Redactor de elEconomista
Renta fija

Este jueves, el bono estadounidense a 30 años sufrió la peor sesión de mercado que se ha visto en el último mes. El título vivió una jornada de fuertes ventas, que incrementaron su rentabilidad a vencimiento casi 15 puntos básicos, un repunte que no se había visto desde el 12 de octubre. En un día en el Tesoro estadounidense lanzó una emisión de 24.000 millones de dólares, el hackeo del banco chino ICBC ha sido una de las piezas fundamentales que ha generado la reacción de los bonos americanos.

Eslabones comerciales

La localización de las inversiones de las compañías que tienen negocio internacional, fuera de sus mercados domésticos, lleva varios años reconfigurándose. Los conflictos geopolíticos, la pandemia, y la necesidad de diversificar sus inversiones, ha generado la necesidad de invertir en nuevos mercados, y hay cinco países que se están aprovechando especialmente de esta tendencia: se trata de Indonesia, Marruecos, México, Polonia y Vietnam, cinco mercados que están siendo el foco mundial de las nuevas inversiones internacionales y son líderes a la hora de recoger los beneficios de la relocalización.

Tensión en el mercado

China tiene muchos problemas económicos a los que hacer frente, y lo ocurrido en el cierre del mes de octubre en el mercado de crédito del país es la mejor prueba. El gobierno necesita sostener un sistema que ha hecho aguas por distintas vías en los últimos años, con una crisis de deuda que ha puesto al sector inmobiliario en el punto de mira, al tiempo que pretende desbancar al dólar como la divisa líder del planeta, y todo ello sin que se produzcan tensiones financieras ni crisis de crédito por el camino. Si las autoridades del país creen que van a ser capaces de conseguir todo a la vez, el cierre del mes de octubre puede haber servido como una demostración de que la realidad es tozuda, y que, en economía, las utopías no existen.

Renta fija

La reacción del mercado en la primera jornada después de conocerse el nuevo plan de emisiones de deuda del Tesoro estadounidense, y la penúltima reunión del año de la Reserva Federal (Fed), ha sido acudir a comprar títulos de deuda americana a partir de 5 años de vencimiento, en adelante, al tiempo que venden los bonos de más corto plazo: los de 2 y 3 años. Estos últimos han incremento su rentabilidad hasta 5 puntos básicos, en el caso de los bonos a 2 años, y de 3 puntos básicos en los de 3 años, lo que ha roto la tendencia que venía experimentando la curva de tipos, desinvirtiéndose en los últimos meses, y ha aumentado el jueves su inversión.

Renta fija

Este miércoles, 5 horas y media antes de que dé comienzo la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (esta semana será a las 19:00 horas, según el uso español), el Tesoro estadounidense presentará su plan de endeudamiento para los próximos tres meses. Los mercados de renta fija llevan ya semanas enfocados en la parte de la oferta, y la decisión que tome el Tesoro en esta ocasión será clave para la renta fija, y también para la propia Fed. Si se propone un plan de déficit superior a lo esperado, con muchas emisiones de renta fija de largo plazo, el bono estadounidense podría descontar esto con un nuevo ataque a la cota del 5%, y esto puede convencer a Powell de que no es necesario volver a subir los tipos de interés en EEUU. Así, el aumento previsto para diciembre podría borrarse del mapa.

La ola inflacionista que empezó a mediados de 2021 no ha dejado títere con cabeza, y este Halloween el precio de los caramelos se dejará sentir en los bolsillos de los ciudadanos que participan en esta fiesta repartiendo dulces a los niños. Según la Fundación Nacional del Consumo Minorista de EEUU, este Halloween los estadounidenses van a gastar 3.600 millones de dólares en dulces, 500 millones más que el año pasado, y buena parte de este aumento del 16% tiene que ver con la inflación.

Las europeas, en desventaja

Las operaciones corporativas en el sector petrolero que se han producido durante el mes de octubre dejan varias lecturas sobre las perspectivas que manejan las grandes firmas del sector para el futuro del oro negro. El incremento de los precios que se ha producido desde mínimos del año, en junio, impulsado en las últimas semanas por la guerra en Israel, ha generado un rally del 23%para el barril Brent, y con él, un repunte del 7,5%de las previsiones de beneficio para las 25 petroleras integradas más grandes de la bolsa. Los titanes americanos han salido de compras, lo que confirma que siguen viendo valor en el crudo a largo plazo.

El Banco Central Europeo (BCE) se toma un respiro. El instituto monetario con sede en Frankfurt ha mantenido sin cambios los tres tipos de interés de referencia en la reunión de octubre. Este ha sido el primer cónclave en el que el BCE no mueve ficha desde que diera inicio al rally de subidas de tipos en julio de 2022. Desde entonces, el BCE ha elevado el precio del dinero en 10 reuniones consecutivas. Con este parón, esperado por los mercados, el tipo sobre la tasa de depósito (donde los bancos comerciales acumulan sus reservas) se mantiene en el 4%, el tipo de refinanciación repite en el 4,5%, máximos desde 2001, y el de la facilidad marginal de depósito se mantiene en el 4,75%. Siga en directo la reunión del BCE y las reacciones del mercado.

La bolsa y el bono compiten

Asumir riesgos cuando se invierte se debe recompensar, pero esta consigna se está poniendo a prueba en este momento por parte dos de los activos más negociados del mercado. La valoración de la bolsa y del bono estadounidense llevan meses inmersos en una espiral que los ha llevado a un punto crítico que no se veía desde hace 23 años: la rentabilidad que ofrece el título de deuda del país ha superado a la del S&P 500 por primera vez desde el año 2000. En este contexto, el peligro de que algo se rompa en el mercado americano es inminente. O la bolsa sufre una corrección importante (desde el máximo del año, el 31 de julio, ha caído ya un 8,5%) o el bono americano tendrá que reducir su rentabilidad para volver a la normalidad. También pueden ocurrir ambas cosas a la vez, un escenario que encajaría con las expectativas de una ralentización del crecimiento económico en EEUU, o incluso con la llegada de una recesión grave.

Previa de la reunión

La reunión del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves se presenta como uno de esos encuentros que los propios miembros del organismo querrían evitar. Ni analistas ni inversores esperan cambios de tipos de interés, algo no visto desde junio de 2022, ni tampoco toca en esta ocasión actualizar el cuadro de previsiones macroeconómicas. El protagonismo lo acaparará el discurso de Christine Lagarde, presidenta del BCE, con dos focos: el primero, el peligro que supone la Guerra en Israel para la inflación, y el segundo, la hoja de ruta sobre la reducción del balance de activos que está llevando a cabo el organismo.