
Silicon Valley Bank ha sido una de las primeras víctimas de las subidas de tipos de interés que buscan frenar la inflación. Algunos avisos, como la mini-crisis financiera que sufrió el Reino Unido hace solo unos meses, ya dejaban entrever que en la carrera por el endurecimiento monetario son muchas las cosas que se pueden 'romper'. Ahora, con la caída de SVB se teme que se produzca un contagio, es decir, que el cierre de SVB genere una oleada de pánico que pueda llevar a otras entidades a sufrir problemas de liquidez (o de solvencia en el peor de los casos) a través de una caída de la confianza por las pérdidas provocadas por su exposición a SVB. Todo ello podría verse agravado por una cifra de la que se ha hablado poco: las pérdidas latentes de 620.000 millones de dólares que acumula la banca americana en sus carteras de bonos.
La fuerte subida de los tipos de interés a nivel global, pero sobre todo en EEUU, ha provocado que el valor de mercado de los bonos que los bancos mantienen en cartera haya caído en picado. Estas pérdidas latentes se sitúan en unos 620.000 millones de dólares, una cantidad equivalente a medio PIB de España (que ronda los 1,45 billones dólares, cifra útil para hacernos una idea de la magnitud), aunque en el caso de EEUU solo representaría alrededor del 3% de su PIB. No obstante, los analistas coinciden en que este 'agujero' sería suficiente para hacer descarrilar a otras entidades financieras y el sistema en general si se produce una mayor salida de depósitos y las entidades se ven obligadas a vender parte de su activo para cubrir estas fugas. Esto fue lo que le pasó a SVB y lo que amenaza ahora a otros bancos, sobre todo los de pequeño y mediano tamaño. Por ahora, el miedo se extiende por las bolsas de Europa que cotizan con grandes pérdidas este lunes.

Chris Turner, analista de ING, devolvía a la actualidad las declaraciones a principios de la semana pasada del presidente de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), Martin Gruenberg, declarando que los bancos estadounidenses tenían alrededor de 620.000 millones de dólares de pérdidas no realizadas en valores mantenidos hasta su vencimiento o en cuentas disponibles para la venta.
Aunque parece una cifra importante, Turner contraponía el capital propio de los bancos estadounidenses, que se situaba en 2,2 billones de dólares a finales de 2022. Con todo, no se atrevía a descartar peligros. "Es difícil saber hasta dónde llegará esta historia". El capital propio de los bancos nunca parece ser suficiente. En una crisis todos los colchones se evaporan en un abrir y cerrar de ojos.
SVB era un banco singular
Es cierto que SVB es un banco diferente por su fuerte exposición (tanto en el activo como en el pasivo) a empresas ligadas al sector tecnológico y startups, pero también lo es que su funcionamiento es muy similar al del resto de bancos de EEUU. Las subidas de tipos amenazaban con generar este tipo de cortocircuitos y el sector tecnológico y sus fuentes financiación estaban entre los más expuestos tras las fuertes subidas de valoración y el gran crecimiento que experimentaron durante la pandemia.
"Aunque es verdad que hay muchos aspectos únicos del balance de SVB, también hay muchas dinámicas que se pueden aplicar a todos los bancos estadounidenses. Después de un período dramático de crecimiento de los depósitos, la Fed ha subido los tipos al ritmo más rápido desde la década de 1980. Desde entonces, hemos visto una caída histórica en los depósitos bancarios y pérdidas latentes en las tenencias de bonos bancarios. Incluso si se vende SVB, persistirán las preocupaciones sobre la liquidez y la posición de capital del sistema bancario. El nuevo programa BTFP (nueva herramienta de crédito aprobada por la Reserva Federal este mismo domingo) que proporciona liquidez a los bancos y debería contribuir en gran medida a ayudar a la confianza", aseguran los analistas de TD Securities.
El alza de tipos ha creado grandes competidores para los depósitos bancarios: los bonos del Tesoro ofrecen, por ejemplo, un rendimiento mayor que los depósitos, lo que ha llevado a miles de inversores a usar sus ahorros para comprar estos activos.
¿Por qué la banca invierte en bonos?
Los analistas de ING creen que "ya ha habido un grado de contagio en el mercado, por temor a que se replique en otros bancos. Todos los bancos tienen bonos, por varias razones. En el modelo bancario tradicional, los depósitos captados se utilizan para suscribir préstamos. Los bancos tienen la opción de invertir en bonos como alternativa a la emisión de préstamos, y esto es más razonable cuando, por cualquier motivo, no hay suficiente demanda de préstamos o, simplemente, dar crédito es menos atractivo. Inusualmente, SVB empleó una mayor cantidad de los depósitos para adquirir bonos a largo plazo en lugar de dar crédito. Esto significaba que era más susceptible que la mayoría de los bancos al desempeño de su cartera de bonos".

Además, la cartera de bonos de SVB tenía un gran componente de renta fija a más largo plazo. A medida que subían los tipos de interés, el valor de esta cartera cae. Como además eran bonos de largo plazo, la posibilidad de esperar hasta el vencimiento para recibir el principal no era una opción. Si SVB tenía que esperar ocho años para recibir el dinero que invirtió en bonos mientras que los depositantes retiraban sus fondos, habría dado tiempo a que SVB quebrase veinte veces o más. De modo que el banco de Silicon Valley solo tenía una opción: vender parte de esos bonos en el mercado secundario y admitir pérdidas, que en este caso fueron de 1.800 millones de dólares.
"Bajo la gran presión de la semana pasada, la liquidación de la cartera de bonos cristalizó las pérdidas latentes, lo que obligó a la subsiguiente necesidad de reunir capital. Los bancos que tienen una proporción más baja de bonos que préstamos (la mayoría lo tiene) y/o tienen más de sus valores a tipos variables serán mucho menos susceptibles a sufrir un escenario como el que ha vivido SVB", aseguran los economistas de ING.
No obstante, los analistas de TD Securities creen que la cantidad de cosas que se pueden 'romper' cuando un banco quiebra es tan impredecible que los riesgos son muchos y variados: "Es extremadamente difícil predecir las implicaciones macro del colapso de SVB, ya que depende del comportamiento de los reguladores, otros bancos, depositantes e inversores. Los acontecimientos de la última semana aumentan claramente los riesgos para la estabilidad financiera, puesto que muchos otros bancos se enfrentan a problemas similares, aunque en menor medida", destacan estos expertos.
El saldo del Fondo de Seguro de Depósitos (DIF) de la FDIC es hoy mucho mayor que el de 2008 y eso da ciertas garantías, puesto que podría cubrir los depósitos de muchos bancos pequeños y medianos. Sin embargo, estos 128.000 millones de dólares no parecen "suficiente para rescatar a algunos bancos de los más grandes. El lado positivo es que, a diferencia de 2008, hay menos confusión sobre el valor de algunos productos estructurados esotéricos y los incumplimientos cruzados". El FDIC fue el órgano que anunció el viernes pasado el cierre del banco SVB.
Pese a todo, el riesgo de contagio existe, sobre todo cuando parece bastante evidente que "existe un agujero de capital de tal tamaño al analizar las pérdidas no realizadas (pérdidas latentes) en las tenencias bancarias de bonos. Si hay una pérdida de confianza en el respaldo regulatorio de los depósitos, nuevas corridas bancarias serán inminentes. Las redes sociales pueden exagerar absolutamente la velocidad de difusión de la información (y el miedo)", advierten estos expertos.