La incertidumbre ha magullado de nuevo a las bolsas de Europa este miércoles. Comenzaron el día con pérdidas contenidas, e incluso con leves ascensos en algunos selectivos de referencia, pero las ventas se dispararon después y las caídas han acabado superando el 4% en algunos casos. El Ibex 35 español ha sido el peor índice, junto al FTSE MIB italiano. No solo se ha despedido (otra vez) de los 9.000 puntos, sino que ha perforado incluso las 8.800 unidades. El selectivo ha terminado con una bajada del 4,37%, situándose en 8.759,1 enteros. Pero ¿qué hay detrás de todos estos números rojos? El fantasma de una crisis bancaria, el mismo que asustó a los mercados en el comienzo de la semana. El temor se aviva por el desplome de Credit Suisse, cuyas acciones han marcado hoy nuevos mínimos históricos. Y todo ello solo un día antes de que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie su decisión sobre los tipos de interés.
Al igual que pasó el lunes, esta sesión ha ido de mal en peor. La apertura del mercado del Viejo Continente estuvo precedida por un rebote en los parqués asiáticos (Kospi surcoreano: +1,31%; Hang Seng hongkonés: +1,58%), excepto en Japón (Nikkei 225: +0,03%). Estos siguieron la estela verde marcada ayer por Wall Street, donde se registraron fuertes alzas de hasta el 2%.
En cambio, los futuros de la bolsa estadounidense comenzaron el miércoles con tono mixto para después teñirse de rojo oscuro. El giro brusco al terreno negativo se ha producido a la vez a ambos lados del Atlántico. Wall Street ha acabado abriendo con una corrección mayor al 1%.
De vuelta a Europa, el EuroStoxx 50 ha amenazado con registrar su peor día del año, aunque ha logrado contener la caída en los 4.000 enteros. El Ibex no ha corrido la misma 'suerte': debido a su mayor exposición a la banca ha descendido con más fuerza y se ha situado bajo los 8.800 puntos, cuando hace solo un día se colocó por encima de los 9.100. De hecho, ha firmado la sesión más negativa desde noviembre de 2021.
Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader, insiste un día más en que la actual corrección en los parqués europeos "necesita consumir tiempo o profundizar rápidamente antes de concluir". A su parecer, el primer soporte del Ibex 35 se encuentra en los 8.630 enteros, un 1,5% más abajo del nivel actual.
Credit Suisse, en el punto de mira
Después de la calma de este martes ha llegado la tormenta. "Estamos viviendo días de incertidumbre y alta volatilidad en el sector bancario mundial", explica Diego Morín, analista de IG España.
Siguen siendo numerosas las dudas sobre las consecuencias de la crisis bancaria en EEUU tras las quiebras de varias entidades: Silvergate Bank, Signature Bank y, la más sonada, Silicon Valley Bank. Y eso que la amplia mayoría de los expertos insisten en que la situación no es como la de 2008, cuando cayó Lehman Brothers y se desató la última crisis financiera global. "La desaparición de SVB responde a un caso aislado de mala gestión del balance, acompañada de cierta mala praxis, nada más", consideran los analistas de Bankinter en su comentario diario.
Sin embargo, el miedo es libre y ha cruzado el charco. Credit Suisse ha sido el protagonista del día. Las acciones de la entidad se han hundido más de un 20% al cierre en la bolsa de Zúrich y su precio ha llegado a situarse en niveles nunca vistos en los 1,55 francos suizos. El banco helvético vive desde hace meses una auténtica crisis reputacional, pero la delicada situación de la banca en EEUU ha asestado un duro golpe a su cotización. Y para rematar, su mayor accionista, el Banco Nacional Saudí, ha rechazado hoy seguir invirtiendo en su capital. "La respuesta es rotundamente no", ha declarado el presidente del SNB, Ammar Al Khudairy, en una entrevista con Bloomberg TV.
"Esta situación se trasladó rápidamente al resto de bancos europeos, temerosos de un posible colapso del sistema bancario" en el continente, indica Morín. El francés BNP Paribas también ha llegado a registrar un desplome de doble dígito en el EuroStoxx mientras el neerlandés ING y el italiano Intesa Sanpaolo se han dejado un 9,5% y un 7%, respectivamente. Los españoles BBVA (-9,6%) y Banco Santander (-6,9%) tampoco se han librado.
No obstante, dentro del Ibex han vuelto a ser los bancos medianos los más perjudicados: el Sabadell ha sido el farolillo rojo cayendo por encima del 10%. El índice bursátil español se ha visto lastrado igualmente por otro de sus pesos pesados: Inditex (-5,1%). La dueña de Zara ha publicado sus resultados anuales y, pese a anunciar un beneficio récord, ha sido castigada en bolsa por la ralentización de las ventas en el comienzo de este año.
¿Qué hará mañana el BCE?
Antes del descalabro de Credit Suisse, se daba por hecho que esta jornada en los mercados sería de mera transición, pues los inversores ya están a la espera de lo que este jueves diga y haga el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). "La sesión de hoy será de trámite, de paso hacia el movimiento del BCE de mañana", aseguraban a primera hora los expertos de Bankinter.
La institución monetaria anticipó en febrero que este mes volvería a subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, situando el precio del dinero (la tasa de depósito) en el 3%, con el fin de doblegar la elevada inflación en la eurozona. Pero la crisis bancaria al otro lado del Atlántico ha cambiado las perspectivas de los expertos y ahora se espera que tanto el BCE como la Reserva Federal de EEUU (Fed) moderen su 'agresividad' con los tipos en el más corto plazo. El banco central norteamericano tomará su decisión sobre los tipos la semana que viene.
Precisamente la perspectiva de una política monetaria menos hawkish explica también la fuerte caída en bolsa de los bancos europeos, pues los recientes incrementos de los tipos han aumentado la rentabilidad de sus negocios. Especialmente de aquellos más expuestos al mercado hipotecario, como es el caso de Banco Sabadell, Bankinter y CaixaBank.
Con todo, la evolución de los precios en las mayores economías sigue siendo determinante para los mercados dado que el objetivo 'número uno' de los bancos centrales es mantenerlos a raya. Es por ello que los inversores no han perdido de vista hoy el dato de inflación mayorista de febrero en Estados Unidos. Ha salido a la luz solo un día después del índice de precios al consumo (IPC) del país, el cual cumplió con las expectativas de los analistas y rebajó la presión sobre la Fed para que suba los tipos. Además, antes de la apertura de las bolsas de Europa, se ha conocido el IPC definitivo del mes pasado en Francia, la segunda mayor potencia de la zona euro.
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