El Riksbank ha dado la sorpresa. El banco central más antiguo del mundo, fundado en 1668, ha anunciado una subida de tipos de 100 puntos básicos, una decisión histórica que pretende poner coto a la inflación: "La inflación es demasiado alta. Está socavando el poder adquisitivo de los hogares y dificultando tanto a las empresas como a los hogares la planificación de sus finanzas. La política monetaria ahora debe endurecerse aún más para que la inflación vuelva a la meta", sentencia el comunicado del banco sueco, que pone así tierra de por medio con el BCE.
Por lo tanto, el Directorio Ejecutivo ha decidido aumentar la tasa oficial en 1 punto porcentual, de una sola tacada, hasta el 1,75%. "La previsión para los tipos de interés es que se seguirán elevando en los próximos seis meses. El comportamiento de la inflación en el futuro aún es difícil de evaluar y el Riksbank adaptará la política monetaria según sea necesario para garantizar que la inflación regrese al objetivo", sentencia el comunicado. Un movimiento de este calibre entre las economías avanzadas solo se le ha visto recientemente (en julio) al Banco de Canadá.
De esta forma, el Riksbank toma la delantera frente al Banco Central Europeo y se sitúa por encima, con los tipos de interés en el 1,75%. "Que los precios al consumo en Suecia hayan aumentado tanto se debe no solo a los efectos del exterior, sino también a la buena marcha de la actividad económica en Suecia". De este modo, el banco sueco reconoce que la fortaleza de la demanda es en parte culpable del alza de precios dentro del país nórdico, lo que obliga al instituto monetario a endurecer su política monetaria, que aunque no tiene impacto sobre las presiones que vienen del exterior, sí ataca directamente a las presiones internas.
La inflación en máximos de 1991
"La combinación de aumentos sustanciales de los costes internacionales, los efectos de los altos precios de la energía en otros inputs y la actividad económica sueca relativamente fuerte ha significado que la inflación se haya situado en el 9% en agosto. Este es el nivel más alto desde 1991. El riesgo de que la inflación se consolide sigue siendo grande y es sumamente importante que la política monetaria actúe para garantizar que la inflación retroceda y se estabilice en torno a la meta del 2% en una perspectiva de tiempo razonable", sostiene la institución monetaria.
No obstante, el banco sueco también contaba con cierta desventaja, puesto que en lo que resta de año solo tenía agendadas dos reuniones más, frente a las tres de el BCE o la Reserva Federal. Para no convocar una reunión de urgencia (y el caos que ello puede generar en los mercados y la economía), el banco sueco podría haber optado por adelantar alguna de las subidas de tipos. "En parte, eso se debe a que al Riksbank solo le queda una reunión programada este año después de este mes, que es una menos que la mayoría de los bancos centrales. En ese sentido, tiene que hacer que cada uno cuente, especialmente dadas las expectativas de un ajuste más agresivo del BCE en el corto plazo", señalaban los analistas de ING.
"La inflación, las expectativas de inflación y las subidas de los tipos de interés por parte de otros bancos centrales favorecían la subida del Riksbank. El crecimiento y la incertidumbre en torno al mercado inmobiliario están en contra. Hasta ahora, esta última variable pesa relativamente poco, pero más adelante puede jugar un papel más importante. Aunque todo el mundo habla de la electricidad y de los tipos de interés, además del resto de la inflación, los grandes aumentos de los costes aún están por llegar. A pesar de los altos precios, es durante la parte más fría del año cuando realmente afecta", señalan los analistas del banco sueco SEB.
Del mismo modo, añaden, "se necesitan un par de meses antes de que una subida del Riksbank se filtre en el sistema de tipos de interés a tres meses. A finales del mes que viene, la subida de julio ya habrá surtido efecto casi por completo. En otras palabras, lo que se espera es cómo afecta exactamente al consumo. Hasta ahora nos hemos ceñido a un tipo de interés político que alcanza un máximo del 2,5% con riesgo de subida. La situación es, como mínimo, incierta, y la formación de los salarios será un punto decisivo, pero aún queda camino por recorrer".
Tras este movimiento, la corona sueca recorta pérdidas en su cruce contra la moneda común quedándose en las 10,795 unidades por euro. Antes de la decisión del RiksBank había caído hasta las 10,77 unidades. Ahora mismo, el tipo de interés clave en Suecia es del 1,75%, mientras que el de la Eurozona (establecido por el BCE) es del 0,75%.