Redactor de elEconomista
La OPEP+ se reúne el 30 de noviembre

Las dudas en el seno de la OPEP+ y la desaceleración de la economía en algunas regiones que son importadoras netas de petróleo (como Europa) están generando gran volatilidad en el mercado de petróleo. Frente a la relativa estabilidad de la demanda, los problemas para el crudo están llegando, esta vez, por el lado de la oferta. Arabia Saudí, el mayor productor de la OPEP, parece haber dicho basta. Los inmensos recortes de producción de Riad no están siendo secundados por dos de los países africanos del cártel, Nigeria y Angola, lo que pone en riesgo la estrategia de la OPEP+ (OPEP más Rusia) y amenaza con generar una guerra interna como la de 2020.

Detiene la subida de tipos

El banco central de Suecia ha decidido, este jueves, no tocar más los tipos de interés, al menos en lo que resta de año y dejar el precio del dinero en el 4%. Se trata de una decisión sorprendente, teniendo en cuenta que el consenso de analistas esperaba un movimiento al alza en esta ocasión, que finalmente no se ha producido. Además, supone una ruptura con la política que han llevado a cabo otros bancos centrales, como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo (BCE). ¿Qué es lo que ha llevado al Riksbank a romper con la tendencia de sus homólogos más importantes?

Actas de la reunión de octubre

En la reunión del pasado 26 de octubre, el Banco Central Europeo (BCE) decidió, por primera vez en 16 meses, no subir los tipos de interés. El mensaje que lanzó Christine Lagarde, presidenta del organismo, no fue muy diferente de lo que venía comunicando la institución en los meses pasados: la inflación sigue siendo un peligro y no se puede cantar victoria, pero la publicación de las actas del encuentro demuestra un cambio significativo en el debate del Consejo de Gobierno de la entidad. Tanto, que incluso se ha planteado la necesidad de tener cuidado para no pasarse de rosca con el endurecimiento de la política monetaria, algo que llevaría a la inflación a caer por debajo del objetivo del 2% que mantiene el banco central.

Materias primas

La Organización de Países Exportadores de Petróleo, y sus socios externos, el cártel conocido como OPEP+, se ha visto obligada a retrasar la reunión que tenían planificada para este fin de semana, con el fin de acercar posturas para cerrar un nuevo pacto de recorte de oferta de cara a 2024. La falta de acuerdo amenaza con volver a desatar una guerra de precios como ocurrió en 2020 entre Arabia Saudí y Rusia, un conflicto que llevó al Brent a cotizar por debajo de 20 dólares. Arabia quiere ahora que otros miembros se comprometan a mantener la producción limitada, después de meses en los que ha cargado sobre sus hombros una gran parte del recorte de oferta, pero tendrá que convencer a sus socios de la necesidad de ampliar el pacto por encima de los 5 millones de barriles diarios de reducción de la producción que tienen acordados para este año.

Deuda 'high yield'

La renta fija ha sido la gran decepción este año en los mercados. El ejercicio empezó con la ‘promesa’ de obtener buenos resultados si se invertía en estos activos, según el consenso de analistas, pero, hasta el último tramo del año, los inversores se han encontrado con otro año de pérdidas abultadas, aunque menos que en 2022. Sin embargo, desde mediados de octubre ha habido un cambio evidente en el mercado, que ha llevado a los bonos a vivir un rally alcista con el que se han borrado todas las pérdidas del año. Y no sólo eso: la deuda de más riesgo, el high yield, o bonos sin grado de inversión, ha roto todos los esquemas de los analistas, dejando ganancias de más del 8% en 2023 y consolidándose como el activo de renta fija líder en el año.

Oferta monetaria

Si el banco central ha sido el corazón de la economía desde la crisis de 2008, la oferta monetaria es la sangre que circula por sus venas, y desde el pasado mes de julio cada vez fluye en menor cantidad. Los analistas llevan meses avisando del impacto negativo que va a tener en el crecimiento, la subida de tipos a un ritmo acelerado por parte de los bancos centrales, y el desmantelamiento del balance de activos que han construido en los últimos años. Este proceso ha llevado a la oferta monetaria (M3) a contraerse al ritmo más rápido de la historia de la zona euro, y a caer por primera vez en 74 años en Estados Unidos, un indicador adelantado que parece anticipar una recesión en los próximos meses.

Desde finales de septiembre, el precio del barril Brent ha retrocedido un 19,5%, a pesar de la guerra que se ha desatado entre Israel y Hamás, un conflicto que tuvo un impacto inicial en los precios del crudo, pero que se ha ido diluyendo con el paso de las semanas. El miedo a que la situación geopolítica desate una nueva oleada de subidas para el precio de la energía está quedando en un segundo plano, y el sentimiento de mercado está volviendo a dar peso a la realidad fundamental del crudo: sobra petróleo, y mucho, algo que lleva a algunos analistas a situar el precio justo del barril en el entorno de los 50 dólares.

Salida a bolsa

El tamaño que tendrá Ebury cuando decida salir a bolsa dependerá del volumen de negocio que maneje la firma, y cómo sea capaz de trasladarlo a su beneficio bruto, el ebitda. Para poder hacer cábalas sobre la valoración que tendrá la compañía en ese momento es necesario conocer los múltiplos de beneficio que paga el mercado por las empresas comparables, dedicadas a la gestión de pagos internacionales, y Juan Lobato, CEO y fundador de la compañía, explica qué tipo de multiplicadores se están pagando en este momento por este tipo de firmas.

Entrevista

Juan Lobato fundó, junto a su socio Salvador García, Ebury en 2009 en Londres. Dos años después la empresa saltó al mercado español, dedicada a la gestión y asesoramiento de pagos internacionales para pymes. Después de una década de crecimiento y expansión internacional, en 2019, Banco Santander se hizo con el 50,1% de la compañía por 400 millones de euros, y esta misma semana la firma ha reconocido su intención de salir a bolsa en los próximos años. Lobato explica la hoja de ruta que tiene en mente para la operación, que se producirá cuando el beneficio bruto sea lo suficientemente alto como para conseguir una salida a bolsa relevante. Su idea es lanzar la empresa al mercado en 2025, priorizando ante todo que las cifras que tiene como objetivo cuadren.

Encuesta BofA

Los gestores de fondos encuestados por Bank of America están saliendo de sus refugios de invierno. Durante todo el proceso de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense, que comenzó en marzo de 2022, los gestores han optado por hibernar su exposición a renta variable, por el temor del daño que podía hacer el aumento del precio del dinero a las firmas que cotizan en bolsa. Sin embargo, esta etapa se acabó, y los resultados de la última encuesta a gestores así lo reflejan: por primera vez desde abril de 2022, los gestores reconocen tener una sobreponderación neta a bolsa. Por fin han asumido que la Fed no va a volver a subir tipos en este ciclo, y por ello han decidido volver a invertir en renta variable.