Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.

Las acciones de Deutsche Bank y UBS han caído con intensidad este viernes en el Dax 40 y la bolsa de Suiza, avivando los miedos a que se produzca un contagio financiero tras los graves problemas de Credit Suisse. Estas turbulencias parecían haberse resuelto con la adquisición de la entidad por parte de su rival UBS y las líneas de liquidez extendidas por el Banco Nacional de Suiza. Sin embargo, los temores de crisis financiera vuelven a reaparecer este viernes en los parqués del Viejo Continente. El Ibex 35 también se ha desplomado con fuerza, arrastrado por la banca española. Ante tanta caída en los mercados, Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha vuelto a lanzar un mensaje de calma, asegurando que están "plenamente equipados" para inyectar liquidez y aliviar las necesidades de la banca. Los analistas subrayan que "Deutsche Bank no es el próximo Credit Suisse".

El Banco de Inglaterra (BoE) también ha primado los datos macroeconómicos frente a los financieros, como han hecho en los últimos siete días primero el Banco Central Europeo (BCE) y después la Reserva Federal de EEUU (Fed). El organismo ha subido este jueves los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el 4,25%, el nivel más alto desde 2008. El banco central ha prolongado así su ciclo más rápido de alzas de tipos en 30 años (415 puntos básicos de subida en poco más de un año y en 11 reuniones) pese a que la inestabilidad financiera derivada del terremoto en Silicon Valey Bank (SVB) y Credit Suisse hacían pensar que en esta cita no tocaría las tasas. El pronóstico de que Reino Unido puede evitar finalmente la recesión y la persistente inflación se han impuesto. La clave ahora es discernir si esta subida es la última del ciclo y llega la esperada pausa.

Economía

Casi siempre acaba pasando algo que reviste de aún más interés las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de EEUU sobre política monetario. En el particular de la reunión de marzo, que arrancó este martes y concluye hoy miércoles, el marco viene pautado por el nerviosismo causado por el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) hace casi dos semanas. Aunque contenida por ahora, la crisis bancaria derivada de este caso ha alterado lo suficiente el panorama como para que las claves desde la última reunión de la Fed en febrero hayan cambiado radicalmente de cara a esta cita. Como destaca el analista Craig Erlam, de Oanda, no solo se trata de conocer si hay subida de tipos o su magnitud, que será casi lo de menos para los mercados: la Fed está obligada a mostrar 'sus cartas' al tener que actualizar su previsión trimestral del rumbo de los tipos. Una maniobra de riesgo en el incierto escenario actual.

Pilotar el aterrizaje de la economía de EEUU era una misión compleja. Durante la crisis del covid, la Fed y el Gobierno llenaron el depósito del avión (economía) con una mezcla de combustibles que nunca antes se había probado (billones de estímulos fiscales y monetarios combinados). El avión cogió tanta velocidad en tan poco tiempo que terminó sobrecalentándose. Al final, la Fed tuvo que tirar del freno de mano (subidas de tipos sin precedentes y retirada de estímulos), provocando una rápida pérdida de altura, que ahora podría terminar en accidente. En Europa, aunque la situación no es exactamente igual, pero el riesgo parece similar, según los expertos de JP Morgan.

La noticia este domingo de que UBS compraba Credit Suisse daba paso enseguida a los detalles de la operación. Los accionistas recibirían algo más de 3.000 millones de euros frente a los apenas 8.000 millones que valía la entidad en bolsa al cierre del pasado viernes. Por contra, los tenedores de bonos de mayor riesgo de la entidad no verían ni un céntimo tras la venta. Las autoridades suizas decidían tirar por la calle de en medio para acelerar la venta. Sin embargo, este movimiento pasaba por alto el habitual orden de prelación en estos casos: primero pierden su inversión los accionistas y luego los bonistas. El lunes el foco se situaba en el agravio a estos últimos y en la particularidad de los bonos afectados.

Con muchos flecos aún por cerrar, la primera impresión es nítida: la compra con tintes dramáticos de Credit Suisse por parte de UBS con la mediación (y algo más) de las autoridades suizas resultará en un coloso dentro de la banca helvética. Hasta la fecha, ambas entidades eran las dos grandes firmas financieras del país, aglutinando prácticamente la mitad del negocio. Ahora las circunstancias han hecho que UBS se queda un trozo más grande de pastel. Una apuesta arriesgada que hace a la economía suiza más dependiente de un único prestamista que aglutinará activos equivalentes al 140% del producto interior bruto (PIB) de Suiza.

Otro día de vaivenes en las cotizaciones. Las bolsas han bajado y subida una jornada más en la montaña rusa de Credit Suisse. Su dramática venta a UBS a última hora de este domingo ha podido salvar al sistema financiero de un escenario aún peor, pero a primera hora del día ha generado muchas dudas. Disipadas estas dudas momentáneamente, la jornada europea cierra con alzas por encima del 1% en las principales plazas.

Hace tan solo un año, este escenario (la caída de la vivienda) era algo casi impensable. La pandemia del covid provocó, contra todo pronóstico, un acelerón en los precios de la vivienda a nivel global, impulsado por los bajos tipos de interés y el creciente 'valor' que las familias otorgaban a su hogar. Hoy, el precio de la vivienda ya cae en dos de cada tres economías avanzadas, mientras que las turbulencias financieras amenazan con generar un cortocircuito total en un crédito hipotecario. Un cortocircuito en el crédito y la subida de los tipos de interés pueden ser una combinación fatal para el inmobiliario en los países que ya presentaban desequilibrios y una amenaza para el resto.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha dado inicio a su discurso hablando directamente de la inflación, dejando en un segundo plano los problemas en el sector bancario, y justificando así los movimientos del BCE para intentar contener la subida de precios. Esta forma de comenzar su discurso vuelve a dejar claro que el BCE va a centrar todos sus esfuerzos en la estabilidad de precios frente a la estabilidad financiera. Pese a todo, Lagarde no ha dado pistas sobre los futuros movimientos del banco central.

bolsa, mercados y cotizaciones

La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) en EEUU ha despertado rápidamente viejos 'fantasmas' del mundo financiero. Los reguladores estadounidenses han actuado con presteza en esta ocasión y la calma parecía haber vuelto poco a poco a los mercados tras el pánico desatado el viernes y este lunes. Sin embargo, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, el miedo no se disipa tan fácilmente y la sensibilidad se dispara: cualquier duda multiplicará los efectos negativos, como se ha vuelto a ver este miércoles con Credit Suisse. Si vuelve a bajar la marea, es fácil que se vuelva a pillar a quien estaba 'nadando desnudo', como recoge el célebre aforismo de Warren Buffett que invariablemente resuena en el universo de las finanzas.