- 24/11/2022, 07:00
El sector financiero –grupos bancarios y aseguradoras– acelera en la adaptación de sus carteras frente al riesgo climático por convicción y acuciado por la regulación. Los supervisores han decidido empujar este año la carrera con exigencias específicas, aún cuando faltan por completar flecos normativos imprescindibles como la taxonomía que definirá qué industrias y actividades se consideran sostenibles y cuáles no, con la única intención de empujar la transición en las entidades a través de la concienciación y de una propagación de las mejores prácticas porque el tiempo apremia.