Son varias postales las de estos días que con perfil político o tintes económicos marcan nuestro acontecer. Mientras la gasolina sube cual cohete, la luz, en uno de esos típicos líos made in Spain se dispara justo después de tanto ruido respecto a la nueva factura, a los pronunciamientos del Gobierno acerca de su abaratamiento, sin que nada de lo dicho dé resultado y el precio de la electricidad en España se encarama al incómodo liderazgo europeo, algo que nadie en su sano juicio acaba de entender. Que si una cosa u otra, lo cierto es que con el famoso recibo de la luz nos encontramos ante otro fracaso más.

Economista, profesor de la Universidad de Barcelona