Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.

Este miércoles los mercados han vuelto a vivir momentos de caos tras el anuncio de Vladimir Putin de movilizar parcialmente a Rusia para que cientos de miles de reservistas puedan ir a la guerra de Ucrania. Las bolsas han cotizado con volatilidad y nerviosismo (la bolsa rusa ha llegado a caer cerca de un 6%), mientras que el euro ha optado por retroceder frente al dólar, perdiendo incluso los 0,99 centavos por unidad de la moneda europea. Mientras tanto, el petróleo ha subido con fuerza, rebasando por momentos los 93 dólares por barril en el caso del Brent, que al cierre europeo ha bajado a la zona de los 90 dólares. Hay que recordar que Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo, solo por detrás de Arabia Saudí.

El Riksbank ha dado la sorpresa. El banco central más antiguo del mundo, fundado en 1668, ha anunciado una subida de tipos de 100 puntos básicos, una decisión histórica que pretende poner coto a la inflación: "La inflación es demasiado alta. Está socavando el poder adquisitivo de los hogares y dificultando tanto a las empresas como a los hogares la planificación de sus finanzas. La política monetaria ahora debe endurecerse aún más para que la inflación vuelva a la meta", sentencia el comunicado del banco sueco, que pone así tierra de por medio con el BCE.

Los datos macro alemanes cada vez telegrafían una situación peor para el país y, por ende, para la eurozona. El Índice de Precios del Productor (IPP) se disparó en agosto mucho más de lo previsto por los analistas. El indicador registró un avance del 7,9% intermensual frente al 1,6% previsto y el 5,3% de julio. En el cómputo interanual, el avance fue del 45,8% frente al 37,1% estimado y el 37,2% de julio.

El precio de la vivienda ha subido con extrema intensidad en la zona euro en los últimos trimestres. Aunque la tendencia viene de largo, la demanda ganó tracción tras la crisis del covid, con los precios avanzando a tasas interanuales que no se veían desde principios de los 90. Esta demanda de vivienda se ha visto apoyada, entre otros factores, por unos tipos de interés que se han mantenido a la baja durante años. Ahora, la situación se está revirtiendo de forma drástica. El Banco Central Europeo devolvió los tipos a terreno positivo de un solo movimiento en julio, mientras que en septiembre ejecutó la mayor subida de su historia. Esto está desembocando en unas hipotecas más caras, lo que históricamente ha sido la antesala de una corrección en el precio de la vivienda.

La repentina subida del euríbor en España y el resto de países de la Eurozona se ha convertido en la peor 'pesadilla' de millones de familias que cuentan con hipotecas a tipo variable. El tipo medio de estos préstamos ya ha superado el 2%, según los últimos datos del BCE. Pues bien, esta subida de vértigo no se acerca ni de lejos a lo que está ocurriendo en EEUU, donde la Reserva Federal comenzó a endurecer su política mucho antes y el interés medio de las hipotecas ya ha superado el 6%, niveles que no se veían desde 2008, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria.

bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado está sensible y con la incertidumbre actual basta cualquier mínimo indicio negativo para que las caídas se recrudezcan. Casi sin tiempo para que las bolsas cojan algo de respiro tras el disgusto que supuso el martes la lectura del IPC de EEUU en agosto, este jueves llegaban datos macro lo suficientemente positivos (quinta bajada semanal de las peticiones de subsidio por desempleo, unas ventas minoristas resistentes) como para prever una Fed más dura contra la inflación, lo que ha vuelto a socavar a Wall Street. El último golpe ha llegado la pasada noche. El gigante de la mensajería FedEx presentó unas perspectivas económicas tan funestas a corto plazo que el miedo se ha quedado más pegado al parqué.

La marea de la inflación no está remitiendo al ritmo que se esperaba. Las esperanzas de los mercados estaban puestas en el dato de IPC mensual de EEUU, a la espera de que mostrase una moderación suficiente que acercase a la mayor economía del mundo a un aterrizaje suave. Sin embargo, los precios cayeron solo dos décimas (hasta el 8,3%), con la inflación subyacente presentando un preocupante avance mensual del 0,6% (6,3% anual). Este tipo de inflación, que no pondera alimentos frescos ni energía, debe ser atacada a través de los tipos de interés, lo que podría llevar a la Fed elevar por enésima vez su tono. Esto abre la puerta a un alza de tipos de 100 puntos básicos, una posibilidad que empieza a ganar enteros, un movimiento que no se ve desde la era de Paul Volcker, cuyo mandato fue un tanto turbulento para los mercados y la economía.

Economía

Con menos foco mediático que el de la eurozona o el estadounidense, el mercado laboral británico está dejando titulares tan aleccionadores sobre la resaca pandémica como preocupantes para su economía. Las anomalías causadas por el covid han dejado un mercado de trabajo tan tenso que su tasa de paro es la más baja en 48 años. Los británicos no vuelven al mercado laboral pese al acuciante coste de la vida y la razón principal es que la fuerza laboral sigue siendo estrecha tras la crisis sanitaria. La constatación del fenómeno se ve en unos salarios que siguen avanzando con fuerza, complicando la vida al Banco de Inglaterra (BoE) y al gobierno que acaba de estrenar la conservadora Liz Truss.

bolsa, mercados y cotizaciones

Aunque Wall Street y la economía real ('Main Street') hacen unas vidas más separadas de lo que muchas veces se quiere ver, la 'sangría' de este 2022 en las bolsas se ha dejado notar en las familias. La riqueza de los hogares de EEUU experimentó en el segundo trimestre la mayor caída registrada hasta la fecha debido a la agresiva actuación de la Reserva Federal para controlar la rápida inflación, que ha provocado el desplome de las acciones. Es la primera arista del afilado discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, en Jackson Hole, desde donde avanzó "dolor" para los ciudadanos.

Economía

Nada simboliza mejor el fin de una era en los tipos de interés como la decisión este jueves del Banco Nacional de Dinamarca de sacarlos de territorio negativo. Casi a la par que su vecino grande, el Banco Central Europeo (BCE), el banco central danés decretó también una subida de tipos de 75 puntos básicos (la mayor desde 1998) que dejó el de referencia en el 0,65%. El salto es representativo en la medida en que Dinamarca fue en 2012 uno de los pioneros en aplicar tipos negativos y, salvo unos escasos meses de 2014 con una tasa del 0,05%, así los ha mantenido hasta ahora.