Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día se preguntó cómo cotizaba un bono y ya no hubo vuelta atrás.
EMPRESAS

Los beneficios aguantan, el deterioro económico se dibuja cada vez más en el horizonte. Ese es el mensaje que arrojan los primeros grandes bancos de Wall Street en el estreno de la temporada de resultados del primer trimestre de 2023. Tanto JP Morgan Chase, Citigroup como Wells Fargo han anunciado en sus cuentas que han aumentado las provisiones -el primero en el último año, los otros dos también en estos tres meses- ante el esperado repunte en los créditos dudosos fruto de la desaceleración económica. Las subidas de tipos que han dado brillo a los beneficios se notarán en Main Street.

La caída del mercado inmobiliario ya está en marcha en varios países de Europa. Sin embargo, hay datos que apuntan a que este mercado podría sufrir todavía más, puesto que la transmisión de la política monetaria (subidas de tipos y drenaje de liquidez) no es inmediata. Los datos que maneja el banco francés BNP Paribas revelan que el crédito para la compra de vivienda está sufriendo un desplome sin precedentes en la corta historia del área euro, lo que abre la puerta a que se produzcan correcciones más profundas y más amplias (afecten a más jurisdicciones) en este mercado.

Durante más de una década, el boom de la construcción en China ha estado alimentado por 'toneladas' de deuda. Los promotores pedían préstamos a los conocidos como bancos en la sombra chinos que se enriquecieron durante el boom inmobiliario. Esta industria se aprovechó de unos promotores desesperados por obtener un crédito que los bancos tradicionales rechazaban. Ahora que la vivienda y el sector inmobiliario comienza a desinflarse en China, la banca en la sombra podría ser la primera parte del sector financiero en sufrir la resaca de los excesos del pasado. Las turbulencias financieras en Occidente podrían dar la puntilla a esta ajada y misteriosa industria financiera.

El euro lleva dos jornadas 'de dulce'. La divisa comunitaria tocó ayer miércoles los 1,10 dólares y cerró en los 1,0989 'billetes verdes', el cierre más alto desde el 1 de abril de 2022, tras subir un 0,7%. Este jueves gana unas décimas más en el cruce contra la divisa estadounidense llegando a un máximo intradía hasta el momento de 1,1068 dólares. Aunque el pasado 2 de febrero la moneda regional llegó a tocar los 1,1034 dólares durante la sesión, después no pudo consolidar el nivel de los 1,10. Se espera que ahora sí pueda.

La inflación ha pasado de villano a aliado de los mercados en EEUU. El IPC se ha moderado hasta el 5% en marzo (frente al 6% de febrero), mínimos desde mayo de 2021, un dato que se sitúa cerca de lo que esperaba el consenso de los analistas y que mantiene la senda desinflacionaria que se inició en la segunda mitad de 2022. Se trata de la novena lectura consecutiva que reflejada una moderación de la inflación. Aunque sigue siendo extremadamente elevada, esta moderación estaría ayudando a aliviar unos mercados que siguen muy pendientes de la Reserva Federal y del amago de crisis bancaria en EEUU.

La histórica subida de tipos de interés ya se ha dejado notar con intensidad en el sistema financiero global. El amago de crisis bancaria en EEUU y la Eurozona ha puesto sobre aviso a los mercados. Ahora, los inversores se muestran cautelosos a la espera de la siguiente víctima. Tras años de tipos bajos, creciente endeudamiento y búsqueda de riesgo (para obtener algo de rentabilidad), son muchas las cosas que se pueden 'romper' en medio de una subida de tipos. Sin embargo, los economistas de Allianz tienen claro cuál es el mayor riesgo a corto plazo: la banca en la sombra será la próxima ficha en caer.

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El oro sigue al alza. El metal precioso se ha acercado en las últimas horas a su máximo histórico por encima de los 2.070 dólares intradía la onza de agosto de 2020. Este miércoles cotiza por encima de los 2.000 dólares y también se aproxima a los 2.070 marcados a comienzos de marzo del año pasado, en los primeros compases de la invasión rusa de Ucrania. El vector de fondo que une estos hitos parece ser el miedo -incertidumbre tras el estallido del covid y antes de descubrirse la vacuna, guerra en suelo europeo, temor a una crisis bancaria- y la consecuente búsqueda de refugio, pero los analistas piden rascar sobre la superficie.

Llegó el esperado día de verse las caras. Unos cuantos escándalos y una dramática venta a su mayor rival y compatriota después, Credit Suisse ha vivido este martes su primera junta de accionistas presencial tras la pandemia y previsiblemente la última como entidad independiente. La todavía cúpula del histórico y malogrado banco suizo -atrás quedan 167 años de historia- ha aprovechado la ocasión para pedir disculpas, pero también ha defendido su posición: los problemas de la entidad venían de antes de su gestión y la única manera de evitar la bancarrota era una desesperada compra por parte de su vecino UBS.

La inflación entró en nuestras vidas como un elefante en una cacharrería. Tras años de precios contenidos o incluso de coqueteo con la deflación, los precios comenzaron a dispararse a mediados de 2021, dando inicio a una tendencia que ha llegado hasta hoy. Economistas y casas de análisis intentan ir más allá de las explicaciones 'macro' (cuellos de botella, auge de materias primas...) y tratan de estudiar qué más está detrás de este auge de los precios. Cada vez son más los expertos que ven en los márgenes empresariales uno de los posibles culpables. Todo hace indicar que los costes para las firmas se dispararon entre 2021 y 2022, pero a su vez algunas empresas aprovecharon la inercia para elevar su margen de beneficio por unidad vendida. Algunos casos en EEUU llaman especialmente la atención.

Los mercados vuelven a sucumbir este viernes fruto del miedo a que las turbulencias financieras derivadas del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y la caída en desgracia de Credit Suisse se amplíen y hagan caer a otras entidades. La principal víctima esta jornada ha sido el banco alemán Deutsche Bank, que ha llegado a registrar caídas superiores al 13% en bolsa -el mayor desplome desde el estallido del covid- mientras sus swaps de incumplimiento crediticio (CDS) se han disparado en las últimas horas.