill Gates sigue siendo el primero en el ranking publicado recientemente por la revista Forbes, con una fortuna superior a los 75.000 millones de dólares. Pero no muy lejos del multimillonario americano encontramos a Amancio Ortega, no sólo es el primer español de la prestigiosa lista, sino el más rico de la industria de la moda, con una riqueza estimada en 67.000 millones de dólares. Amancio Ortega, esa persona que partiendo de la nada ha llevado su empresa y marca, Inditex, por todos los rincones del mundo, se ha consolidado nuevamente en 2016 como el retailer más poderoso y rico de Europa.

Ortega está muy por delante de magnates de la moda como Bernard Arnault, presidente de LVMH, el francés que ocupa el lugar número 14 de los más ricos del mundo y la segunda persona más adinerada de Francia, después de Liliane Bettencourt (de L’oreal), con un lujoso conglomerado de más de 70 marcas internacionales. Entre ellas Louis Vuitton, Sephora, Tag Heuer y Dior, entre otras, sumadas a la red comercial de retail de 3.700 establecimientos. Pero, su fortuna es de 34.000 millones de dólares. Prácticamente la mitad de la del fundador de Zara. ¿Cómo interpretar estas cifras? ¿Es ésta la muestra de que el low cost y la fast fashion han conseguido sacarle ventaja al lujo en cuanto a modelo de negocio a la hora de enriquecerse?.

La exclusividad del lujo es indiscutible. En cambio, Inditex, con sus marcas Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe ha conseguido llegar a un público diverso planteando un concepto moda al alcance de la mayoría y globalizada, no solo en puntos de venta físicos, sino online y con una capacidad de diseño, creación, producción y logística estudiada como case study en las principales universidades.

Con una manera distinta de trabajar en la industria, el otro hombre de la moda en España es Isak Andic, fundador y principal accionista del grupo Mango, presente en 105 países con más de 2.730 tiendas. Isak es el quinto hombre más rico de España con una fortuna de 4.800 millones de dólares, tal y como también publica Forbes. La expansión de Mango se basa en un modelo de gestión empresarial que consiste en un acuerdo de franquicias que le permite estar presente en varios mercados con bajo volumen de inversión y pleno control de todas las variables de marketing. Además, genera ingresos adicionales a través del cobro de derechos y royalties. Mango ha sido además pionera en las colaboraciones con famosos como las hermanas Penélope y Mónica Cruz en la parte creativa, y en los últimos años han incluido a personajes relevantes en su estrategia de marketing: Miranda Kerr, Gerard Piqué, Andrés Velencoso, Cara Delevingne o Kate Moss son algunos de los rostros que han formado parte de sus catálogos y campañas publicitarias.

Tras Inditex y Mango, Desigual es otra de las marcas españolas presentes en las más selectas esquinas de las capitales del mundo. Aunque en los últimos años han surgido muchas firmas que fundadas un poco antes e incluso durante la crisis, han sabido hacerlo muy bien y ya cuentan con redes de tiendas y facturaciones millonarias. Casi todos las conocemos. Bimba y Lola, fundada en 2006 es otro ejemplo de éxito, con su “lujo asequible”, una imagen consolidada y diseños innovadores que triunfa tanto en España como en el extranjero. Otros casos de marcas españolas consolidadas son Shana, fundada en 2010 por un ex ejecutivo de Inditex. Kling, una pequeña cadena de ropa femenina alternativa que empezó vendiendo en el mercado de Fuencarral y un estilo muy propio, fundada en 2004 por un estudiante de sociología de Buenos Aires. O la marca de ropa femenina y masculina, más clásica y muy reconocida, El Ganso, fundada en 2004 por dos amigos con buenas ideas que han sabido hacer realidad.

Francia e Italia siguen focalizadas en el lujo. El mercado español, el más competitivo de Europa, parece seguir centrado en el precio, aunque marcas como Bimba&Lola se dirijan a un target que prefiere gastar un poco más a favor de un producto diferenciado y de calidad. Zara y Mango son a día de hoy referentes en cuanto a expansión internacional por la brillante estrategia seguida estos últimos años. El prestigio mundial generado por estas grandes firmas del retail de moda ha permitido que se consolide la reputación e imagen del sector moda a nivel nacional. Tiene lógica y gracias a estos pasos previos las empresas más pequeñas tienen ahora la credibilidad internacional necesaria en torno al sello “Moda España”. Si unimos esto al talento y creatividad de los nuevos emprendedores y diseñadores que salen de las escuelas tenemos como resultado fórmulas ganadoras que sin duda nos reportarán muchos y satisfactorios resultados. No nos sorprenderá encontrar un nuevo rico de la moda en la lista Forbes del año 2020 ya que este sector se ha posicionado como un verdadero tractor de la economía española. ¿Quién o quiénes serán los nuevos magnates de la industria en los próximos años?. Parece, que ser rico está de moda.

PD: Agradecer enormemente a la periodista y experta en moda Ana Patiño su inestimable colaboración en este post. ¡Moitas grazas!.

EL DESALIENTO DEL TALENTO

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Sí, así es, el talento está sufriendo en lenta agonía, ahora mismo, mientras leemos estas líneas. Se percibe en el ambiente, en las empresas, en las conversaciones de café, en el gris de muchas miradas. Ya no podemos lamentarnos con culpas sinsentido hacia ese ente llamado crisis, no lo podemos permitir más. Uno de sus malditos colaterales está siendo el reguero de desencanto y desaliento que está afectando ya a muchos profesionales. Corrupción, mentiras, enchufismos ligados a burocracias de parentesco, pasotismo social, conformismo barato… Toda esta amalgama de negatividad está provocando que se desaproveche el valioso potencial de grandes personas talentosas. Éstas se sienten cada vez más frustradas ante la no aceptación generalizada de la meritocracia, como no podía ser de otro modo. Ya no sirve con un: ¡Vete de tu hogar, de tu país, para labrarte un mejor futuro!. No, cuando queda, aunque sólo sea un poco de responsabilidad social y moral para con tu pueblo, te indignas y mucho. No puedes más que enviar un mensaje de crítica, de auxilio, a los oídos sordos de los que tienen que decidir para solventar esta ruin situación. La falta de oportunidades para este colectivo de personas que deben ser el motor del desarrollo de nuestra sociedad está ahogando sus ilusiones, sus ganas de prosperar y de generar valor añadido en sus quehaceres diarios. Se han convertido en piezas no encajables del sucio y mal engrasado mecanismo de un progreso anquilosado en el ahora y no en el mañana. Figuras que ya no brillan a la espera de una voz que les saque de esa oscuridad que corta las alas de la creatividad, de lo nuevo, del cocrear… Los mediocres han provocado que el talento se consuma mansamente mutando en algo parecido y con forma de “destalento” (desaliento del talento). Pero este proceso será reversible, que no os quepa duda alguna.

¿Cuando se darán cuenta los que actúan en nombre y representación de los ciudadanos que lo que sustenta el desarrollo económico, humano, social, el desarrollo como país civilizado, se apalanca en la formación y en la capacitación del capital humano?. Nuestro sistema educativo defenestrado a una liga de segunda al igual que las políticas de retención y potenciación del talento. Principal error. ¿Para qué preocuparse en aplicar modelos de países desarrollados como el de los nórdicos?. ¿Para qué?. Es mejor perderse en luchas anodinas de poder con fecha de caducidad cuatrienal y vender la imagen de ladrillo, toros, sol y “paela” para sacar máxima rentabilidad de dudosa procedencia. Mientras tanto seguiremos viendo en las noticias como los mejores científicos, como los más galardonados y reconocidos tecnólogos, como los grandes profesionales tienen que seguir haciendo las maletas en busca de su lejano porvenir. Ya no quieren seguir rogando por las migas del pan caduco que les ofrecen sus ya ex-dirigentes políticos, no les representan. Eso sí, toda esta fiesta pagada hasta la fecha a costa del padre Estado y la madre Patria. Lamentable. Lo más triste de esta historia es que únicamente nos quedamos con la imagen de telediario que muestra los éxodos masivos de nuestro talento por tierra, mar y aire. Son los menos. El gran potencial, el talento más recuperable, sigue oculto en nuestras fronteras, agazapado, a la espera de su momento. Sólo nos queda desear que aún no sea demasiado tarde y que cuando el llamador de la puerta suene, alguien todavía ilusionado aparezca al otro lado. Y al que recibiremos afectuosamente con un: Adelante Sr. Talento, entre usted hasta la cocina y sea muy bienvenido, hace tiempo que le estábamos esperando”. 

¿De profesión?. Soy buscador de trabajo señor Presidente

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¿Que cuál es mi profesión?. Soy buscador de trabajo señor Presidente. Me extraña que un profesional de su categoría no sea conocedor de este nuevo empleo surgido en tiempos de desesperación. Pregunte por la calle, pregunte… Como sabrá soy una más de las 4 millones de personas desempleadas que estamos a la espera de esa oportunidad laboral. Y que no termina de llegar por cierto. Además, por el simple hecho de ser mujer todavía me sigo encontrando con más trabas, si cabe, que mis masculinos compañeros a la hora de encontrar trabajo. Pero que le voy contar a usted que tanto sabe de la equidad numérica. ¿Qué si estoy preocupada?. Claro. Entendiendo el concepto pre-ocupación como ese período temporal previo, si dios quiere, a que consiga una ocupación. Y por supuesto que estoy preocupada, no le quepa duda, pero he decidido que desesperarme no va a ser la solución. Por tanto lo que debo hacer es reflexionar para definir una estrategia que me permita salir de esta desastrosa situación.

Me tengo que entrenar para la búsqueda de trabajo, es mi ocupación actual. Le dedico unas 6 horas al día, casi como un trabajo en sí mismo, porque lo es. No tiro la toalla y sé que tengo que ser proactiva a la hora de buscar empleo. La vida me ha enseñado que si quiero algo tengo que luchar por ello, así que no me verá perdiendo el tiempo en el sofá a la espera de que vengan en busca de mi talento. Esas épocas eran otras, recuerde, recuerde. He decidido que mi trabajo ahora es buscar trabajo, sin remuneración salarial pero con expectativas de que el ROI* de mi inversión temporal supere pronto el VAN > 0**. Ah… ¿no me ha entendido?, disculpe. Es que me licencié en empresariales hace ya 2 años y quería hacerle un símil financiero con las esperanzadoras expectativas que tengo. En definitiva, que lo que quiero transmitirle señor Presidente, es que espero y deseo que todo este esfuerzo que estoy aplicando acabe fructificando en un empleo digno.

Mi abuela también me dice en tono jocoso que mi profesión podría ser la de procesionaria, porque mi CV va de procesión en procesión buscando la divina profesión. ¡Un poco de humor hombre!. Mi intención no es aburrirle, de veras, pero la vida se ve mejor con una sonrisa, ¿no?. Soy consciente de que hay que trabajar duro antes de conseguir un trabajo, por lo que suelo ensayar a conciencia para los procesos de selección. Lo tengo todo estratégicamente preparado, para que no me pillen por sorpresa y así poder dar respuesta a preguntas tan dispares como: ¿Quién ganaría en una pelea entre Batman y Spiderman?, si fuera un repartidor de pizza, ¿cómo se beneficiaría de las tijeras? o ¿cuántas veces se cruzan las agujas del reloj?. La planificación es la clave del éxito. ¿Recuerda sus primeras entrevistas?. Perdón, perdón… Humor negro. Disculpe de nuevo, que estamos hablando en serio.

Y yo me pregunto, ¿por qué no idean y aplican políticas (más) efectivas en torno al empleo?. Fíjense en modelos internacionales que funcionan y déjense asesorar por los que saben. ¡Qué la rueda ya está inventada!. Pero bueno, quien soy yo para darle consejos a usted, que tanto nos prometió…También me preocupa mucho el dominio de idiomas, como a ustedes los políticos, pero creo más importante si cabe conseguir generar una marca personal potente. Mantengo un perfil activo en redes sociales profesionales como Linkedin o Infojobs porque hoy en día, quien no está en Internet no existe. Me gusta asistir a eventos y jornadas donde pueda haber personas que contraten. Es otra forma diferente de acercarse al empleo, desde otra perspectiva, porque nunca se sabe dónde puede surgir LA oportunidad, y tengo claro que desde el calor de mi habitación eso no va a ocurrir. Habrá ninis en nuestra sociedad señor Presidente, pero le garantizo que yo no soy una de ellos.

Le cuento, si he tenido la fortuna de pasar algún proceso de selección no me gusta quedarme al margen, me gusta ser insistente, preguntar e incluso en alguna que otra ocasión me he personado en las oficinas para que vean mi disposición al puesto. Como decía aquél, es mejor pedir perdón que pedir permiso. Cada vez se valoran más las habilidades sociales y la actitud personal, o eso dicen los expertos, que se debe conocer al profesional pero también a la persona. Pues yo soy una persona-profesional, y por ese orden.

Si, si, ya voy terminando, que ya veo que su asistente me hace gestos señalándose el reloj… Para acabar esta agradable y productiva conversación, lo que les diría como consejo a todos esos jóvenes, y no tan jóvenes, que ocupan sus días como buscadores de trabajo es que es esencial establecer y cumplir rutinas diarias, actualizar el CV, buscar por internet, hablar con muchas personas, no rendirse, acudir a tu antigua universidad o centro formativo para pedir ayuda, hacerte visible en las redes sociales profesionales, practicar deporte, continuar formándote y sobre todo, gestionar los momentos trágicos y de desasosiego, que los habrá. Con todas estas pautas estarás mejor preparado física y mentalmente para la lucha contra la desempleabilidad. Es mi experiencia de guerrera al menos.

Buenas tardes señor Presidente y gracias por su tiempo. El mío ya lo he invertido con usted…

PD: Este post va dirigido a todos esos jóvenes que siguen luchando por labrarse un digno porvenir. No desesperéis y nunca, nunca, nunca os rindáis, porque la oportunidad puede estar a un paso de distancia.

* ROI: Retorno de la inversión

** VAN: Valor Actual Neto. VAN > 0, La inversión produciría ganancias por encima de la rentabilidad exigida (r)

El Pez que vivía en la Torre de Babel

Torre de Babel

Qué importante es saber entender lo que nos rodea para interactuar correctamente con el entorno. El conocimiento e interpretación de los idiomas, del lenguaje, es esencial para integrarnos en la cultura de un país y por supuesto en las relaciones empresariales y de negocio. Ya en tiempos mitológicos percibíamos en los relatos de la Torre de Babel esa eterna lucha por comunicarnos entre las diferentes lenguas y culturas. La tradición cuenta que sobre la faz de la Tierra sólo se hablaba un único idioma, entendiendo que era éste de carácter universal. La Torre de Babel simboliza el esparcimiento de las más de 7.000 lenguas existentes en el mundo y el inicio de la comunicación como fenómeno humano. Menos conocida por estos lares es la historia del Babel Fish (Pez de Babel), una especie ficticia de la guía del autoestopista galáctico creada por Douglas Adams. El Babel Fish es un pez amarillo que entra en simbiosis con un individuo al ser introducido en el oído de éste. Se alimenta de las ondas cerebrales de las personas que rodean a su huésped y excreta hacia su portador una matriz telepática que traduce todo lo que se diga alrededor. Dado que hasta el momento no tenemos nada parecido al Babel Fish siempre podremos recurrir a los traductores e intérpretes para que compartan su “mágico” conocimiento con nosotros. Sharon Rees, promotora de la empresa inglesa de traducción Atrebat y gran amiga en la distancia, me ayuda a reflexionar sobre el desconocido mundo de la traducción profesional en este nuevo empresamiento.

¿Os imagináis que sucedería si todos los profesionales de la traducción y de la comunicación se pusiesen en huelga al unísono?. Las consecuencias serían desastrosas afectando directamente a la industria, a los negocios, al mundo de la diplomacia, a nuestro servicio de noticias 24 horas, a las organizaciones internacionales e incluso a la literatura universal. El traductor de hoy en día necesita una amplia gama de destrezas y habilidades que pueden no ser muy evidentes para las personas que desconocen cómo trabajan estos profesionales. Estas capacidades empiezan con el conocimiento intensivo tanto idiomático como cultural de 2 o más idiomas. En la mayoría de los casos el traductor profesional traduce únicamente a su lengua nativa por lo que resulta básico disponer de un alto nivel escrito de su propio idioma. Especializarse en un sector concreto como la medicina, la tecnología o el marketing puede hacer que el aporte de valor en ese sector sea diferencial y fácilmente vendible en el mercado. Por ejemplo, un documento de marketing para la industria farmacéutica tiene ciertas normas y reglas de traducción que deben ser respetadas para que se comprenda correctamente, sin errores de interpretación. Esta habilidad de entender a la perfección los intereses del cliente adaptando y transmitiendo sus necesidades está, por lo general, muy  infravalorada.

Los traductores suelen ser emprendedores que trabajan como autónomos dirigiendo su propia empresa. Deben desenvolverse en todas las facetas del negocio desarrollando habilidades de gestión y potenciando el networking para conseguir nuevos clientes. Hay que quitarse el prejuicio de que ser traductor equivale a un “hobby” porque poco a poco se está profesionalizando esta actividad (a pesar de la falta de acreditación en muchos países). Hoy en día, las agencias de traducción reconocidas exigen a sus traductores tener, como mínimo, un excelente nivel de idiomas, así como un segundo título en estudios de traducción a nivel de máster. Además, se requiere la pertenencia a un organismo profesional y al menos dos años de experiencia de traducción práctica referenciada. Sin embargo, y con demasiada frecuencia, los clientes piensan que pueden beneficiarse de una alternativa más “buena, bonita y barata”.

Muchas personas creen que cualquiera puede “hacer una traducción”, conectándote a una herramienta como Google Translate o pidiendo ayuda a ese amigo al que se le dan bien los idiomas. Si eres de los que piensa así, echa un vistazo a estos ejemplos.

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¿Aún convencido de que traducir es una tarea fácil?. Las herramientas como Google Translate, aunque útiles para lograr lo “esencial” de un texto de una forma rápida, tienen limitaciones muy importantes. La traducción automática es una gran fuente de absurdos, que a veces suponen hilarantes errores en traducciones como los que acabamos de ver (¡HIERRO CHULO!). Estos descuidos pueden perjudicar enormemente la imagen de una empresa por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir en quien confiamos nuestras traducciones corporativas.

La moraleja de esta historia podría resumirse en que para comprender y adaptar un mensaje textual se necesita del desempeño de un traductor profesional cualificado, que compartirá su pasión por su oficio trabajando estrechamente con sus clientes. La clave no es traducir sino interpretar (sin omitir, sin añadir y sin adulterar el texto primigenio). Acabamos este post con una cita del que sin duda hubiera sido un gran pescador en la Torre de Babel, José Saramago: “Los escritores hacen la literatura nacional y los traductores hacen la literatura universal”.

La remunerafición empresarial

Businessman with Surfboard Going to the Beach

¿Es posible hacer de tu afición empresa?. Así lo confirma el crecimiento en el número de emprendedores que están convirtiendo su hobby en su fuente de ingresos. Profesionalizar tu pasatiempo de una manera seria y organizada, con un business plan viable que apoye esa necesidad vital, puede suponer un verdadero logro tanto en lo personal como en lo profesional. El reto consiste en integrar sostenible y eficientemente ese hobby profesional en las 24 horas del día y que te reporte un capital recurrente que permita financiar el resto de necesidades básicas.

Delante de un café y una agradable conversación tuve la oportunidad de conocer uno de estos casos (exitosos por cierto) en los que una afición deportiva ha permitido generar un proyecto empresarial de alto valor añadido. ASAKEN, una empresa especializada en trabajos verticales con cuerda y representada por la figura de Oskar Álvarez, gran aficionado a la montaña y en especial a la escalada. ASAKEN se fundó en el año 2005 y a día de hoy genera más de 70 puestos de trabajo realizando proyectos en diferentes sectores como la rehabilitación de infraestructuras, oil & gas y edificación sostenible.

Según Oskar:El deporte nos motiva, la aventura también, ¿y por qué no el trabajo?. Conseguir generar una empresa en la que nuestra actividad sea igual o más gratificante que el deporte y a su vez sirva de sustento económico, ese era nuestro objetivo. ¿Cómo lo materializamos en realidad?. Lo primero que hicimos fue centrar la atención en qué diferencias y similitudes existen entre eso que por lo general tanto rehúsan las personas, trabajo monótono y aburrido, y lo que tanto busca todo el mundo en forma de superación, actividad física e intelectual, posibilidad de conocer nuevas personas, nuevos lugares, en definitiva, ser parte activa de un proyecto ilusionante. A simple vista no parece complicado asemejar estos valores primarios con el trabajo, ya que en principio es (o debería ser) la esencia propia de la actividad vital. ¿Pero qué ha ocurrido?. ¿Cómo hemos llegado a ciertos modelos productivos actuales?. En muchos casos las personas viven una doble vida, la del trabajo asalariado (o alquiler de sus horas), y la otra vida, la del ocio, la destinada íntegramente a disfrutar y consumir lo generado en la fase trabajo. Y es precisamente esta dualidad vital la que hace difícil que prosperen dentro de las empresas las ideas de participación, compromiso, el sentir la empresa,… Sin tratar de indagar en los orígenes de estos modelos productivos: producción en masa, industrialización, fin del trabajo artesanal,… buscamos los puntos estratégicos que podrían hacer que nuestro trabajo se pareciese a una expedición de escalada o alpinismo, conseguir dar con estas claves y adecuarlas dentro de la organización. Perseguir el ideal de hacer siempre cosas que nos aporten como personas y como profesionales. Es algo que todavía no hemos conseguido al 100%, pero en ello estamos. Buscar el alto valor añadido, apostar por rotar al personal en proyectos diferentes, poner mucha atención en reunir un grupo humano con el que poder compartir momentos duros con una sonrisa, invertir mucho dinero en equipos y herramientas más cómodas y seguras, saber gestionar nuestros descansos, formarnos continuamente para poder conseguir ser polivalentes en obra y/o en oficina, no descuidar el desarrollo personal, saber compartir y celebrar el reconocimiento externo. Ese está siendo el éxito del proyecto ASAKEN. Lo que empezó como una afición deportiva se ha convertido en una verdadera ocupación profesional que tiene forma de empresa. Y así esperamos que siga evolucionando en un futuro, sin que pierda la esencia con la que se creó nuestra compañía, el amor por las alturas. Queremos seguir divirtiéndonos y disfrutando con lo que hacemos”.

En el mundo del emprendizaje coexiste la dicotomía sobre cual debe ser el objetivo de generar un nuevo negocio. Algunos sólo analizan criterios económicos, querer ganar mucho dinero, totalmente lícito pero difícil de conseguir. Otros en cambio tienen otras inquietudes y lo que buscan es poder dedicarse a lo que realmente les gusta, a su afición y poder vivir de ello dignamente en base a una remunerafición (la remuneración de la afición). La idea de profesionalizar tu hobby suena a priori fantásticamente bien, ¿verdad?. Además si te emociona lo que haces, en lo que trabajas, te resultará mucho más llevadero dedicarle el tiempo que haga falta para sacar adelante tu empresa. El problema a analizar es que una afición por lo general recae en nuestro ámbito temporal del ocio y al convertirlo en profesión, perderás ese espacio, esa delgada línea que une el trabajo con el hobby. Pero… ¿por qué no intentarlo?.

“Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. Confuncio.

   

 

2035 Y LA NECESIDAD DEL LARGO PLAZO

Back-to-the-Future-Title-CardMuchas de las malas noticias que vemos a diario en los medios de comunicación son la consecuencia directa de no dirigir pensando en el largo plazo. Me refiero a hechos como la crisis de los refugiados, los atentados yihadistas del pasado mes de noviembre en París, el de California en Estados Unidos, o el reciente ataque a la embajada española en Kabul que ha costado la vida a dos policías nacionales. Nada de esto ocurre por casualidad.

Una de las lecciones que aprendieron los gobernantes en la Segunda Guerra Mundial fue que solo habría paz duradera en el continente si existía, al mismo tiempo, prosperidad económica y un reparto más equitativo de la riqueza. Así, en las décadas posteriores tras la finalización del conflicto bélico, se pusieron en marcha ambiciosos programas de reconstrucción y desarrollo (con una gran aportación económica estadounidense a través del “Plan Marshall”), de los que también se beneficiaron Alemania e Italia, los países perdedores.

Es decir, hubo una clase política que pensó en un horizonte temporal que excedía, con mucho, de la duración de su mandato. Otro elemento importante que permitió el crecimiento económico prolongado fue la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en 1950, germen de lo que hoy es la Unión Europea. El objetivo era crear un mercado común, suprimiendo aduanas y buscando la libre circulación de productos dentro del territorio de los estados firmantes. Como consecuencia, se mejoró la producción del carbón y del acero, se intensificó el comercio entre los países miembro y se relanzó la industrialización en el territorio. La clase media europea creció de manera sensible. Europa ha vivido, desde entonces, el mayor periodo de paz de su historia.

Por desgracia, nuestros actuales gobernantes han olvidado las enseñanzas de sus predecesores. Hoy no se piensa en el largo plazo. El criterio general utilizado a la hora de tomar una decisión ante cualquiera de los graves problemas que se presentan es el de ganar tiempo. Después ya se verá lo que ocurre.

Veamos un ejemplo. Después de los atentados del 11-S, Estados Unidos, junto con el apoyo de varios países europeos, decidió intervenir militarmente Afganistán para derrocar el régimen talibán y capturar a Bin-Laden, máximo responsable de Al-qaeda. Expulsar a los talibanes del gobierno fue relativamente fácil, pero la situación en el país no se estabilizó, por la sencilla razón de que no había un plan para el día después. No contentos con tener un frente abierto, dieron inicio a la invasión de Irak. En esta ocasión, además, se utilizó un pretexto falso, el de la existencia de armas de destrucción masiva. Se eliminó a Sadam Husein. Y de nuevo, no había un plan para el día después. Irak es hoy, un caos, con parte del territorio dominado por el “Estado Islámico”.

En Siria se acometió una operación de derribo del dictador Bashar Al Assad, solo que esta vez, en lugar de enviar tropas propias, las potencias occidentales decidieron armar a los grupos opositores. En este país, para complicar aún más la situación, también participa Rusia, apoyando al dictador aún en el poder. El “Estado Islámico” se ha hecho con el control de parte del territorio. El resultado: un auténtico drama que ha hecho que cientos de miles de personas huyan del país en busca de un lugar más seguro.

Podríamos hablar también de Yemen, Mali o Libia. Son países que están sufriendo conflictos bélicos y donde no se vislumbra una solución de paz a corto plazo.

Como decía al principio, las cosas no ocurren por casualidad. La crisis de los refugiados o los atentados yihadistas son consecuencia de esta forma equivocada de actuar de manera cortoplacista. Estos problemas se han agravado, y nuestros dirigentes responden de la única manera que saben, es decir, ganando tiempo hasta la próxima legislatura.

Europa ha ofrecido a Turquía 3.000 millones de euros y la promesa de facilitar su ingreso en la UE a cambio de que los turcos se queden (y gestionen) en su territorio el grueso de desplazados por el conflicto de Siria. Y Francia, en respuesta a los ataques sufridos recientemente, está liderando una coalición para bombardear el territorio ocupado por el “Estado Islámico” en Siria e Irak. Hay serias dudas sobre la efectividad de estas acciones. Veremos.

Plano económico

En el plano económico ocurre otro tanto. Tras el estallido de la crisis de 2007, la respuesta de los mandatarios mundiales ha consistido en ganar tiempo, inyectando miles de millones de dólares y de euros al sistema. Estos estímulos no han llegado a lo que se conoce como la economía real. Se ha creado una burbuja monetaria jamás vista anteriormente. Hay temor a lo que ocurra en el momento en el que haya que retirar estos estímulos. El panorama está lleno de incertidumbres y son muchos los factores que pueden desencadenar, de nuevo, el pánico en los mercados internacionales, y por lo tanto, un nuevo parón económico.

El caso español

Se acaban de celebrar elecciones generales en España (con ingobernables resultados en el #20D) y la composición del Parlamento ha sufrido un cambio radical debido a la incorporación de nuevos partidos políticos. Ahora empieza la negociación para formar gobierno. Los candidatos han lanzado propuestas y promesas de manera continua durante la campaña. Sin embargo, ninguno de ellos ha hablado de cuál tiene que ser la España del 2035.

Si estableciéramos un símil deportivo, podríamos decir que la discusión está centrada en las reglas sin haber definido a qué jugamos (¿fútbol, baloncesto, waterpolo…?). Es decir, ¿cuál va a ser el motor que tire del progreso económico en los próximos 20 años?. ¿La construcción?. ¿El turismo?. ¿La nanotecnología?. Y en consecuencia, ¿qué acciones hay que llevar a cabo para posibilitar el cambio?.

España es un país que tiene todo para ser una potencia económica y jugar un papel mucho más relevante en el panorama internacional. Disfruta de una situación geográfica privilegiada, un clima amable, un nivel de infraestructuras muy desarrollado (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones,…). Y lo más importante, tiene un tejido profesional suficientemente formado y capacitado para poder competir con garantías en un mundo globalizado.

Sin embargo, hay un gran déficit de liderazgo, tanto en el ámbito público como en el privado. Como remarcaba anteriormente, no he visto aún un solo candidato que hable en términos de largo plazo sobre el futuro del proyecto país.

Y en el sector privado, por desgracia, vemos que el estilo habitual de dirección de las grandes empresas es dictatorial y cortoplacista. El reconocimiento profesional y la meritocracia brillan por su ausencia. El resultado es que es raro encontrar una empresa española que ocupe una posición puntera a escala mundial en cualquier sector.

Conclusiones

En este post podemos ver varios ejemplos de los perjuicios que acarrea el realizar la función directiva de manera cortoplacista. Sin embargo, hay una diferencia entre un país y una empresa. El primero no va a desaparecer nunca, aunque sea perdurará como esencia. Por muy deprimido que pueda llegar a estar, siempre tendrá la oportunidad de resurgir, aunque para ello quizás deba esperar muchos años. Una empresa, por el contrario, tiene muchas posibilidades de termina por desaparecer.

Pero también tenemos el ejemplo contrario, el de los beneficios que se pueden obtener por hacer un ejercicio de reflexión, de pensar en el largo plazo. Y uno de los casos más paradigmáticos es el de la transformación de Bilbao. En los años 70 y en los 80, en el siglo pasado, la villa bilbaína sufrió un importante declive tras la desaparición de ocho grandes grupos empresariales de clase mundial. En 1991 se fundó la asociación “BM30: Bilbao Metropoli-30”, lugar de encuentro de las instituciones públicas (gobierno vasco, diputación de Vizcaya y los 30 municipios pertenecientes al Bilbao metropolitano) y empresas y entidades privadas. El cometido de la asociación era, según su propia definición, “realizar proyectos de planificación, estudio y promoción, dirigidos hacia la recuperación y revitalización del Bilbao Metropolitano, definido como una realidad social y económica sin unos límites geográficos precisos y cuya existencia se ha proyectado por todo su entorno regional e internacional”.

Cualquier persona que conociera el Bilbao de antes y el de hoy verá los frutos de este trabajo. La asociación sigue funcionando activamente en la actualidad, realizando propuestas para seguir orientando la transformación que todo organismo (un territorio, una institución, una empresa,…) tiene que practicar de manera continua para adaptarse a los cambios que sufre el entorno en el que se mueve.

Considero imprescindible para toda organización hacer un ejercicio de visualización del futuro que le espera en un plazo de 20 años. Es difícil saber lo que va a ocurrir en tan largo periodo de tiempo pero esta inversión, esta reflexión mirando al futuro marcará el éxito o no de una sociedad. Este trabajo servirá asimismo para tener un papel protagonista ante esos cambios a los que habrá que hacer frente, y la empresa tendrá mayor capacidad de adaptación, que en el fondo es lo que determina su supervivencia a lo largo del tiempo.

 Mil gracias por su colaboración en este post a Julen Basagoiti/@jbasagoiti

20-D y la supremacía del Big Data

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La analítica y explotación de los datos a través del famoso Big Data se está haciendo un hueco cada vez mayor en el argot y en las prácticas empresariales de hoy en día. En esta ocasión cuento con la experiencia y visión de Jon González Zabala, consultor especialista BI en la empresa vasca LKS, que nos hace una excelente reflexión sobre esta temática:

Hace no muchos años yo mismo me cuestionaba acerca de qué era eso del Business Intelligence (BI) o inteligencia de negocio. De una forma resumida podemos afirmar que las tecnologías de BI permiten transformar los datos en información y la información en conocimiento, optimizándose de este modo la toma de decisiones. Es indudable que este manejo de conocimiento exhaustivo va a repercutir directamente en la rentabilidad y en la eficiencia de la empresa. Como dijo aquél la información es poder, y si es un poder focalizado se convertirá en facturación.

En estas últimas décadas las nuevas tecnologías e internet han cambiado muchos paradigmas, incluso la forma en la que se relacionan las personas y las empresas. Pero para comprender este tipo de interacciones, la analítica de datos es uno de los pilares fundamentales. Son muchas las empresas que a día de hoy invierten cantidades ingentes de dinero en implantar sistemas decisionales en sus organizaciones. La coyuntura económica actual nos obliga, más si cabe, a ser mejores, más eficientes, a obtener más con menos, para dibujar una radiografía precisa y actualizada del estado de nuestra organización. Esto resulta clave para colocarse en una posición privilegiada ante los competidores, algo indispensable para sobrevivir en este revuelto y cambiante mercado.

Entrando más en el terreno podemos indicar que existen diferentes tecnologías para desarrollar un proyecto de BI: QlickView, IBM Cognos, Microsoft BI, Microstrategyy es tremendamente importante a la hora de abordar un proyecto de estas características, conocer las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas, para así, poder elegir la opción que mejor se adapte a la organización. Las tecnologías de Business Intelligence tradicionales, son maduras y con años de recorrido, pero, ¿qué es lo que nos deparará el futuro y que van a demandar cada vez más las empresas?. La respuesta, sin temor a equivocarme, es el Big Data.

Los datos y el control de la información van a ser, si no lo son ya, el petróleo del siglo XXI. A diario en el mundo se generan 2.5 trillones de bytes de información, lo que coloquialmente conocemos como “muchísima información”, además se prevé que esta evolución irá en aumento. La mayor virtud de Big data, trending topic actual, es que permite almacenar grandes cantidades de datos para posteriormente ser analizados. Mediante algoritmos estadísticos se pueden predecir patrones ocultos que pueden ayudar a la eficiencia de las empresas. Es este sentido, se ha creado un nuevo perfil profesional llamado data scientist o científico de datos. Este perfil experto requiere de habilidades en informática, matemática, estadística, conocimiento de negocio y se prevé una profesión clave muy demandada en el futuro.

Llegados a este punto, seguro que la pregunta que muchos os estáis haciendo es la siguiente, ¿son proyectos para macro empresas, o realmente las pequeñas y medianas empresas pueden beneficiarse de estas tecnologías?. Desde LKS, empresa en la que actualmente trabajo, estamos realizando proyectos de Big Data orientados a empresas industriales medianas. El objetivo es optimizar los procesos productivos, para ello, se analizan millones de datos obtenidos de diferentes sensores. Después se aplican diferentes algoritmos y de esta manera determinamos cuales son los patrones comunes que hacen que las piezas salgan defectuosas. Una vez ajustadas las máquinas con la información recibida, se consigue disminuir el número de defectivos aumentando notoriamente la eficiencia de la empresa.

Parafraseando a Winston Churchill: “Es mejor evitar predecir de antemano, porque es mucho más fácil hacerlo a posteriori‘”. Los tiempos y las necesidades van evolucionando, y empresas como Google y Amazon ya utilizan Big Data para ser más productivos. En el caso de Amazon, son capaces de recomendarnos productos en función a nuestros gustos y se dice que, en el futuro, podrán predecir cuáles serán los productos que compraremos antes incluso de hacerlo. Google en cambio, ha apostado por el ámbito de salud. En primera instancia van a recoger datos suministrados por los usuarios mediante pulseras inteligentes, datos meteorológicos, datos geo-posicionados, búsquedas realizadas en Google… y conectar todos los conjuntos de datos para obtener conclusiones de hábitos personales que nos ayuden a tener una vida más saludable mediante recomendaciones. Otro sector que apuesta por la innovación es mundo del deporte. Recientemente hemos conocido que el Fútbol Club Barcelona también ha implantado de la mano de Telefónica un sistema que le permite conocer más en detalle los patrones de juego de los equipos rivales para mejorar los movimientos de sus jugadores.

Son proyectos muy ambiciosos, pero ¿realmente funcionan?. Los casos de éxito más impactantes que confirman esta teoría son el uso de Big Data en las campañas electorales del actual presidente de EEUUBarack Obama. A pesar de ser una incógnita la cantidad de datos que llegaron a procesar desde Twitter, Facebook, foros, prensa, encuestas… la revista estadounidense Times, tras su posterior victoria electoral, elaboró un informe para ofrecer pequeños matices de cómo el Big data ayudó notablemente en dicha victoria. No cabe duda de que el Big Data, en una batalla oculta de guerrillas, va a provocar una revolución electoral el próximo 20-D. La mayoría de los votos clave que pueden decantar unas elecciones no se consiguen mediante complejos y sofisticados métodos. Basta recurrir a técnicas como el envío de cartas apartidistas o a conversaciones puerta a puerta con ciudadanos sobre su intención de voto. Recogida toda esta información, siempre que sea correctamente filtrada de las diversas fuentes, concederá a los gurús electorales el poder de conocer casi a la perfección el perfil del votante y sus comportamientos e intenciones. El valor añadido de este análisis facilitará, a posteriori, dirigir y definir las campañas de comunicación segmentándolas por perfiles y preferencias políticas. “Mediante modelos estadísticos, la información se puede usar para sacar conclusiones sobre votantes pese a que el equipo de campaña nunca haya hablado con ellos. Y puede predecir a qué candidato es más probable que voten”, afirma el periodista Sasha Issenberg, autor de The Victory Lab, libro de cabecera sobre la revolución de las estrategias electorales.

Llevamos tiempo escuchando que el futuro es el Big Data, mucho tiempo. Lo que antes veíamos como ciencia ficción hoy son proyectos y aplicaciones reales. Tenemos que estar preparados para afrontar lo que considero será la cuarta revolución industrial: el Internet de las cosas. Ascensores, edificios, móviles, coches, smartwatch, google glass, quirófanos, empresas… todo va a estar conectado a Internet, generando un volumen titánico de datos. Saber cómo almacenar y convertir esa información en conocimiento será el reto que nos deparará el Big Data.

Una de las personas más influyentes y visionarias a nivel tecnológico de este siglo, Steve Jobs, dijo: La innovación es lo que distingue a un líder de los demás. La pregunta que lanzo al aire es: ¿Están nuestras empresas preparadas para liderar este cambio?.

Inglatierra de Oportunidades

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En esta ocasión me gustaría dar voz nuevamente a los jóvenes, grandes damnificados de la mala praxis de nuestros gobiernos en la gestión de este interminable “período de recesión”, que decían algunos… Cuento con el testimonio de Unai, un joven periodista que acertadamente, ha decidido pasar una etapa de su vida en Inglaterra. Primeramente para perfeccionar su nivel de inglés (el eterno hándicap de nuestro entorno laboral por cierto) y segundo para recibir las primeras pinceladas del mundo profesional. El título del post ya lo indica, además de como fuente inagotable de experiencias, Inglaterra propone una interesante capacidad de empleabilidad e innumerables oportunidades de trabajo que bien canalizadas pueden complementar y fortalecer nuestro pasaporte vital y profesional. Gracias Unai por mostrarte dispuesto a colaborar y a compartir tu historia de joven inquieto. Adelante:

“Me presento. Me llamo Unai Sarriugarte, graduado en periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y soy uno más de los muchos jóvenes españoles a los que les ha tocado dejar atrás a familia y amigos para ir en busca de un futuro laboral más próspero. Tras finalizar los estudios universitarios realicé unas prácticas de 4 meses en el departamento de comunicación del hospital de Basurto en Bilbao. Dada la dificultad para desarrollar mi carrera como periodista en el entorno cercano, algo más que limitado, decidí tomar las riendas de mi futuro y empecé a valorar ofertas de empleo en el extranjero. Detecté como prioritario mejorar mi capacidad idiomática (el inglés principalmente) y por eso decidí centrar mi búsqueda en Inglaterra.

Unos amigos me recomendaron ponerme en contacto con agencias especializadas en la búsqueda de empleo en el extranjero y así lo hice. Tras telefonear y visitar varias de estas agencias empecé a colaborar con Oxonnet, agencia inglesa con gran expertise en hostelería (hoteles, restaurantes y bares). Mi prioridad era encontrar un trabajo como periodista, pero dado que mi nivel de inglés no era del todo bueno, decidí aceptar una oferta en el mundo de la hostelería. Los objetivos a alcanzar con este empleo eran entre otros: mejorar mi inglés, conocer una nueva cultura, un nuevo país y poder ahorrar algo de dinero conociendo de primera mano el mercado laboral. A día de hoy puedo afirmar que he cumplido con creces estos 3 retos iniciales.

Finalmente conseguí un empleo como camarero en la cadena de hoteles británica Warner Leisure Hotels. Me enviaron a un hotel de 4 estrellas situado en un pueblecito llamado Hungerford, a unos 100 kilómetros de Londres. He de reconocer que estaba asustado e ilusionado a partes iguales cuando crucé el lobby del hotel por primera vez… El alojamiento y la comida que se ofrece al staff no es de lo más cómodo ni de lo más apetecible pero ya iba mentalizado que tenía que sobreponerme a este tipo de impedimentos. No iba a permitirme cualquier tipo de queja. El salario para ser Inglaterra tampoco es nada del otro mundo, minimun wage: 6,70 libras la hora si eres mayor de 21 años. La diferencia abismal llega cuando comparamos este salario con el salario mínimo por hora en España, fijado en unos 5 euros, frente a los cerca de 10 euros de salario mínimo en Inglaterra. Por no hablar de las famosas propinas, más conocidas en Inglaterra como tips. Un buen mes un camarero puede llegar a ganar unas 300 libras en propinas, una inyección económica muy notable a final de mes. En España no hay costumbre de dejar propina pero en Inglaterra está muy socializada está acción, e incluso está mal visto no dejar esta “remuneración voluntaria” como señal de gratitud por los servicios recibidos.

En muchas ocasiones se hace duro dejar atrás toda una vida para recalar en ambientes que son totalmente desconocidos para nosotros, pero nadie dijo que sobrevivir en pleno siglo XXI fuese fácil, ¿verdad?. Adecuarse a la cultura, a las tradiciones y a las personas de otros países cuesta y mucho. Hay que desarrollar esa capacidad de tolerancia y adaptación de la que tanto nos hablan. Otra cualidad imprescindible que he podido comprobar es la paciencia, ya que tenemos que dejar de lado la cultura del aquí y ahora, para abrir camino al observar, reflexionar y actuar.

Inglaterra es un país que ofrece innumerables posibilidades de empleo. La tasa de paro en Inglaterra está fijada en torno al 7 por ciento, muy por debajo de la de España, que está en torno a un 23 por ciento. Es decir, que si decides trasladarte a Inglaterra con la intención de trabajar, el ratio de posibilidades de encontrar un empleo son infinitamente más altas que en España. Sobre todo en el sector de servicios y de la hostelería. En el tiempo que llevo aquí he recorrido unas cuantas ciudades como Oxford, Reading e incluso Londres y las ofertas de empleo están latentes en cada rincón o esquina de estas ciudades.

Empecé trabajando en el restaurante del hotel a principios de Octubre de este año. No todo es fácil y de color de rosa, para nada. Cansado del egoísmo y las malas formas de parte de la plantilla del restaurante, del estrés del servicio y de la antipatía hacia mí de algunos de mis clientes al de un mes solicité el traslado para trabajar en el bar del hotel. Puesto de trabajo en el que al contrario que en el restaurante, me siento muy cómodo y respetado. Si de algo me está sirviendo esta experiencia es para cerciorar que las relaciones entre las personas son la base de cualquier trabajo.

Dentro de un mes finalizará la experiencia laboral en este hotel británico y tendré que valorar, nuevamente, cual va a ser mi siguiente paso. Mi mejora en el inglés desde que estoy aquí ha sido notable. Me veo mucho más suelto y relajado a la hora de hablar y entiendo más o menos bien a casi toda la gente. Por lo que, si os veis con la necesidad de aprender inglés, os animo a todos a buscar un trabajo en Inglaterra. Otra de las cosas que he podido detectar es que los entornos laborales son un buen mecanismo y una buena herramienta para poder mejorar en el uso y en el aprendizaje de una nueva lengua.

Las expectativas de volver a Inglaterra el próximo año a trabajar son muy altas. Pero está vez intentaré buscar un trabajo algo mejor remunerado, ya que existen posibilidades reales de que lo encuentre. Además intentaré moverme a una ciudad donde haya algo más de vida que en el pueblo en el que estoy. Porque no todo es trabajar.

Esta es mi breve historia en Inglaterra. Espero que sirva como ejemplo porque a título personal puedo decir sin ninguna duda que ha sido una experiencia increíble (con cosas buenas y malas, pero la vida consiste en esto, ¿no?). Inglaterra está abierta a vosotros si el día de mañana queréis venir a trabajar aquí. La cuestión es: ¿Estáis dispuestos a dejar atrás vuestras vidas para disfrutar de una vivencia inolvidable?. Espero que la respuesta sea un mayúsculo.”

KNOWMADS: LOS TRABAJADORES DEL FUTURO

KNOWMADS

Knowmad. Este novedoso concepto que empieza escucharse con fuerza en el argot empresarial es un neologismo que combina y maximiza las palabras know (conocer,saber) y nomad (nómada). Concentra las características que ha de tener un trabajador en el contexto actual para hacer frente a los retos profesionales de futuro, convirtiéndose en un nómada del conocimiento. La definición fue creada en el año 2011 por el experto en mercado laboral John Moravec, fundador de Education Futures, para definir a los trabajadores nómadas del conocimiento y de la innovación. Knowmad hace referencia a un nuevo perfil de profesional que ha de ser principalmente innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores menos adaptados al entorno. Además debe ser autodidacta en esta sociedad 2.0 nutriéndose y aprovechando el potencial del conocimiento proveniente de internet y de las nuevas tecnologías, principalmente digitales.

Raquel Roca (a la que agradezco enormemente su colaboración en el presente post) es la autora del libro ‘Knowmads, los trabajadores del futuro’ además de profesora del Postgrado de Experto en Marketing Digital del IEDE Business School y del Master en la Gestión del Talento en la Era Digital de LaSalle International Graduate School & LIDlearning. Una experta en la materia vamos. @Raquelroca (su perfil en Twitter) señala que “no es una moda, ni un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millenial, sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real que tiene detrás”. Además sostiene que todo aquel que viva en esta era está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo “hiperconectado e hiperdigitalizado”. Aquellos que no empiecen a practicar estas destrezas quedarán fuera del mercado laboral, o así lo atesoran los defensores de esta corriente. También las empresas que no se hayan puesto manos a la obra para gestionar a estos perfiles corren el peligro de ser menos competitivas. Raquel Roca es así de tajante para definir a estos profesionales “sociables y sociales a los que les gusta expandir el conocimiento -en red- y que están preparados para aprender -o desaprender si hace falta- de un modo no convencional”. Roca afirma que “el conocimiento es el valor añadido de estos trabajadores, el nuevo capital que les va a asegurar su empleabilidad. Y no se trata de un perfil laboral, es una actitud que puede adoptar cualquiera y en cualquier etapa de su vida”.

Lo que determine el futuro de una persona no dependerá del entorno geográfico de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de progresar en el mundo laboral. Se entra de este modo en la era de la meritocracia donde las capacidades de las personas pueden florecer por sí mismas y ser valoradas con criterios objetivos. La digitalización, un cambio en el modo de vida y en la forma de trabajar son algunos de los factores que están impulsando la proliferación de los knowmads que, según Raquel Roca, representarán el 45% de la fuerza laboral en 2020. “Van a ser tantos que las empresas no van a tener más remedio que adaptarse a ello si quieren mantenerlos. Tienen que aprender a tratar al knowmad de la misma manera que a los trabajadores de plantilla, porque se trata de una fuerza laboral que va a iniciar su propio cambio”, asegura esta experta, quien conoce experiencias piloto en empresas del Ibex 35, “otra cosa es que puedan implementarlo. Son plenamente conscientes de que este cambio está basado en la responsabilidad y la confianza, que sólo funciona si los mandos participan como uno más”. Asimismo Google estima que en el año 2020 casi toda la población del mundo estará conectada a internet. Y es ahí, en ese contexto, donde los mismos expertos dibujan el perfil de un nuevo profesional: el knowmad.

Un estudio elaborado por el banco ING-DiBa predice que en solo dos décadas los robots coparán 18 millones de empleos en Alemania, cerca de la mitad del total. El desarrollo de la robótica permitirá a la industria reemplazar el 59% de los puestos actuales de trabajo por robots, parece ser que más productivos y rentables que los humanos. Sin embargo, por mucho que avance y progrese la tecnología hay cosas que las máquinas nunca van a poder ser capaces de hacer, y esto tiene que ver con los trabajos creativos, la innovación, la resolución de problemas, la emocionalidad… Aquí entra en juego el conocimiento. O lo que es lo mismo: la comprensión de datos e información, siempre puesta al servicio de la innovación y de la imaginación.

¿Pero qué es lo que caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de características, en lo que denominan pasaporte de habilidades:

  • No tiene una edad determinada.
  • No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer cotidiano.
  • Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
  • Está alfabetizado digitalmente.
  • Transforma la información en conocimiento y la comparte.
  • Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
  • Utiliza la información abierta y libremente.
  • No entiende de fronteras.
  • Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
  • Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
  • Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
  • No le asusta la experimentación ni el fracaso.
  • Es responsable de sí mismo.

Al contrario que el millenial (nacido entre 1981 y 1995), no tiene edad, cualquier persona está capacitada para tener mentalidad nómada. Tampoco entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como una ocupación que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo. Es un generador de ideas, tiene recursos para salir adelante en cualquier situación. Además de imaginativo tiene la capacidad de transformar todo aquello que imagina en ideas productivas. Eso sí, ese sentimiento de libertad hace que no le guste recibir órdenes.

El knowmad domina las nuevas tecnologías, comprende su funcionamiento y las aprovecha en su beneficio, ya que aprende continuamente de ellas. Una de sus principales habilidades del knowmad es que transforma la información en conocimiento y la comparte abiertamente, es una especie de antena tecnológica que avisa sobre lo que está sucediendo. Maneja con soltura las redes sociales y, por tanto, comparte información, lo que le hace estar siempre al tanto y alerta de lo que sucede en el mundo. Sabe que el talento y el éxito dependen de esa pertenencia a redes del conocimiento. Al contrario de lo que puede parecer, no es un ermitaño, al que le guste la soledad: le puede gustar trabajar en solitario (desde cualquier lugar, una cafetería, una playa o la misma oficina), pero le importan las personas. Sabe que son importantes, porque generan conocimiento y oportunidades.

Tiene además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona, profesional, muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el aprendizaje es para toda la vida (longlife learning), sabe que siempre tendrá que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios, internet, libros, vivencias de otras personas…). “Al asumir este hecho es capaz de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de las necesidades que vayan surgiendo”, explica Raquel Roca en su libro. Y es esta capacidad para actualizarse lo que le convierte en un profesional adaptable y moldeable, perfecto para los entornos laborales en donde prima la diversidad y la innovación constante. Son capaces de convertir su talento en el mejor activo.

No le asusta el fracaso ni experimentar, lo que no está exento de errores. Los asume, aprende de la experiencia y avanza. Otra de las características de los knowmad, y una de las más importantes, es que es responsable de sí mismo. Por lo tanto, líder de él mismo, que no espera que sean otros, “la empresa, el Estado, la sociedad… los que vengan a buscarle”, explica la autora Raquel Roca. No deja en manos de terceros su futuro profesional.

Este perfil profesional funciona como Google y Gmail: organiza y agrupa. Ésta es la clave, no la cantidad de proyectos sino la de conexiones entre unos y otros, buscan conexión para ser más productivos, menos es más. No duplican, agrupan. Por lo que estos nuevos profesionales a los que podríamos definir como vinculadores de oportunidades ya se están haciendo un hueco en nuestra sociedad. ¿Te atreves a ser un knowmad?. 

 

“Cómo vender tu empresa y no hacerse rico en el intento”

red

Mucho se habla últimamente de la figura del emprendedor, del emprendizaje y de cómo los jóvenes tienen que crear empresas a diestro y siniestro para convertirse en los salvadores del PIB. Bien, ¿y después de fundar una empresa qué?. Poco se analiza y se habla a tres años vista de esos mismos proyectos que se ensalzaban al inicio porque la triste realidad nos indica que muchos de ellos ya ni existen como razón social. Estas pseudo empresas se gestaron y planificaron mal desde el inicio en esta generación del “entrepreneurship boom” que tanta repercusión mediática tiene (más a nivel político que económico la verdad) pero que lo que busca en definitiva es aumentar el dato estadístico, e irreal, de la capacidad de emprendizaje de nuestro país. Emprendedores prematuros y poco formados, apoyos y subvenciones públicas mal enfocadas, estrategia no adecuada y productos y servicios que no tienen mercado, entre otros muchos, son los errores que se cometen a la hora de emprender y que por desgracia se repiten constantemente una y otra vez. Pero, ¿y si das con la tecla adecuada y finalmente alcanzas el dorado en forma de “éxito”? Entendiendo por éxito tener la tranquilidad financiera y los recursos para poder pagar las nóminas a fin de mes y disponer de tiempo para definir sosegadamente cual va a ser tu producto o servicio estrella que genere cash a tu cuenta de resultados. De la recurrencia en la facturación ni hablemos, eso ya es otra historia…

Si eres de los pocos afortunados que tras crear una empresa, con toda tu ilusión y esfuerzos, puedes permitirte el lujo de seguir con la persiana levantada pasados un par de años desde su constitución, conviene parar un momento a reflexionar. ¿Por qué, cómo y para qué iniciaste esa actividad empresarial?. Analiza si el “ente empresarial” existente trascurrido ese tiempo refleja la esencia de tu voluntad inicial. La propia evolución de una start up hace que se tengan que ir uniendo necesariamente al proyecto algunos compañeros de viaje que den viabilidad y soporte al crecimiento de la idea originaria: nuevos socios, business angels, sociedades de capital riesgo, fondos de inversión… Si trascurrido ese tiempo no te ves identificado con la empresa y filosofía actual igual es el momento de replantearte y planificar tu salida de la compañía. Es posible vender tu empresa si sabes cómo.

Existen dos tipos de emprendedores claramente diferenciados: unos a los que les gusta y son realmente habilidosos lanzando y promoviendo iniciativas empresariales y que cuando el negocio entra en beneficios le ponen un “lacito” y la venden al mejor postor para centrarse en nuevos retos y proyectos. Y por otro lado podemos encontrar a esos emprendedores con una emocionalidad mayor hacia el proyecto que han fundado y en el que deciden quedarse hasta el final de sus días sin aplicar criterios como la rentabilidad o la objetividad empresarial. Sin embargo una cosa es común para ambos perfiles de emprendedores y es que llegado el momento de vender sus empresas querrán obtener el mayor retorno posible de dicha operación.

Decidir vender la empresa que un día creaste no tiene que entenderse como una derrota con sabor agridulce. Todo lo contrario. Si sabes cómo y dónde encontrar a los posibles compradores y consigues negociar el mejor precio de venta, puede resultar una operación realmente ventajosa. Para ejecutar la venta de tu compañía no valdrá simplemente con colgar el cartel de For Sale y esperar a que los compradores se acerquen a ti. En todo proceso de negociación de compra-venta la planificación será la clave del éxito. Toda la estrategia y su diseño deberán prepararse minuciosamente antes de hacer saber al mercado la disponibilidad de tu empresa y por supuesto antes de contactar con ningún comprador. En la medida de lo posible, deberás ser tú como vendedor quien dirija el proceso de venta no aceptando primeras posibles ofertas que te deslumbren con falsas promesas. Hay que elegir el momento adecuado, bien por el propio valor que tenga tu compañía en ese instante como por las propias circunstancias que envuelven la negociación. Todo comprador querrá adquirir una empresa o negocio que todavía tenga recorrido en el mercado. El mejor momento por tanto debe darse en un espacio temporal en el que una empresa pasa de la fase de desarrollo a la fase de madurez. Es difícil localizar ese idílico punto exacto por lo que será sin duda más conveniente ejecutar la venta antes que después de sobrepasar la franja de madurez. Mi consejo es que no esperes demasiado antes de vender y que sobre todo la venta no surja de una necesidad puntual sino de la reflexión.

Además de tener un producto o servicio atrayente para la venta es de vital importancia saber encontrar un comprador al que le pueda interesar incorporarlo o integrarlo a su negocio y que por supuesto esté dispuesto a pagar por ello, tanto por necesidades de mercado como por disponibilidad de cash para invertir en nuevos negocios. Las sinergias entre negocios son un atractivo enorme para los potenciales compradores. Analiza y estudia empresas similares a la tuya, tanto por tamaño como por actividad, y que puedan complementar a otras a nivel de mercado, negocio o tecnología. De cara a hacer una buena estimación acerca de la valoración y precio de tu empresa busca compra-ventas recientes en el mercado ya que el análisis de operaciones similares te servirá para tener una buena referencia.

Organízate y prepara con antelación toda la documentación comercial para la venta de tu empresa con un buen documento explicativo para enviar a los posibles compradores indicando la actividad, productos y servicios, trayectoria y los puntos diferenciales que la hacen destacable frente al resto. Añade asimismo una valoración objetiva de la misma. Una vez inmerso en el proceso de venta te verás envuelto en una terminología, que de no conocerla al inicio ten por seguro que a la finalización serás un verdadero erudito en la materia: primas de emisión, informes cuentas anuales, due diligence, acuerdos ante notario, valoración pre/post money, ebitda, pacto de socios, fijo-variable…

Una opción intermedia a la venta puede ser plantear una salida “parcial”, manteniendo parte del paquete accionarial o siguiendo vinculado como trabajador a la compañía (opción que muchos compradores exigen para que haya una transferencia correcta). Dependiendo de qué tipo de salida elijas los criterios a la hora de buscar posibles compradores pueden variar. Si decides seguir vinculado en el corto plazo el socio ideal sería el que permita al proyecto seguir adelante, y a ser posible en constante crecimiento, complementando y dando viabilidad al proyecto. Si por el contrario decides una venta en la que no vas a seguir vinculado a la compañía puedes buscar otras alternativas que maximicen tu retorno vía venta a un fondo de inversión o similar, con la consiguiente fagocitación del negocio.

Como en toda planificación estratégica siempre es recomendable tener un plan B, ya que toda negociación no alcanza su objetivo hasta que estampas tu rúbrica en las escrituras de compra-venta ante notario. Antes de empezar a negociar conviene por tanto tener cerrado posibles acuerdos de venta con más de un candidato. Esto permitirá consolidar tu poder de negociación con cada uno de ellos si saben que no son los únicos interesados.

¿Y después de una venta satisfactoria?. Si has sido agraciado y has conseguido recuperar tu inversión inicial más un colchón vía prima (no esperemos hacernos ricos y pegar el soñado pelotazo) es momento de volver a reflexionar. ¿Reinvertir en un nuevo negocio?, ¿en el negocio de otros?… ya que en este didáctico recorrido empresarial no sólo has podido ganar unos cuantos euros, la incalculable experiencia adquirida es una verdadera remuneración no económica y muy valorada en el mercado de trabajo actual. ¿Me compras?.

“Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no”. Sun Tzu . El arte de la guerra.

PD: La vida de la empresa emprendedora es como el roble que surge de una bellota caída azarosa en el camino, la mayoría perecen secas en el incesante intento pero, afortunadamente, unas pocas llegan a florecer con voluntad de proporcionar sombra en el futuro.