Lejos de las palabras de Volodimir Zelensky en el Congreso, acusando erróneamente a tres empresas españolas de colaborar con el régimen despótico de Putin -lapsus posiblemente atribuible a las dramáticas circunstancias en que viven él y su país- si por algo se están distinguiendo el tejido empresarial español y sus organizaciones representativas es por su pronta y eficaz respuesta solidaria con Ucrania y con las necesidades de los refugiados que llegan a España huyendo de la invasión rusa.