La Reserva Federal ha cumplido las expectativas: este miércoles ha anunciado una nueva subida de los tipos de interés de 75 puntos básicos, hasta el entorno del 2,25%-2,5%, repitiendo la medida adoptada en la última reunión. El anuncio devuelve los tipos al máximo desde la crisis financiera de 2008, igualando el pico que tuvo en 2019. La duda estaba en si también igualaría el récord del mayor alza de un solo golpe en 40 años con una subida de tipos de 100 puntos básicos, igualando el alza de 1984, cuando Paul Volcker estaba al mando de la institución monetaria.
Jerome Powell, presidente de la Fed, anunció esta medida, tomada por el Comité de Mercados Abiertos de la institución por unanimidad, en un momento de máxima tensión en la lucha contra la inflación galopante tras años de políticas expansivas frente a la crisis del covid-19, la crisis de suministros y la guerra de Ucrania. En EEUU el dato de junio del IPC supuso un gran varapalo para la Reserva Federal al seguir su aumento y situarse en el 9,1%, con la inflación subyacente en el 5,9%.
Powell ha anunciado en la rueda de prensa posterior al anuncio que el objetivo final de la Fed para diciembre: "Nuestra idea es llevar los tipos a entre el 3% y el 3,5% para final de año". Aun así, el presidente de la Fed ha insistido en que irán "reunión a reunión", y que tras ver los datos de septiembre podrán dar una estimación más concreta. Para llegar a ese rango ha afirmado que seguirán las subidas de tipos, que solo serían "replanteados" en caso de que mejores los datos de inflación o la economía de señales de un frenazo.

"No estamos en recesión"
En ese sentido, los datos de empleo del mes de junio han alejado los temores de una recesión provocada por una agresiva subida de tipos. Este mes se saldó con 372.000 nuevos puestos de trabajo y la tasa de paro manteniéndose invariable en el 3,6%. Con el mercado laboral aún con fortaleza, la Fed tiene las manos libres para seguir con su batalla contra la subida de precios que azota a EEUU.
Powell ha explicado que su objetivo sigue siendo evitar una recesión. "No creemos que sea necesario pasar por una" para estabilizar los precios, ha asegurado. Aun así, el banco central quiere ver "un enfriamiento en el mercado laboral" antes de frenar la subida de tipos. En su opinión, el mayor riesgo es "frenar las subidas antes de haber acabado con la inflación", ya que dejar que los consumidores asuman las subidas de precios como algo normal es "un mayor riesgo" para la economía.
Para el presidente de la Fed, EEUU no tiene ahora mismo las características de una recesión, incluso aunque técnicamente haya ocurrido, una posibilidad que los analistas ven posible a la espera de los datos del PIB del segundo trimestre. "Han contratado a 2,7 millones de personas en el primer semestre. Esas no son las condiciones laborales de una recesión", afirmó Powell.
La decisión ha gustado al mercado que, por el momento, ha reaccionado al alza tras la decisión de la Reserva Federal. El S&P 500 se logra avances del 2,27% mientras el Dow Jones hace lo propio un 1,17% y el Nasdaq 100 un 3,95%
Consenso en el mercado
Las previsiones del consenso recogidas por Bloomberg dudaban de si la subida sería de 75 o de 100 puntos básicos, y pronosticaban una media del 2,36%, a medio camino entre el 2,25% que ha anunciado el banco central y el posible 2,5% si hubiese decidido ir más lejos. Aunque creen que será en septiembre donde se dé una de las decisiones más 'agresivas' del banco central disparando los tipos hasta, como mínimo, el 2,96%, con la tercera subida consecutiva de 75 puntos básicos. En ese sentido creen que en la recta final del año estos subirán hasta el entorno del 3,4% para, a partir de marzo de 2023, iniciar una gradual bajada. A pesar de todo creen que no volveremos a ver niveles cercanos a los anteriores a la reunión de hoy hasta 2024.
Los expertos ya alertaban de que, con casi total seguridad, la dirección de la Fed tenía preparada para este mes una subida idéntica a la de junio. Tiffany Wilding, economista de PIMCO para América del Norte, afirmaba que el mínimo que esperaban era una subida de 75 puntos, pero abrían la puerta a una sorpresa con una subida de 100 puntos básicos. "Creemos que, a pesar de que el Gobernador Waller restase importancia a esta posibilidad, damos una probabilidad del 50% a un alza de esa cantidad". En ese sentido, la experta afirmaba que, pese a todo, esta reunión no cambia nada para los próximos meses en los que apuesta por más subidas que, en total, supondrán un incremento de 100 puntos más.
Gilles Moëc, economista jefe en la gestora de fondos AXA Investment Managers, se sumaba a la previsión de los 75 puntos de una sola tacada debido a que "la Fed se enfrenta a un claro caso de exceso de demanda y no querrá "bajar la guardia" demasiado pronto". Al margen de esto cree que los datos macroeconómicos que se vienen sucediendo las últimas semanas, con un empleo fuerte y una inflación elevada están provocando "una acumulación de señales adversas en la economía real, lo que probablemente mantendrá a la Fed en una senda bastante agresiva por ahora".
Desde Bank of America, a diferencia de los expertos de PIMCO, daban muy poco crédito a que pudiera suceder un escenario que no fueran los 75 puntos de subida porque "un alza mayor probablemente habría sido avisado con antelación" para que los mercados fueran haciéndose una idea de la situación a la que se enfrentaban. Al margen de los tipos, los expertos de BofA afirmaban que no veían planes de reducción de balance diferentes y creen que será en septiembre cuando se duplique la rebaja de los actuales 47.000 millones (30.000 millones en bonos y 17.000 millones en valores respaldados por hipotecas) para llegar a los 95.000 millones.
Paolo Zanghieri, Economista senior de Generali Investments, explicaba que la clave, más que los 75 puntos de alza que daba por descontado, está en ver si en la reunión de hoy Powell dará pistas sobre lo que hará en la reunión de septiembre. En ella "los miembros de la FOMC llegan dispuestos a mantener sus opciones abiertas" y "la cuestión clave será la magnitud de esa subida de tipos". François Rimeu, estratega senior de La Française AM afirmaba que "esperamos que el banco central mantenga su postura agresiva (hawkish) para restablecer la estabilidad de precios con un tono ligeramente más equilibrado, dada la debilidad de los datos conocidos".