La inflación ha caído solo dos décimas en EEUU en el mes de agosto, hasta el 8,3%. El dato ha sido decepcionante (se esperaba una moderación hasta el 8,1%) y está provocando un nuevo 'revolcón' en los mercados. Se esperaba un alivio mayor en los precios ante la bajada de los combustibles (gasolina y diésel), pero el fuerte aumento de precio de la comida, los alquileres, los servicios médicos y de los coches nuevos ha impedido que la inflación se modere con mayor contundencia. Además, la inflación subyacente se ha situado en el 6,3%, una subida de cuatro décimas que ha rebasado al alza, también, el consenso del mercado. Este nuevo dato refuerza la postura de la Reserva Federal de EEUU, que seguirá subiendo los tipos de interés a un ritmo de 75 puntos básicos.
Con estos nuevos datos se confirma que la inflación general podría haber dejado atrás su pico alcanzado en junio, cuando se situó en el 9,1%. Ahora, todos los focos están puestos en la subyacente (no pondera alimentos frescos ni energía), que sigue subiendo. Hasta que el indicador subyacente no comience a retroceder, no se podrá decir que la Reserva Federal ha comenzado ganar de verde el pulso a la inflación, según los expertos.
Los datos mensuales revelan que la inflación sigue bastante viva. El IPC mensual ha avanzado un 0,1% en el componente general, mientras que lo ha hecho en un 0,6% en el subyacente, una subida que ha pulverizado las expectativas de los mercados, que habían anticipado una tasa del 0,3%. El dato mensual es un termómetro qué indica cuán viva está la inflación en el corto plazo, puesto que muestra la variación de precios de un mes a otro.
Brian Coulton, economista jefe de Fitch, comenta en una nota que ahora mismo "no vemos nada aquí que haga pensar que la Fed quiera optar por un ritmo más lento de aumentos de tipos de interés este mes. La inflación subyacente aumentó sobre una base mensual e interanual con los precios de los automóviles repuntando... mientras que la inflación de los servicios ha subido por encima del 6% interanual. Esta última es la mayor preocupación, alimentada por una aceleración en la inflación de los alquileres, que parece que aún debe avanzar un poco más", sentencia este experto.
Desde Commerzbank explican que "los datos de precios de agosto son una sorpresa desagradable para la Fed... Es probable que el aumento de la tasa subyacente, en particular, cause preocupación. Aquí, el principal impulsor ha sido el aumento del 0,7% en los alquileres (incluido el alquiler imputado para viviendas ocupadas por sus propietarios) en comparación con julio. En los últimos meses, los incrementos de precios de este componente tan importante de la cesta del índice de precios al consumidor (con un peso del 32%) ha fluctuado entre 0,5% y 0,7%".
Desde Deutsche Bank explican en una nota publicada esta mañana que "pasases lo que pasase en el dato de IPC de EEUU de hoy iba a ser difícil concluir si los precios han dejado atrás su furia. La mayoría de las materias primas, con la notable excepción del gas y el petróleo, están por debajo de hace un año... hay evidencia de una disminución de las presiones sobre los precios desde el lado de la oferta en general", sostienen desde el banco alemán. Pero parece insuficiente por ahora.
Sin embargo, en el lado negativo, es que la inflación todavía se encuentra en niveles obstinadamente altos y la subyacente no termina de remitir, lo que podría dejar entrever que los precios se van a mantener elevados por un tiempo prolongado. Para rebajar la presión de los alquileres (también los imputados) es necesario enfriar el mercado de la vivienda, una tarea compleja y, sobre todo, peligrosa, puesto que la vivienda es el principal activo de millones de familias americanas. Desinflar el precio de los inmuebles tendrá repercusiones directas en el consumo y la economía de EEUU.
El dato ha dejado 'helados' a los mercados que esperaban un nuevo signo de alivio. Los futuros de Wall Street han comenzado a caer con fuerza, mientras que el bono a 10 años de EEUU sufre una nueva oleada de ventas que deja su rendimiento en el 3,41%. A su vez, el dólar se aprecia con intensidad frente al resto de divisas, descontando una Reserva Federal más agresiva.
La Fed ha insistido en repetidas ocasiones en que su política monetaria seguirá buscando la zona 'contractiva' para enfriar la demanda, pero este nuevo dato de inflación podría forzar al banco centrar a acelerar el ritmo de subidas de tipos para alcanzar esa zona lo antes posible. En este ciclo monetario, el banco central ha subido ya los tipos en más de 200 puntos básicos, pero todo hace indicar que la Fed tendrá que llegar hasta el 4 o el 5% para enfriar el mercado laboral y la inflación.