2035 Y LA NECESIDAD DEL LARGO PLAZO

Back-to-the-Future-Title-CardMuchas de las malas noticias que vemos a diario en los medios de comunicación son la consecuencia directa de no dirigir pensando en el largo plazo. Me refiero a hechos como la crisis de los refugiados, los atentados yihadistas del pasado mes de noviembre en París, el de California en Estados Unidos, o el reciente ataque a la embajada española en Kabul que ha costado la vida a dos policías nacionales. Nada de esto ocurre por casualidad.

Una de las lecciones que aprendieron los gobernantes en la Segunda Guerra Mundial fue que solo habría paz duradera en el continente si existía, al mismo tiempo, prosperidad económica y un reparto más equitativo de la riqueza. Así, en las décadas posteriores tras la finalización del conflicto bélico, se pusieron en marcha ambiciosos programas de reconstrucción y desarrollo (con una gran aportación económica estadounidense a través del “Plan Marshall”), de los que también se beneficiaron Alemania e Italia, los países perdedores.

Es decir, hubo una clase política que pensó en un horizonte temporal que excedía, con mucho, de la duración de su mandato. Otro elemento importante que permitió el crecimiento económico prolongado fue la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero) en 1950, germen de lo que hoy es la Unión Europea. El objetivo era crear un mercado común, suprimiendo aduanas y buscando la libre circulación de productos dentro del territorio de los estados firmantes. Como consecuencia, se mejoró la producción del carbón y del acero, se intensificó el comercio entre los países miembro y se relanzó la industrialización en el territorio. La clase media europea creció de manera sensible. Europa ha vivido, desde entonces, el mayor periodo de paz de su historia.

Por desgracia, nuestros actuales gobernantes han olvidado las enseñanzas de sus predecesores. Hoy no se piensa en el largo plazo. El criterio general utilizado a la hora de tomar una decisión ante cualquiera de los graves problemas que se presentan es el de ganar tiempo. Después ya se verá lo que ocurre.

Veamos un ejemplo. Después de los atentados del 11-S, Estados Unidos, junto con el apoyo de varios países europeos, decidió intervenir militarmente Afganistán para derrocar el régimen talibán y capturar a Bin-Laden, máximo responsable de Al-qaeda. Expulsar a los talibanes del gobierno fue relativamente fácil, pero la situación en el país no se estabilizó, por la sencilla razón de que no había un plan para el día después. No contentos con tener un frente abierto, dieron inicio a la invasión de Irak. En esta ocasión, además, se utilizó un pretexto falso, el de la existencia de armas de destrucción masiva. Se eliminó a Sadam Husein. Y de nuevo, no había un plan para el día después. Irak es hoy, un caos, con parte del territorio dominado por el “Estado Islámico”.

En Siria se acometió una operación de derribo del dictador Bashar Al Assad, solo que esta vez, en lugar de enviar tropas propias, las potencias occidentales decidieron armar a los grupos opositores. En este país, para complicar aún más la situación, también participa Rusia, apoyando al dictador aún en el poder. El “Estado Islámico” se ha hecho con el control de parte del territorio. El resultado: un auténtico drama que ha hecho que cientos de miles de personas huyan del país en busca de un lugar más seguro.

Podríamos hablar también de Yemen, Mali o Libia. Son países que están sufriendo conflictos bélicos y donde no se vislumbra una solución de paz a corto plazo.

Como decía al principio, las cosas no ocurren por casualidad. La crisis de los refugiados o los atentados yihadistas son consecuencia de esta forma equivocada de actuar de manera cortoplacista. Estos problemas se han agravado, y nuestros dirigentes responden de la única manera que saben, es decir, ganando tiempo hasta la próxima legislatura.

Europa ha ofrecido a Turquía 3.000 millones de euros y la promesa de facilitar su ingreso en la UE a cambio de que los turcos se queden (y gestionen) en su territorio el grueso de desplazados por el conflicto de Siria. Y Francia, en respuesta a los ataques sufridos recientemente, está liderando una coalición para bombardear el territorio ocupado por el “Estado Islámico” en Siria e Irak. Hay serias dudas sobre la efectividad de estas acciones. Veremos.

Plano económico

En el plano económico ocurre otro tanto. Tras el estallido de la crisis de 2007, la respuesta de los mandatarios mundiales ha consistido en ganar tiempo, inyectando miles de millones de dólares y de euros al sistema. Estos estímulos no han llegado a lo que se conoce como la economía real. Se ha creado una burbuja monetaria jamás vista anteriormente. Hay temor a lo que ocurra en el momento en el que haya que retirar estos estímulos. El panorama está lleno de incertidumbres y son muchos los factores que pueden desencadenar, de nuevo, el pánico en los mercados internacionales, y por lo tanto, un nuevo parón económico.

El caso español

Se acaban de celebrar elecciones generales en España (con ingobernables resultados en el #20D) y la composición del Parlamento ha sufrido un cambio radical debido a la incorporación de nuevos partidos políticos. Ahora empieza la negociación para formar gobierno. Los candidatos han lanzado propuestas y promesas de manera continua durante la campaña. Sin embargo, ninguno de ellos ha hablado de cuál tiene que ser la España del 2035.

Si estableciéramos un símil deportivo, podríamos decir que la discusión está centrada en las reglas sin haber definido a qué jugamos (¿fútbol, baloncesto, waterpolo…?). Es decir, ¿cuál va a ser el motor que tire del progreso económico en los próximos 20 años?. ¿La construcción?. ¿El turismo?. ¿La nanotecnología?. Y en consecuencia, ¿qué acciones hay que llevar a cabo para posibilitar el cambio?.

España es un país que tiene todo para ser una potencia económica y jugar un papel mucho más relevante en el panorama internacional. Disfruta de una situación geográfica privilegiada, un clima amable, un nivel de infraestructuras muy desarrollado (carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones,…). Y lo más importante, tiene un tejido profesional suficientemente formado y capacitado para poder competir con garantías en un mundo globalizado.

Sin embargo, hay un gran déficit de liderazgo, tanto en el ámbito público como en el privado. Como remarcaba anteriormente, no he visto aún un solo candidato que hable en términos de largo plazo sobre el futuro del proyecto país.

Y en el sector privado, por desgracia, vemos que el estilo habitual de dirección de las grandes empresas es dictatorial y cortoplacista. El reconocimiento profesional y la meritocracia brillan por su ausencia. El resultado es que es raro encontrar una empresa española que ocupe una posición puntera a escala mundial en cualquier sector.

Conclusiones

En este post podemos ver varios ejemplos de los perjuicios que acarrea el realizar la función directiva de manera cortoplacista. Sin embargo, hay una diferencia entre un país y una empresa. El primero no va a desaparecer nunca, aunque sea perdurará como esencia. Por muy deprimido que pueda llegar a estar, siempre tendrá la oportunidad de resurgir, aunque para ello quizás deba esperar muchos años. Una empresa, por el contrario, tiene muchas posibilidades de termina por desaparecer.

Pero también tenemos el ejemplo contrario, el de los beneficios que se pueden obtener por hacer un ejercicio de reflexión, de pensar en el largo plazo. Y uno de los casos más paradigmáticos es el de la transformación de Bilbao. En los años 70 y en los 80, en el siglo pasado, la villa bilbaína sufrió un importante declive tras la desaparición de ocho grandes grupos empresariales de clase mundial. En 1991 se fundó la asociación “BM30: Bilbao Metropoli-30”, lugar de encuentro de las instituciones públicas (gobierno vasco, diputación de Vizcaya y los 30 municipios pertenecientes al Bilbao metropolitano) y empresas y entidades privadas. El cometido de la asociación era, según su propia definición, “realizar proyectos de planificación, estudio y promoción, dirigidos hacia la recuperación y revitalización del Bilbao Metropolitano, definido como una realidad social y económica sin unos límites geográficos precisos y cuya existencia se ha proyectado por todo su entorno regional e internacional”.

Cualquier persona que conociera el Bilbao de antes y el de hoy verá los frutos de este trabajo. La asociación sigue funcionando activamente en la actualidad, realizando propuestas para seguir orientando la transformación que todo organismo (un territorio, una institución, una empresa,…) tiene que practicar de manera continua para adaptarse a los cambios que sufre el entorno en el que se mueve.

Considero imprescindible para toda organización hacer un ejercicio de visualización del futuro que le espera en un plazo de 20 años. Es difícil saber lo que va a ocurrir en tan largo periodo de tiempo pero esta inversión, esta reflexión mirando al futuro marcará el éxito o no de una sociedad. Este trabajo servirá asimismo para tener un papel protagonista ante esos cambios a los que habrá que hacer frente, y la empresa tendrá mayor capacidad de adaptación, que en el fondo es lo que determina su supervivencia a lo largo del tiempo.

 Mil gracias por su colaboración en este post a Julen Basagoiti/@jbasagoiti

Inglatierra de Oportunidades

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En esta ocasión me gustaría dar voz nuevamente a los jóvenes, grandes damnificados de la mala praxis de nuestros gobiernos en la gestión de este interminable “período de recesión”, que decían algunos… Cuento con el testimonio de Unai, un joven periodista que acertadamente, ha decidido pasar una etapa de su vida en Inglaterra. Primeramente para perfeccionar su nivel de inglés (el eterno hándicap de nuestro entorno laboral por cierto) y segundo para recibir las primeras pinceladas del mundo profesional. El título del post ya lo indica, además de como fuente inagotable de experiencias, Inglaterra propone una interesante capacidad de empleabilidad e innumerables oportunidades de trabajo que bien canalizadas pueden complementar y fortalecer nuestro pasaporte vital y profesional. Gracias Unai por mostrarte dispuesto a colaborar y a compartir tu historia de joven inquieto. Adelante:

“Me presento. Me llamo Unai Sarriugarte, graduado en periodismo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y soy uno más de los muchos jóvenes españoles a los que les ha tocado dejar atrás a familia y amigos para ir en busca de un futuro laboral más próspero. Tras finalizar los estudios universitarios realicé unas prácticas de 4 meses en el departamento de comunicación del hospital de Basurto en Bilbao. Dada la dificultad para desarrollar mi carrera como periodista en el entorno cercano, algo más que limitado, decidí tomar las riendas de mi futuro y empecé a valorar ofertas de empleo en el extranjero. Detecté como prioritario mejorar mi capacidad idiomática (el inglés principalmente) y por eso decidí centrar mi búsqueda en Inglaterra.

Unos amigos me recomendaron ponerme en contacto con agencias especializadas en la búsqueda de empleo en el extranjero y así lo hice. Tras telefonear y visitar varias de estas agencias empecé a colaborar con Oxonnet, agencia inglesa con gran expertise en hostelería (hoteles, restaurantes y bares). Mi prioridad era encontrar un trabajo como periodista, pero dado que mi nivel de inglés no era del todo bueno, decidí aceptar una oferta en el mundo de la hostelería. Los objetivos a alcanzar con este empleo eran entre otros: mejorar mi inglés, conocer una nueva cultura, un nuevo país y poder ahorrar algo de dinero conociendo de primera mano el mercado laboral. A día de hoy puedo afirmar que he cumplido con creces estos 3 retos iniciales.

Finalmente conseguí un empleo como camarero en la cadena de hoteles británica Warner Leisure Hotels. Me enviaron a un hotel de 4 estrellas situado en un pueblecito llamado Hungerford, a unos 100 kilómetros de Londres. He de reconocer que estaba asustado e ilusionado a partes iguales cuando crucé el lobby del hotel por primera vez… El alojamiento y la comida que se ofrece al staff no es de lo más cómodo ni de lo más apetecible pero ya iba mentalizado que tenía que sobreponerme a este tipo de impedimentos. No iba a permitirme cualquier tipo de queja. El salario para ser Inglaterra tampoco es nada del otro mundo, minimun wage: 6,70 libras la hora si eres mayor de 21 años. La diferencia abismal llega cuando comparamos este salario con el salario mínimo por hora en España, fijado en unos 5 euros, frente a los cerca de 10 euros de salario mínimo en Inglaterra. Por no hablar de las famosas propinas, más conocidas en Inglaterra como tips. Un buen mes un camarero puede llegar a ganar unas 300 libras en propinas, una inyección económica muy notable a final de mes. En España no hay costumbre de dejar propina pero en Inglaterra está muy socializada está acción, e incluso está mal visto no dejar esta “remuneración voluntaria” como señal de gratitud por los servicios recibidos.

En muchas ocasiones se hace duro dejar atrás toda una vida para recalar en ambientes que son totalmente desconocidos para nosotros, pero nadie dijo que sobrevivir en pleno siglo XXI fuese fácil, ¿verdad?. Adecuarse a la cultura, a las tradiciones y a las personas de otros países cuesta y mucho. Hay que desarrollar esa capacidad de tolerancia y adaptación de la que tanto nos hablan. Otra cualidad imprescindible que he podido comprobar es la paciencia, ya que tenemos que dejar de lado la cultura del aquí y ahora, para abrir camino al observar, reflexionar y actuar.

Inglaterra es un país que ofrece innumerables posibilidades de empleo. La tasa de paro en Inglaterra está fijada en torno al 7 por ciento, muy por debajo de la de España, que está en torno a un 23 por ciento. Es decir, que si decides trasladarte a Inglaterra con la intención de trabajar, el ratio de posibilidades de encontrar un empleo son infinitamente más altas que en España. Sobre todo en el sector de servicios y de la hostelería. En el tiempo que llevo aquí he recorrido unas cuantas ciudades como Oxford, Reading e incluso Londres y las ofertas de empleo están latentes en cada rincón o esquina de estas ciudades.

Empecé trabajando en el restaurante del hotel a principios de Octubre de este año. No todo es fácil y de color de rosa, para nada. Cansado del egoísmo y las malas formas de parte de la plantilla del restaurante, del estrés del servicio y de la antipatía hacia mí de algunos de mis clientes al de un mes solicité el traslado para trabajar en el bar del hotel. Puesto de trabajo en el que al contrario que en el restaurante, me siento muy cómodo y respetado. Si de algo me está sirviendo esta experiencia es para cerciorar que las relaciones entre las personas son la base de cualquier trabajo.

Dentro de un mes finalizará la experiencia laboral en este hotel británico y tendré que valorar, nuevamente, cual va a ser mi siguiente paso. Mi mejora en el inglés desde que estoy aquí ha sido notable. Me veo mucho más suelto y relajado a la hora de hablar y entiendo más o menos bien a casi toda la gente. Por lo que, si os veis con la necesidad de aprender inglés, os animo a todos a buscar un trabajo en Inglaterra. Otra de las cosas que he podido detectar es que los entornos laborales son un buen mecanismo y una buena herramienta para poder mejorar en el uso y en el aprendizaje de una nueva lengua.

Las expectativas de volver a Inglaterra el próximo año a trabajar son muy altas. Pero está vez intentaré buscar un trabajo algo mejor remunerado, ya que existen posibilidades reales de que lo encuentre. Además intentaré moverme a una ciudad donde haya algo más de vida que en el pueblo en el que estoy. Porque no todo es trabajar.

Esta es mi breve historia en Inglaterra. Espero que sirva como ejemplo porque a título personal puedo decir sin ninguna duda que ha sido una experiencia increíble (con cosas buenas y malas, pero la vida consiste en esto, ¿no?). Inglaterra está abierta a vosotros si el día de mañana queréis venir a trabajar aquí. La cuestión es: ¿Estáis dispuestos a dejar atrás vuestras vidas para disfrutar de una vivencia inolvidable?. Espero que la respuesta sea un mayúsculo.”

KNOWMADS: LOS TRABAJADORES DEL FUTURO

KNOWMADS

Knowmad. Este novedoso concepto que empieza escucharse con fuerza en el argot empresarial es un neologismo que combina y maximiza las palabras know (conocer,saber) y nomad (nómada). Concentra las características que ha de tener un trabajador en el contexto actual para hacer frente a los retos profesionales de futuro, convirtiéndose en un nómada del conocimiento. La definición fue creada en el año 2011 por el experto en mercado laboral John Moravec, fundador de Education Futures, para definir a los trabajadores nómadas del conocimiento y de la innovación. Knowmad hace referencia a un nuevo perfil de profesional que ha de ser principalmente innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores menos adaptados al entorno. Además debe ser autodidacta en esta sociedad 2.0 nutriéndose y aprovechando el potencial del conocimiento proveniente de internet y de las nuevas tecnologías, principalmente digitales.

Raquel Roca (a la que agradezco enormemente su colaboración en el presente post) es la autora del libro ‘Knowmads, los trabajadores del futuro’ además de profesora del Postgrado de Experto en Marketing Digital del IEDE Business School y del Master en la Gestión del Talento en la Era Digital de LaSalle International Graduate School & LIDlearning. Una experta en la materia vamos. @Raquelroca (su perfil en Twitter) señala que “no es una moda, ni un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millenial, sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real que tiene detrás”. Además sostiene que todo aquel que viva en esta era está llamado a desarrollar una serie de destrezas y habilidades para desenvolverse en un mundo “hiperconectado e hiperdigitalizado”. Aquellos que no empiecen a practicar estas destrezas quedarán fuera del mercado laboral, o así lo atesoran los defensores de esta corriente. También las empresas que no se hayan puesto manos a la obra para gestionar a estos perfiles corren el peligro de ser menos competitivas. Raquel Roca es así de tajante para definir a estos profesionales “sociables y sociales a los que les gusta expandir el conocimiento -en red- y que están preparados para aprender -o desaprender si hace falta- de un modo no convencional”. Roca afirma que “el conocimiento es el valor añadido de estos trabajadores, el nuevo capital que les va a asegurar su empleabilidad. Y no se trata de un perfil laboral, es una actitud que puede adoptar cualquiera y en cualquier etapa de su vida”.

Lo que determine el futuro de una persona no dependerá del entorno geográfico de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de progresar en el mundo laboral. Se entra de este modo en la era de la meritocracia donde las capacidades de las personas pueden florecer por sí mismas y ser valoradas con criterios objetivos. La digitalización, un cambio en el modo de vida y en la forma de trabajar son algunos de los factores que están impulsando la proliferación de los knowmads que, según Raquel Roca, representarán el 45% de la fuerza laboral en 2020. “Van a ser tantos que las empresas no van a tener más remedio que adaptarse a ello si quieren mantenerlos. Tienen que aprender a tratar al knowmad de la misma manera que a los trabajadores de plantilla, porque se trata de una fuerza laboral que va a iniciar su propio cambio”, asegura esta experta, quien conoce experiencias piloto en empresas del Ibex 35, “otra cosa es que puedan implementarlo. Son plenamente conscientes de que este cambio está basado en la responsabilidad y la confianza, que sólo funciona si los mandos participan como uno más”. Asimismo Google estima que en el año 2020 casi toda la población del mundo estará conectada a internet. Y es ahí, en ese contexto, donde los mismos expertos dibujan el perfil de un nuevo profesional: el knowmad.

Un estudio elaborado por el banco ING-DiBa predice que en solo dos décadas los robots coparán 18 millones de empleos en Alemania, cerca de la mitad del total. El desarrollo de la robótica permitirá a la industria reemplazar el 59% de los puestos actuales de trabajo por robots, parece ser que más productivos y rentables que los humanos. Sin embargo, por mucho que avance y progrese la tecnología hay cosas que las máquinas nunca van a poder ser capaces de hacer, y esto tiene que ver con los trabajos creativos, la innovación, la resolución de problemas, la emocionalidad… Aquí entra en juego el conocimiento. O lo que es lo mismo: la comprensión de datos e información, siempre puesta al servicio de la innovación y de la imaginación.

¿Pero qué es lo que caracteriza a un knowmad? Varios expertos, con Moravec a la cabeza, han dibujado una serie de características, en lo que denominan pasaporte de habilidades:

  • No tiene una edad determinada.
  • No entiende su trabajo como un trabajo, disfruta con lo que hace para ganarse la vida, y lo integra como una actividad más de su quehacer cotidiano.
  • Inventivo e intuitivo, es un generador de ideas. Es una persona imaginativa, sabe buscarse la vida, los recursos.
  • Está alfabetizado digitalmente.
  • Transforma la información en conocimiento y la comparte.
  • Le importan las personas, porque encarnan el conocimiento, lo generan, aumentan, mejoran y lo enseñan.
  • Utiliza la información abierta y libremente.
  • No entiende de fronteras.
  • Tiene una gran capacidad para adaptarse y resolver problemas.
  • Es un creador de redes, siempre conectando a personas, ideas, organizaciones…
  • Asume que el aprendizaje es para toda la vida.
  • No le asusta la experimentación ni el fracaso.
  • Es responsable de sí mismo.

Al contrario que el millenial (nacido entre 1981 y 1995), no tiene edad, cualquier persona está capacitada para tener mentalidad nómada. Tampoco entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como una ocupación que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo. Es un generador de ideas, tiene recursos para salir adelante en cualquier situación. Además de imaginativo tiene la capacidad de transformar todo aquello que imagina en ideas productivas. Eso sí, ese sentimiento de libertad hace que no le guste recibir órdenes.

El knowmad domina las nuevas tecnologías, comprende su funcionamiento y las aprovecha en su beneficio, ya que aprende continuamente de ellas. Una de sus principales habilidades del knowmad es que transforma la información en conocimiento y la comparte abiertamente, es una especie de antena tecnológica que avisa sobre lo que está sucediendo. Maneja con soltura las redes sociales y, por tanto, comparte información, lo que le hace estar siempre al tanto y alerta de lo que sucede en el mundo. Sabe que el talento y el éxito dependen de esa pertenencia a redes del conocimiento. Al contrario de lo que puede parecer, no es un ermitaño, al que le guste la soledad: le puede gustar trabajar en solitario (desde cualquier lugar, una cafetería, una playa o la misma oficina), pero le importan las personas. Sabe que son importantes, porque generan conocimiento y oportunidades.

Tiene además una gran capacidad para adaptarse, para resolver problemas, es una persona, profesional, muy versátil y competente porque gracias a esos conocimientos puede hacer frente a todo tipo de conflictos. Cree firmemente en que el aprendizaje es para toda la vida (longlife learning), sabe que siempre tendrá que estar formándose por distintas vías (universidad, escuelas de negocios, internet, libros, vivencias de otras personas…). “Al asumir este hecho es capaz de aprender y desaprender con más facilidad en función de sus inquietudes o de las necesidades que vayan surgiendo”, explica Raquel Roca en su libro. Y es esta capacidad para actualizarse lo que le convierte en un profesional adaptable y moldeable, perfecto para los entornos laborales en donde prima la diversidad y la innovación constante. Son capaces de convertir su talento en el mejor activo.

No le asusta el fracaso ni experimentar, lo que no está exento de errores. Los asume, aprende de la experiencia y avanza. Otra de las características de los knowmad, y una de las más importantes, es que es responsable de sí mismo. Por lo tanto, líder de él mismo, que no espera que sean otros, “la empresa, el Estado, la sociedad… los que vengan a buscarle”, explica la autora Raquel Roca. No deja en manos de terceros su futuro profesional.

Este perfil profesional funciona como Google y Gmail: organiza y agrupa. Ésta es la clave, no la cantidad de proyectos sino la de conexiones entre unos y otros, buscan conexión para ser más productivos, menos es más. No duplican, agrupan. Por lo que estos nuevos profesionales a los que podríamos definir como vinculadores de oportunidades ya se están haciendo un hueco en nuestra sociedad. ¿Te atreves a ser un knowmad?. 

 

“Cómo vender tu empresa y no hacerse rico en el intento”

red

Mucho se habla últimamente de la figura del emprendedor, del emprendizaje y de cómo los jóvenes tienen que crear empresas a diestro y siniestro para convertirse en los salvadores del PIB. Bien, ¿y después de fundar una empresa qué?. Poco se analiza y se habla a tres años vista de esos mismos proyectos que se ensalzaban al inicio porque la triste realidad nos indica que muchos de ellos ya ni existen como razón social. Estas pseudo empresas se gestaron y planificaron mal desde el inicio en esta generación del “entrepreneurship boom” que tanta repercusión mediática tiene (más a nivel político que económico la verdad) pero que lo que busca en definitiva es aumentar el dato estadístico, e irreal, de la capacidad de emprendizaje de nuestro país. Emprendedores prematuros y poco formados, apoyos y subvenciones públicas mal enfocadas, estrategia no adecuada y productos y servicios que no tienen mercado, entre otros muchos, son los errores que se cometen a la hora de emprender y que por desgracia se repiten constantemente una y otra vez. Pero, ¿y si das con la tecla adecuada y finalmente alcanzas el dorado en forma de “éxito”? Entendiendo por éxito tener la tranquilidad financiera y los recursos para poder pagar las nóminas a fin de mes y disponer de tiempo para definir sosegadamente cual va a ser tu producto o servicio estrella que genere cash a tu cuenta de resultados. De la recurrencia en la facturación ni hablemos, eso ya es otra historia…

Si eres de los pocos afortunados que tras crear una empresa, con toda tu ilusión y esfuerzos, puedes permitirte el lujo de seguir con la persiana levantada pasados un par de años desde su constitución, conviene parar un momento a reflexionar. ¿Por qué, cómo y para qué iniciaste esa actividad empresarial?. Analiza si el “ente empresarial” existente trascurrido ese tiempo refleja la esencia de tu voluntad inicial. La propia evolución de una start up hace que se tengan que ir uniendo necesariamente al proyecto algunos compañeros de viaje que den viabilidad y soporte al crecimiento de la idea originaria: nuevos socios, business angels, sociedades de capital riesgo, fondos de inversión… Si trascurrido ese tiempo no te ves identificado con la empresa y filosofía actual igual es el momento de replantearte y planificar tu salida de la compañía. Es posible vender tu empresa si sabes cómo.

Existen dos tipos de emprendedores claramente diferenciados: unos a los que les gusta y son realmente habilidosos lanzando y promoviendo iniciativas empresariales y que cuando el negocio entra en beneficios le ponen un “lacito” y la venden al mejor postor para centrarse en nuevos retos y proyectos. Y por otro lado podemos encontrar a esos emprendedores con una emocionalidad mayor hacia el proyecto que han fundado y en el que deciden quedarse hasta el final de sus días sin aplicar criterios como la rentabilidad o la objetividad empresarial. Sin embargo una cosa es común para ambos perfiles de emprendedores y es que llegado el momento de vender sus empresas querrán obtener el mayor retorno posible de dicha operación.

Decidir vender la empresa que un día creaste no tiene que entenderse como una derrota con sabor agridulce. Todo lo contrario. Si sabes cómo y dónde encontrar a los posibles compradores y consigues negociar el mejor precio de venta, puede resultar una operación realmente ventajosa. Para ejecutar la venta de tu compañía no valdrá simplemente con colgar el cartel de For Sale y esperar a que los compradores se acerquen a ti. En todo proceso de negociación de compra-venta la planificación será la clave del éxito. Toda la estrategia y su diseño deberán prepararse minuciosamente antes de hacer saber al mercado la disponibilidad de tu empresa y por supuesto antes de contactar con ningún comprador. En la medida de lo posible, deberás ser tú como vendedor quien dirija el proceso de venta no aceptando primeras posibles ofertas que te deslumbren con falsas promesas. Hay que elegir el momento adecuado, bien por el propio valor que tenga tu compañía en ese instante como por las propias circunstancias que envuelven la negociación. Todo comprador querrá adquirir una empresa o negocio que todavía tenga recorrido en el mercado. El mejor momento por tanto debe darse en un espacio temporal en el que una empresa pasa de la fase de desarrollo a la fase de madurez. Es difícil localizar ese idílico punto exacto por lo que será sin duda más conveniente ejecutar la venta antes que después de sobrepasar la franja de madurez. Mi consejo es que no esperes demasiado antes de vender y que sobre todo la venta no surja de una necesidad puntual sino de la reflexión.

Además de tener un producto o servicio atrayente para la venta es de vital importancia saber encontrar un comprador al que le pueda interesar incorporarlo o integrarlo a su negocio y que por supuesto esté dispuesto a pagar por ello, tanto por necesidades de mercado como por disponibilidad de cash para invertir en nuevos negocios. Las sinergias entre negocios son un atractivo enorme para los potenciales compradores. Analiza y estudia empresas similares a la tuya, tanto por tamaño como por actividad, y que puedan complementar a otras a nivel de mercado, negocio o tecnología. De cara a hacer una buena estimación acerca de la valoración y precio de tu empresa busca compra-ventas recientes en el mercado ya que el análisis de operaciones similares te servirá para tener una buena referencia.

Organízate y prepara con antelación toda la documentación comercial para la venta de tu empresa con un buen documento explicativo para enviar a los posibles compradores indicando la actividad, productos y servicios, trayectoria y los puntos diferenciales que la hacen destacable frente al resto. Añade asimismo una valoración objetiva de la misma. Una vez inmerso en el proceso de venta te verás envuelto en una terminología, que de no conocerla al inicio ten por seguro que a la finalización serás un verdadero erudito en la materia: primas de emisión, informes cuentas anuales, due diligence, acuerdos ante notario, valoración pre/post money, ebitda, pacto de socios, fijo-variable…

Una opción intermedia a la venta puede ser plantear una salida “parcial”, manteniendo parte del paquete accionarial o siguiendo vinculado como trabajador a la compañía (opción que muchos compradores exigen para que haya una transferencia correcta). Dependiendo de qué tipo de salida elijas los criterios a la hora de buscar posibles compradores pueden variar. Si decides seguir vinculado en el corto plazo el socio ideal sería el que permita al proyecto seguir adelante, y a ser posible en constante crecimiento, complementando y dando viabilidad al proyecto. Si por el contrario decides una venta en la que no vas a seguir vinculado a la compañía puedes buscar otras alternativas que maximicen tu retorno vía venta a un fondo de inversión o similar, con la consiguiente fagocitación del negocio.

Como en toda planificación estratégica siempre es recomendable tener un plan B, ya que toda negociación no alcanza su objetivo hasta que estampas tu rúbrica en las escrituras de compra-venta ante notario. Antes de empezar a negociar conviene por tanto tener cerrado posibles acuerdos de venta con más de un candidato. Esto permitirá consolidar tu poder de negociación con cada uno de ellos si saben que no son los únicos interesados.

¿Y después de una venta satisfactoria?. Si has sido agraciado y has conseguido recuperar tu inversión inicial más un colchón vía prima (no esperemos hacernos ricos y pegar el soñado pelotazo) es momento de volver a reflexionar. ¿Reinvertir en un nuevo negocio?, ¿en el negocio de otros?… ya que en este didáctico recorrido empresarial no sólo has podido ganar unos cuantos euros, la incalculable experiencia adquirida es una verdadera remuneración no económica y muy valorada en el mercado de trabajo actual. ¿Me compras?.

“Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no”. Sun Tzu . El arte de la guerra.

PD: La vida de la empresa emprendedora es como el roble que surge de una bellota caída azarosa en el camino, la mayoría perecen secas en el incesante intento pero, afortunadamente, unas pocas llegan a florecer con voluntad de proporcionar sombra en el futuro.

“Radical is Normal”

Sin título

Pocas son las ocasiones en la que asistes a un evento sobre innovación y a la salida quedas gratamente sorprendido tanto por el formato, por el contenido, como por la capacitación del propio ponente. El título del evento ya rezaba sugerente y provocador “RADICAL IS NORMAL: TEN IDEAS ABOUT THE COMING BUSINESS WORLD” y la conferencia la impartía Alfons Cornella, un referente en la materia y promotor asimismo de los proyectos Infonomia y co-society. Los invitados que tuvimos la fortuna de asistir a la charla de Alfons recibimos una píldora formativa de dos horas de duración, que para nada se hicieron tediosas, todo lo contrario. 120 productivos minutos que incitaron a la reflexión acerca del hoy y del mañana en esa búsqueda constante del progreso tecnológico y social. En este post intentaré hacer por tanto una breve recopilación de los temas tratados en el evento Radical is Normal celebrado el 18 de mayo en la torre Iberdrola en Bilbao.

Según comenta el propio Alfons Cornella la distancia entre la normalidad y la radicalidad se ha reducido a prácticamente cero. Podemos esperar prácticamente cualquier cosa de la ciencia, la tecnología y de los comportamientos sociales. Pensar de forma cada vez más y más atrevida va a ser necesario, y para ello habrá que estar más al día sobre cómo cambia el mundo. Gestionar y saber comunicar una aceleración del mundo que deviene (incomprensible por otro lado para la mayor parte de la Humanidad) es uno de los grandes retos de los próximos años.

Vivimos en un momento extraordinario de innovación en todo el mundo. La literalidad del adjetivo “extra-ordina­rio” encuentra su constatación en el tipo de noticias so­bre lo que está por llegar al que nos hemos ido acostumbrando. Proyectos e ideas que hasta hace bien poco no hubieran tenido cabida más allá de las revistas o los libros de Ciencia Ficción, pero que hoy podemos encontrar habitualmente en medios con­siderados “serios”. Proyectos radicales que se convierten en nor­males. Ideas extrañas que acaban por hacerse posibles. Proyectos como Hyperloop, un transporte terrestre subsónico basado en el principio de inducción capaz de cubrir los 560 kiló­metros entre San Francisco y Los Angeles en apenas 35 minutos. Una idea que podríamos creer “extraña” en principio, pero que quizás deja de serlo tanto en cuanto sabemos que quien quiere hacerla realidad es Elon Musk, co-fundador de PayPal, SpaceX y Telsa Motors, proyectos que en su momento fueron conside­rados como ideas “extrañas” pero que hoy son ya una realidad.

El evento RADICAL IS NORMAL: TEN IDEAS ABOUT THE COMING BUSINESS WORLD trató temas y dio innumerables ejemplos prácticos acerca de qué es innovar, y la centralidad del valor en innovación; la oportunidad de resolver problemas; cómo detectar los “activos invisibles” de una organización, mapearlos y combinarlos con los de otra para derivar océanos azules.

No dudéis por tanto en acudir a esta jornada si tenéis la oportunidad, no te dejará indiferente. Radical is Normal y… ¿Normal is Radical?.

Adjunto el contenido del programa que se trató:

1) WEIRD IDEAS TURNED RADICAL / IDEAS EXTRAÑAS CONVERTIDAS EN RADICALES

Ejemplos de ideas radicales en el ámbito de los negocios, tecnología, ciencia, educación y sociedad que han aparecido en los últimos 6 meses en el mundo.

2) CROWDS, EVERYWHERE / LA GENTE, EN TODAS PARTES

Las personas importan. Estamos en medio de una revolución que define al público como algo más que simples espectadores o como una mera representación de una demanda. Su nuevo rol como protagonistas y co-productores promete ser uno de los grandes catalizadores en los próximos años.

3) THE INTERNET OF EVERYTHING / LA INTERNET DE TODAS LAS COSAS

Conectando todo, de la misma manera que ya hemos conectado a todo el mundo. El siguiente paso es conectar todos los objetos, procesos y sistemas alrededor del mundo. Coordinar y unir sistemas generará una economía que se beneficia de nuevas fuentes de eficiencia y de nuevas presiones de la competencia.

4) NANODEGREES: LEARNING AS POTENTIAL ENERGY / NANOGRADOS: LA FORMACIÓN COMO ENERGÍA POTENCIAL

¿Qué tipo de profesional va a ser más valioso para las organizaciones? ¿Cómo debemos cambiar de la tradición de la escolarización al aprendizaje basado en la formación? Nuevas ideas en la educación emergentes en todo el mundo proponen programas cortos, orientados hacia aprendizajes personales y personalizados que utilizan herramientas que se pueden aplicar casi en tiempo real.

5) THE COMPANY’S SECOND OPERATING SYSTEM / UN SEGUNDO SISTEMA OPERATIVO PARA LAS ORGANIZACIONES

La innovación esporádica es fácil: pon varias personas en una habitación con suficientes post-its y obtendrá docenas de posibles ideas de negocio. Pero la innovación sistemática es más difícil. Hacer estrategia del negocio actual compatible con una exploración sistemática de estrategias de futuro requiere de un equipo para coordinar dos enfoques diferentes. Es hora de traer un segundo sistema operativo para las organizaciones.

6) BRINGING EXPERIMENTS TO BUSINESS / LLEVAR LA EXPERIMENTACIÓN A LAS EMPRESAS

La idea de experimentar (probar algo para ver los resultados) es una de las mejores ideas que la humanidad ha tenido nunca, y constituye la base del desarrollo científico en los últimos tres siglos. La introducción de esta idea de negocio, con la lógica y los métodos detrás de él, y un énfasis en el concepto de pruebas, modelos y prototipos, se convertirá en uno de los grandes propulsores de la transformación de los futuros negocios.

7)  STEAM: INVENT TO LEARN / STEAM: INVENTAR PARA APRENDER

La aspiración a aumentar el interés por la ciencia y la tecnología en la escuela es universal, y el cambio radical en la estructura educativa, ahora es posible, será tal vez alentar un aumento en el deseo de los jóvenes para transformar la realidad que les rodea. Vamos a ver algunas de las mejores ideas y experiencias en STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), que se refieren a la sustitución del concepto de la enseñanza por el de aprendizaje.

8) POWER, REINVENTED / EL PODER, REINVENTANDO

Poder, la forma en la que las cosas son discutidas, decididas y llevadas a cabo, está evolucionando rápidamente en muchos ámbitos de nuestra vida: en la política y la familia; en las ciudades y en las empresas. ¿Qué significará esto para nosotros en los próximos meses?

9) EXPONENTIAL TECHNOLOGIES / TECNOLOGÍAS EXPONENCIALES

Tecnologías que no siguen un desarrollo lineal, pero se acumulan rápidamente en los componentes ya existentes. Laboratorios mejor equipados con científicos preparados mejor combinando su gama de habilidades. Nunca antes hemos sido capaces de pensar de manera más productiva. ¿Será este futuro exponencial una utopía, o se trata de una visión distópica de lo que está por venir?

10) JOKER / COMODÍN

El comodín. La última idea de Radical is Normal siempre será una sorpresa. Estamos esperando para ver lo más innovador, reciente, desde la primera línea de los negocios…

Enlaces de interés:

http://www.infonomia.com/form/radical-is-normal-bilbao/ 

http://alfonscornella.com/talks/radical-is-normal/

http://www.infonomia.com/

 

¿YO? ¿EMPRENDEDOR?

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¿Yo? ¿Emprendedor?. Quizás muchos de vosotros y vosotras nunca os hayáis planteado esta pregunta ya que los pensamientos habituales desde que finalizamos nuestros estudios están más enfocados a trabajar por cuenta ajena en una gran empresa. Lo que intentaré transmitir en estas líneas es que el emprendizaje es una oportunidad real de generar opciones laborales exitosas en el marco empresarial actual.

Mi caso fue así, con 26 años quise formalizar junto a dos socios lo que empezó siendo un pasatiempo para convertirlo en un verdadero proyecto empresarial. Éramos un equipo promotor proveniente de diferentes disciplinas y a posteriori este mix de conocimiento y capacidades resultó ser una de las claves del éxito de nuestro proyecto. Constituimos así pues TAPQUO, una start up de base tecnológica especializada en el desarrollo de aplicaciones móviles bajo la tecnología HTML5. Yo como licenciado en ADE me centré sobre todo en tareas de gestión y desarrollo de negocio. Todavía recuerdo esas primeras reuniones de grupo cuando les transmitía al equipo técnico que mi objetivo iba a ser muy claro, que no sencillo: convertir su conocimiento en euros. Porque no nos olvidemos de que el fin principal de cualquier empresa es facturar para generar riqueza y un proyecto sostenible de futuro tanto para los trabajadores como para la propiedad, los socios.

En una empresa de nueva creación os tocará hacer de todo: desde realizar tareas comerciales, marketing, contabilidad, participar en el desarrollo del Business Plan,… Deberéis convertiros en una navaja suiza, polivalente y multidisciplinar. Trabajando en vuestro proyecto de emprendizaje vais a conocer y a vivir de primera mano lo que es el verdadero mundo empresarial desde una perspectiva, eso sí, más generalista. Aquí reside la gran diferencia si lo comparamos con trabajar en una multinacional donde se busca más la especialización departamental.

La satisfacción de ver crecer y evolucionar tu empresa es algo inigualable. Lo que ves es tuyo, fruto de tus ilusiones, ganas y esfuerzo. Pero no todo es bonito en esto del emprendimiento, hay que trabajar y MUCHO. Mi caso fue un tanto especial ya que me tocó compaginar la faceta de emprendedor en TAPQUO con mi trabajo por cuenta ajena como Director de Innovación en una pyme tecnológica. El hecho de trabajar 12 horas al día e incluso algún fin de semana que otro no suponía un sacrificio. La recompensa daba sentido a toda esta dedicación. Con el tiempo el trabajo duro y la perseverancia traen resultados y éxitos, que no os quepa ninguna duda. Aprender a mirar las situaciones con perspectiva y no os perdáis en el cortoplacismo.

Otra de las claves de cara a lanzar un nuevo proyecto empresarial es la especialización, atacar el mercado desde lo diferente. Es la única opción que tiene una empresa pequeña para poder competir contra las grandes corporaciones. Asimismo hay que entender que los clientes son el TODO para una empresa. Atraerlos, cuidarlos y conseguir que quieran volver a comprar nuevamente tus productos y servicios. Un cliente descontento hace más ruido que 10 contentos, quedaros con esa idea.

Uno de mis lemas en el mundo empresarial es el siguiente: “prefiero tener un poco de mucho que mucho de poco”. Que no os dé miedo a compartir vuestra idea, ¿quién mejor que vosotros para llevarla a cabo?. Cualquier inversor preferirá invertir en vosotros antes que competir lanzando una nueva empresa sobre vuestra idea de negocio. Así fue en nuestro caso, de ser un proyecto fundado por tres socios, en TAPQUO entraron a participar diversos socios tecnológicos, un Business Angel y una Sociedad de Capital Riesgo. Es muy importante que estos nuevos compañeros de viaje no aporten únicamente capital, sino que se impliquen en el día a día de la empresa generando valor a nivel de estrategia de negocio o a nivel comercial atrayendo proyectos y clientes. Esta entrada de euros ayudará a que el hecho de pagar las nóminas no sea el principal problema de la empresa. Como escuché en una charla a un profesor del MIT: “El cash flow es más importante que tu madre”. Gran verdad si analizamos la situación actual de falta de liquidez de la mayoría de empresas de nuestro entorno.

¿Dónde buscar oportunidades de negocio?. La semilla del emprendizaje no tiene porque germinar justo al tiempo de terminar los estudios, en mi caso fue al de unos años tras finalizar la carrera cuando ya tenía una cierta experiencia y conocía algunos de los entresijos del mundo empresarial. No hay que estar obsesionado con querer ser emprendedor. La oportunidad puede surgir en el último año de carrera realizando un proyecto junto a tus compañeros de facultad, con treinta años en una conversación informal con tus amigos, o con cincuenta años o más al ser despedido de un trabajo y tener que reinventarse para seguir adelante. Mientras exista una buena idea de negocio y ganas de llevarla a cabo por un equipo profesional y comprometido podéis estar tranquilos porque esta aventura del emprendizaje os va a divertir y mucho…

” EL MEJOR MODO DE PREDECIR EL FUTURO ES INVENTÁNDOLO”. ALAN KEY