El esperadísimo informe de empleo de agosto de EEUU conocido este viernes ha arrojado cifras para todos los gustos. Por una parte, la lectura de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo muestra que la potente máquina laboral del país sigue engrasada pese a la desaceleración y los miedos de recesión al crearse el mes pasado 315.000 empleos (nóminas no agrícolas). Por otra, muestra una tasa de paro que escala al 3,7% desde un 3,5% que igualaba el mínimo prepandémico.
Desde que el pasado viernes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, decretase desde Jackson Hole una prolongada temporada de tipos al alza y "dolor" en los hogares, el mercado especulaba con un informe que señalase enfriamiento en el mercado laboral y que calmase el 'aleteo halcón' de la Fed.
Que el informe haya salido mixto ha dejado a la interpretación de los inversores cómo moverse. Aunque la creación de empleo vuelve a sorprender al alza (el consenso esperaba una cifra ligeramente por debajo de las 300.000 nóminas no agrícolas) y la revisión del espectacular dato de julio (más de 500.000 nóminas) ha sido mínima, los inversores han preferido quedarse inicialmente con que la tasa de paro vuelve a subir al nivel más alto desde marzo tras el descenso de julio.
También ha podido influir en ese ánimo el también muy vigilado dato sobre los salarios. Los ingresos medios por hora se elevaron un 0,3% intermensual en agosto frente al 0,4% esperado por los economistas y el 0,5% del mes previo. A nivel interanual, el avance es del 5,2%, igual que en julio y una décima menos de lo que aguardaban los expertos. Pese a esta mínima contención, se antojan datos aún elevados para ver un cambio de actitud en la Fed.
Los rendimientos del Tesoro a corto plazo -el bono a dos años- han caído rápidamente del 3,48% al 3,41%. Asimismo, el bono a 10 años o T-Note ha pasado de un 3,28% a un 3,2%. Los futuros de Wall Street han subido, repuntando los índices por encima del 1% tras la apertura, y el dólar ha extendido sus pérdidas en el día.
Atendiendo a las apuestas del mercado, las probabilidades de que la Fed subo los tipos por tercera vez seguida 75 puntos básicos en septiembre han bajado a un 64% frente al 75% de antes de conocerse el dato. Será el dato de IPC de agosto que se conocerá el próximo 13 de septiembre el que acabe de decantar la balanza.
La clave de bóveda del informe, en cualquier caso, está en la tasa de participación laboral -proporción de la población que trabaja o busca trabajo-. Esta métrica registró en agosto un destacable repunte desde el 62,1% al 62,4%. Esto demuestra que más americanos están volviendo al mercado laboral tras la pandemia y tras el estancamiento de este dato los últimos meses.
Una buena noticia para la Fed, que espera que esto contenga la subida de los salarios y las presiones inflacionistas inherentes. "Esto es realmente lo que la Fed espera", ha dicho el exgobernador de la Fed y profesor de la Universidad de Chicago Randall Kroszner en Bloomberg TV. "Más gente está volviendo al mercado laboral. Eso ayuda a reducir la rigidez de ese mercado". Con todo, la participación aún queda lejos del 63,4% prepandémico.
"Es importante señalar que el informe sobre el empleo de hoy ha mostrado algunos indicios de que la oferta de mano de obra se ajusta a la demanda. La población activa aumentó en casi 800.000 personas en agosto, lo que hizo subir la tasa de desempleo en dos décimas, hasta el 3,7%; es decir, la tasa de desempleo aumentó por una buena razón", valora Silvia Dall'Angelo, economista senior de Federated Hermes.
Las ganancias de empleo fueron lideradas por los servicios profesionales y comerciales, la atención médica y el comercio minorista. El ocio y la hostelería registraron el menor aumento de las nóminas desde la caída en diciembre de 2020.
Otro hito destacado del informe es que el país ha cerrado la brecha en el empleo abierta con el covid. En agosto se contabilizaron 152,744 millones de trabajadores no agrícolas, lo que supone un alza de 240.000 puestos de trabajo en comparación con el nivel de empleo observado en febrero de 2020, antes de que la pandemia empezara a afectar al país.
Cox (eToro): "Estos datos no son suficientes para que la Fed vea su trabajo hecho"
"El informe de hoy supone un cierto alivio tanto para la Fed como para los mercados, pero no altera el panorama de la inflación, que sigue siendo preocupante. En consecuencia, la Fed seguirá subiendo de forma agresiva a corto plazo, y los próximos datos sobre la inflación y las expectativas de inflación probablemente determinarán la magnitud exacta de la subida de septiembre", considera Dall'Angelo.
"Aunque los funcionarios de la Reserva Federal probablemente acojan con agrado un menor ritmo de contratación y un aumento de la oferta de mano de obra como pequeños pasos hacia unas condiciones de mercado laboral más flexibles, la continua rigidez del mercado laboral y el sólido crecimiento de los salarios probablemente mantendrán a la Fed en el camino de una subida de tipos de 75 puntos básicos en la reunión del 21 de septiembre", señala en una nota rápida Nancy Vanden Houten, de Oxford Economics. La analista espera 150 puntos básicos de subidas antes de final de año que dejarían los tipos en el rango 3,75%-4%.
"La tendencia del mercado laboral puede importar más que la cifra real a los mercados. Sin embargo, estas cifras siguen pareciendo demasiado altas en el contexto de una inflación inusualmente alta. Definitivamente, no son suficientes para que la Fed vea su trabajo hecho", apunta en comentario Callie Cox, analista de eToro.
"Si los trabajadores siguen regresando, con lo que la oferta de mano de obra se equilibra mejor con la demanda, esto puede seguir contribuyendo a la disminución de las presiones inflacionistas en la economía. En consecuencia, esperamos que la Fed suba 75 puntos básicos en septiembre y reduzca el ritmo de las alzas a 50 puntos en noviembre y 25 básicos en diciembre, lo que dejará el rango del tipo de interés en el 3,75-4,0%", remacha James Knightley, de ING.
Los datos de esta semana mostraban que el mercado laboral, al menos por ahora, sigue siendo fuerte. El último informe de vacantes de empleo (JOLTS) mostró que estas se dispararon inesperadamente en julio volviendo a aproximarse a zona récord con 11,2 millones. En julio hubo unos dos puestos de trabajo por cada desempleado, frente a los 1,9 de junio. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo volvieron a caer el jueves a un nivel que sugiere que no hay recesión a la vista. La medida del empleo del ISM en agosto también experimentó un fuerte aumento. El informe del instituto señalaba que "las empresas siguieron contratando a un fuerte ritmo en agosto, con pocos indicios de despidos, congelación de la contratación o reducciones de plantilla por desgaste".
Solo mostró algo de enfriamiento el renovado informe de empleo de la empresa ADP, que recogió la creación de 132.000 puestos en agosto frente a los 270.000 de julio y los más de 280.000 que esperaban los analistas. No obstante, las nuevas métricas del estudio también recogían que el salario anual promedio para aquellos que permanecieron en sus trabajos aumentó un 7,6% en agosto respecto al año anterior. Quienes cambiaron de trabajo vieron una ganancia del doble.