El Congreso se divierte y no nos referimos a la película de Erik Charell de principios de los años 30 del pasado siglo, sino al Congreso de los Diputados en España que, por obra y gracia del sometimiento de Pedro Sánchez a los caprichos de los independentistas catalanes y los filoterroristas de EH Bildu, empieza a ser conocido en círculos parlamentarios como "el circo de los pinganillos". Un capricho que ya fue rechazado en el Congreso en junio de 2022 con los votos en contra de la inmensa mayoría de los diputados, grupo socialista incluido, pero que ahora se materializa por la ambición de un presidente en funciones al que no le importa vender España y destruir los cien años de historia de un PSOE para mantenerse en La Moncloa.