Economía

La geopolítica incrementará los riesgos empresariales este 2023

  • Los efectos de segunda ronda de la guerra de Ucrania serán peores que en 2022
  • La transformación energética y la digitalización son herramientas clave de respuesta

Los efectos financieros y sobre las empresas españolas de la guerra de Ucrania serán más importantes en su segunda ronda que en la primera, según la segunda edición del Observatorio de riesgos para las empresas en España elaborado por el Institut Cerdà y que identifica 31 riesgos repartidos en seis ámbitos: recursos, económico, institucional, medioambiental, social y tecnológico.

El documento, consultado por elEconomista.es y que se presenta este lunes en Barcelona, argumenta que el impacto tenderá a ser más fuerte en cuanto el conflicto se siga prolongando en el tiempo o alcance nuevos territorios, ya que afecta desde a la disponibilidad de suministros a la inflación en costes y subida de tipos de interés que encarecen la financiación, además de mantener los elevados precios de la energía.

Añade que la guerra de Ucrania es el conflicto más cercano y de mayor afectación a nivel europeo, pero no el único, ya que existen más de 30 conflictos geopolíticos "vivos" a nivel mundial, con nuevas fuentes de incertidumbre que pueden perjudicar a las empresas españolas en 2023 como las tensiones crecientes entre China y Taiwán, y otras que ya impactaron en 2022, como las desavenencias entre Argelia y Marruecos, que supusieron que en junio Argelia anunciase que suspendía el Tratado de Amistad con España debido al apoyo a Marruecos sobre el Sáhara Occidental, perjudicando a las relaciones comerciales y poniendo en duda el suministro de gas desde Argelia a España.

Según los datos recopilados por el informe, el 61,7% de las organizaciones españolas están actualmente afectadas por impactos derivados de conflictos, y una de cada diez empresas prevé problemas de acceso a la financiación. Agrega que, en los últimos cinco años a nivel mundial, se han implementado cinco medidas proteccionistas por cada medida liberalizadora, y que más de 720 medidas proteccionistas han afectado a España en el periodo 2017-2022, con Estados Unidos y China como principales fuentes de nuevas barreras a los negocios con el exterior.

El Institut Cerdà advierte de que el inicio de la guerra de Ucrania a finales de febrero del pasado año agudizó algunas de las tendencias más preocupantes de la primera edición del Observatorio para 2022 y añadió otros riesgos que, lejos de ser puntuales, van a tener una continuidad a medio y largo plazo, tanto desde el punto de vista económico, como social y medioambiental, con el dedicado equilibrio entre la calidad y origen de la energía y la inaplazable lucha contra el cambio climático, que pone en entredicho por la crisis energética y el frenazo económico.

El texto no solo identifica los riesgos para las empresas españolas, sino que propone recomendaciones para contribuir a afrontarlos, entre las que destacan la necesidad de invertir en transformación energética y en digitalización, así como detectar alternativas de suministros.

Trabas regulatorias

También pone deberes a las administraciones públicas, ya que lamenta que España está un 13% por debajo de la media europea en calidad regulatoria. Indica que el marco regulatorio se destaca -y se valora negativamente para España- en múltiples informes y estudios, como en el Barómetro del Clima de negocios en España (ICEX-IESE), donde se destacan como debilidades para los inversores la fiscalidad, la innovación y, como factor peor valorado, el entorno regulatorio.

El Institut Cerdà, que fue impulsado por directivos de grandes empresas en 1984 como fundación sin ánimo de lucro para asesorar y acompañar a las organizaciones públicas y privadas en la toma de decisiones estratégicas para afrontar retos y visualizar oportunidades, y que está presidido por Salvador Alemany, sostiene que las empresas reclaman un entorno normativo estable, y a su vez adaptable a los cambios, que prime la simplicidad normativa, la calidad de la burocracia, el cumplimiento de los contratos y la credibilidad de los compromisos públicos.

El reto de gestionar la simultaneidad

El Observatorio incide en que, más allá de los efectos de la postpandemia y de la guerra de Ucrania, los riesgos se están caracterizando por su simultaneidad.

Para ayudar a las empresas a estar mejor preparadas, el Institut Cerdà creó hace años el Servicio de Soporte a la gestión de Crisis y Resiliencia (SSgC), del que forman parte Abertis, Aigües de Barcelona, la ATM de Barcelona, Banco Sabadell, Caixabank, Enagás, Mercadona, Nedgia (Naturgy) y Seat.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky