La de hoy no ha sido una sesión cualquiera para las bolsas: tocaba cerrar la semana, el mes y el primer trimestre del año. Las dudas han hecho acto de presencia durante la primera mitad del día pero los números verdes se han impuesto finalmente. En Europa, los selectivos de referencia acaban este viernes con ganancias moderadas y 'haciendo pleno' (han subido en las cinco jornadas de la semana). El EuroStoxx 50 se coloca sobre los 4.300 puntos mientras el Ibex 35 español se ha reforzado por encima de los 9.200. Han aguantado el tipo pese a la incertidumbre por los últimos datos de inflación, que dan más argumentos a los bancos centrales para seguir endureciendo su política monetaria, con el impacto negativo en la economía que ello conlleva; más aún tras las turbulencias en el sector financiero occidental vividas recientemente. De hecho, la renta variable española arroja un balance negativo en marzo, aunque no eclipsa las fuertes ganancias acumuladas desde el final de 2022, que son de doble dígito en todos los parqués del Viejo Continente.
En concreto, el mercado bursátil español registra una revalorización mayor al 12% en el balance de 2023. El primer trimestre del año ha sido el mejor desde el último de 2020.
El EuroStoxx salva los muebles este mes
No obstante, el avance trimestral es inferior al registrado por el mercado europeo (+13,4%). Y es que el Ibex, al igual que el FTSE MIB italiano, ha sufrido mucho más que el EuroStoxx 50 u otros pares del Viejo Continente en el tercer mes del año.
El Ibex 35 ha corregido un 1,7% desde el final de febrero. Hoy se ha reforzado sobre los 9.200 enteros (aunque a primera hora los ha visto peligrar) cuando empezó el mes pegado a los 9.400. Eso sí, cierra marzo lejos de los mínimos vistos el pasado día 20 en los 8.500 puntos. Termina en los 9.232,5 puntos tras ganar un 5% en la semana, la segunda mejor de 2023.
En cambio, el selectivo paneuropeo ha rebasado las 4.300 unidades, en las 4.315 al finalizar la sesión, una cota que no alcanzaba desde principios de mes y su máximo anual de cierre. De hecho, el EuroStoxx 50 logra un alza mayor al 1,5% mensual.
La razón de esta brecha radica en la mayor exposición del parqué español al sector bancario, el más golpeado en bolsa en las últimas semanas a raíz de la crisis desatada por el colapso de varias entidades en Estados Unidos (Silvergate Bank, Silicon Valley Bank y Signature Bank). Unos seísmos financieros que también se han notado en Europa: un gigante como Credit Suisse ha acabado siendo rescatado y absorbido por su otrora rival UBS. Algo que ha puesto en el punto de mira a otros gigantes de la banca europea, como el alemán Deutshe Bank.
En Wall Street, la banca también ha sido un lastre y la tecnología un impulso. Por eso, el Dow Jones es el índice peor parado en el balance trimestral (a falta del cierre de hoy), el único que obtiene una rentabilidad negativa, con una pérdida moderada, menor al 1% acumulada en lo que va de año. El S&P 500 ha cerrado su trayectoria hasta marzo con una ganancia superior al 5%. La diferencia es que, en este índice, solo Apple (+24% acumulado) o Microsoft (+16% acumulado) tienen un peso del 13%, un nivel récord, alcanzado este mes, según los analistas de Strategas. Alphabet o Meta (Facebook) también están entre sus pesos pesados y la de Zuckerberg se ha revalorizado cerca de un 70% desde que comenzó el ejercicio.
De esta forma, y con la ausencia de la banca aquí, el Nasdaq 100 está a punto de firmar su mejor trimestre desde 2020, con una ganancia acumulada del 17% y en altos del año. En este tiempo, la tecnología se ha visto impulsada por las expectativas de que los bancos centrales pausen o incluso bajen los tipos de interés. Un pronóstico que favorece a las empresas de crecimiento y cuyo ascenso se ha vertebrado en un doloroso punto de partida (el cierre de 2022). De hecho, el índice tecnológico ha entrado en mercado alcista, tras revalorizarse un 21% desde diciembre.
La inflación, protagonista otro día más
Los selectivos de Europa han sumado hoy su quinta sesión positiva y, con ello, acaban el tercer mes del año con buen sabor de boca. No obstante, el ánimo ha sido de cautela desde primera hora: los inversores y analistas han puesto el foco en los datos de inflación de Europa y Estados Unidos. Son referencias clave para el mercado y la economía porque la evolución de los precios tiene unas implicaciones directas en la política monetaria de los bancos centrales.
Este viernes ha destacado en la agenda el índice de precios de consumo (IPC) de toda la eurozona: ha disminuido más de lo previsto este mes, al 6,9% interanual. Por el contrario, el IPC subyacente ha marcado un nuevo máximo de la serie histórica (en el 5,7% interanual).
"La posibilidad de que la inflación subyacente se mantenga más firme de lo esperado será la principal razón para que el BCE siga subiendo los tipos de interés a corto plazo", asegura Bert Colijn, economista senior de ING Economics. Ayer mismo la publicación de la tasa de inflación en Alemania provocó que se 'calentaran' las expectativas del mercado sobre las futuras alzas de tipos del Banco Central Europeo.
Por si esto fuera poco, antes de la apertura de Wall Street (a las 14:30 horas) se ha publicado en Estados Unidos el índice PCE, el indicador que la Reserva Federal (Fed) toma como referencia para medir la temperatura a la inflación en la potencia norteamericana. Al contrario que el IPC europeo, ha salido mejor de lo esperado.
Los expertos de Bankinter subrayan que de estas cifras no solo dependía cómo cerraran las bolsas esta semana, que eso es lo de menos, sino el tono del mercado durante la primavera. "Si la inflación empieza a retroceder en serio en marzo, entonces puede que los bancos centrales den por terminadas las subidas de tipos en mayo". A su parecer, "eso es lo más probable".
¿Qué harán los bancos centrales?
La previsión de estos expertos no es una excepción. El mercado descuenta que este mismo año habrá bajadas de tipos, pero la Reserva Federal (Fed) no ha reflejado ese movimiento en su dot plot, ni tampoco se ha mostrado dispuesta a ello. Analistas como Bank of America (BofA) o BlackRock también descartan la moderación en el precio del dinero y señalan que los inversores están equivocados. A su vez, estos están divididos, ya que cerca de la mitad cree que habrá un descenso ya en junio y la mitad restante considera que a mitad de año se incrementará el precio del dinero en otros 25 puntos básicos, según la herramienta CME FedWatch Tool.
Esa confusión sobre adónde irá la política monetaria debido a las dudas que brotaron tras las tensiones bancarias (estas favorecen un ajuste crediticio en sí mismo y contribuyen al fin del ciclo restrictivo) ha llevado a la mayor volatilidad en los bonos desde 2008. La rentabilidad de la deuda estadounidense a dos años ha descendido 75 puntos básicos desde que estalló la crisis de Silicon Valley Bank (SVB). Pero, entre el viernes de la semana pasada y el lunes de esta, una sesión de diferencia, su movimiento fue cercano al medio punto (osciló desde el 3,5% al 4%). El índice MOVE (Merrill Lynch Option Volatility Estimate), que mide la volatilidad en la deuda soberana, tocó así su máximo desde la anterior crisis financiera.
En Europa, el retorno del bono alemán a dos años, el más sensible a los giros en la política monetaria, ha bajado con cierta moderación desde que empezó el año, pero, solo en un mes, su yield ha corregido un 15% (el reverso de la subida de su precio). De nuevo, ante las esperanzas de encontrar un BCE más dovish tras las turbulencias financieras. La rentabilidad bono germano a 10 años, el bund, ha descendido en el trimestre de forma más pronunciada, ya que los ajustes en los tipos se reflejan más en el corto plazo y menos en el largo. También ha caído en el mes. Esto muestra que se ha revertido la tendencia y que estas referencias ya registran ganancias, a diferencia del cierre de 2022. La deuda española a 10 años ha seguido el mismo camino que su homóloga alemana.
¿Seguirán avanzando las bolsas?
Así las cosas, y con la bolsa europea prácticamente en máximos del año, cabe preguntarse si el rebote tras la crisis bancaria continuará o no en el más corto plazo. Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader, opina que la superación de los 4.250 enteros en el EuroStoxx 50 "plantea un contexto más consolidativo lateral que uno correctivo en profundidad" de cara a las semanas venideras. "Pero hay que tener presente que este lateral tendría como techo la zona de los 4.415 puntos y como base los 3.900", añade este experto.
En cuanto al Ibex, Cabrero no descarta que siga el rumbo del selectivo continental y busque marcar nuevos altos del año (actualmente en las 9.530 unidades), aunque aclara: "Veo complicado que pueda superar de un modo sostenible [la cota mencionada] sin antes formar otra consolidación".