Banca y finanzas

La cúpula de Credit Suisse pide perdón a los accionistas, pero justifica la venta a UBS: "Era fusión o bancarrota"

  • El banco celebra su última junta de accionistas como entidad independiente
  • Lehmann siente "de veras" lo ocurrido, pero alega: "O fusión o bancarrota"
  • Uno de los accionistas bromea: "No he traído mi pistola, no se preocupen"
El presidente de Credit Suisse, Axel Lehmann, durante la junta de accionistas de este martes. Foto: Bloomberg

Llegó el esperado día de verse las caras. Unos cuantos escándalos y una dramática venta a su mayor rival y compatriota después, Credit Suisse ha vivido este martes su primera junta de accionistas presencial tras la pandemia y previsiblemente la última como entidad independiente. La todavía cúpula del histórico y malogrado banco suizo -atrás quedan 167 años de historia- ha aprovechado la ocasión para pedir disculpas, pero también ha defendido su posición: los problemas de la entidad venían de antes de su gestión y la única manera de evitar la bancarrota era una desesperada compra por parte de su vecino UBS.

Con las anteriores juntas celebradas virtualmente por la pandemia, la cita de este año ha tenido lugar en un estadio de hockey de la ciudad de Zúrich, lugar propicio para unos ánimos más que caldeados. La expectación era máxima tras una adquisición por parte de UBS supervisada por las autoridades suizas que dejó agraviados tanto a accionistas como a bonistas. Si los primeros vieron un exiguo precio por acción en la venta (0,76 francos, prácticamente lo mismo en euros) y se les excluyó de cualquier toma de decisiones, parte de los segundos vieron directamente borrados sus bonos de capital adicional 1 (CoCos) en pos de facilitar la viabilidad de la operación. Un importante porcentaje de estos últimos han contratado al bufete Quinn Emanuel, elegido varias veces como "el más temido en el mundo", para representarlos ante un posible litigio.

El presidente de Credit Suisse, Axel Lehmann, ha pedido disculpas a los accionistas asegurando "sentir de veras" no haber sabido frenar la pérdida de confianza en el banco que, según él, se había acumulado mucho antes de que él asumiera el cargo.

"No supimos frenar el impacto de los escándalos heredados, ni contrarrestar los titulares negativos con hechos positivos", ha admitido Lehmann en declaraciones preparadas para la junta anual de accionistas. Al final, "el banco no pudo salvarse".

"Queríamos poner toda nuestra energía y nuestros esfuerzos en revertir la situación y volver a encarrilar el banco", ha dicho Lehmann. "Me duele que no tuviéramos tiempo para hacerlo, y que en esa fatídica semana de marzo nuestros planes se vieran desbaratados. Por eso lo siento de veras".

"La amargura, la ira y la conmoción de todos aquellos que están decepcionados, abrumados y afectados por los acontecimientos de las últimas semanas es palpable", ha reconocido Lehmann. Los ejecutivos de Credit Suisse se habían preparado para las protestas de los ciudadanos suizos en la reunión después de que el banco fuera rescatado .

"Entiendo que se sientan decepcionados, sorprendidos o enfadados", ha dicho el consejero delegado, Ulrich Körner a los inversores. "Comparto la decepción de ustedes, nuestros accionistas, pero también comparto la decepción de todos nuestros empleados, nuestros clientes y, en última instancia, del público en general".

Lehmann (presidente de Credit Suisse): "Finalmente, solo había dos opciones, un acuerdo o bancarrota, y la fusión tenía que seguir adelante, los términos debían aceptarse"

Sin embargo, más allá de las disculpas, Lehmann y la plana mayor del banco han justificado la decisión tomada. "Finalmente, solo había dos opciones, un acuerdo o bancarrota, y la fusión tenía que seguir adelante, los términos debían aceptarse", ha subrayado.

Si se hubiera optado por una reestructuración bajo las leyes bancarias suizas, "se habría presentado el peor de los escenarios, con una pérdida total para los accionistas, riesgos impredecibles para los clientes, graves consecuencias para la economía y para los mercados financieros globales", ha afirmado.

Lehmann también ha revelado que la aprobación de la venta a UBS por parte del consejo de administración (saltándose el trámite de que fuera votada por los accionistas) fue "uno de los momentos más difíciles", pero ha remarcado que desembocó en "una solución que trae claridad, seguridad y estabilidad".

El presidente de la entidad suiza ha asegurado que creyó en el éxito de los esfuerzos por cambiar Credit Suisse, "hasta el comienzo de la fatídica semana", pero ha apuntado que la combinación del aumento de las tasas de interés, la inflación y la volatilidad del mercado sacudieron la confianza y, tras los problemas relacionados con los bancos estadounidenses, hubo temores de un contagio mundial. "Las redes sociales y la digitalización avivaron las llamas de este miedo. Esto nos golpeó en nuestro punto más vulnerable a mediados de marzo", ha alegado.

"Éramos particularmente vulnerables en ese momento", ha afirmado Körner en referencia a la situación registrada a raíz del colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank en EEUU. "Nos vimos obligados a actuar con rapidez y decisión. Ya no teníamos elección", ha defendido, asegurando que el colapso de Credit Suisse "habría sido catastrófico no solo para Suiza, sino para la economía mundial". "Al final, la fusión con UBS fue la única opción factible", ha remachado.

Körner (CEO de Credit Suisse): "El colapso habría sido catastrófico no solo para Suiza, sino para la economía mundial. Al final, la fusión con UBS fue la única opción factible"

La justificación de la cúpula va en línea con lo expresado este lunes por el Banco Nacional de Suiza (SNB por sus siglas en inglés). El vicepresidente del banco central, Martin Schlegel, declaró en una entrevista a la emisora SRF que, sin la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS con la mediación del Gobierno suizo, es "muy, muy probable que se hubiera producido una crisis financiera en Suiza y en todo el mundo". Schlegel definió la fusión como "la mejor entre las malas soluciones".

La asistencia a la junta ha superado los 1.700 accionistas. Tras los discursos introductorios de Lehmann y de Körner, los asistentes han tenido la oportunidad de formular preguntas y dar rienda suelta a su frustración, un proceso que se ha prolongado horas.

Los asesores de voto (proxy advisers) han instado a los accionistas a votar en contra de varios miembros del consejo, incluido Lehmann. El fondo soberano de Noruega, uno de los 10 principales accionistas independientes, había adelantado que votaría en contra de la mayoría de los miembros del consejo, incluido el presidente. Varios miembros del consejo de Credit Suisse decidieron dimitir antes de someterse a votación, y solo siete se presentaron a la reelección. Aunque esta reelección tenía un componente puramente simbólico al quedar en adelante la estructura de mando en UBS, la votación se antojaba compleja. Finalmente, los accionistas han mostrado su descontento con una serie de aprobaciones muy ajustadas de los siete miembros que se presentaban. 

Gran parte de la ira dirigida contra los ejecutivos de Credit Suisse se ha centrado en las prácticas de remuneración y compensación del banco a lo largo de los años, a medida que registraba pérdidas. Sin embargo, los accionistas aprobaron de nuevo el informe anual de retribuciones, aunque por un estrecho margen. Solo el 50,06% de los accionistas pulsaron el botón verde en las máquinas de votación de la sala de conferencias. Un 49,38% rechazó el informe. Los ejecutivos de Credit Suisse han renunciado a sus bonus para 2022 y los empleados con pagos aplazados pendientes también los han visto congelados. Lo que sí han rechazado los accionistas, también por un estrecho margen, ha sido el informe sobre la retribución fija de los miembros del comité ejecutivo del banco. Un 48,43% votó a favor, no llegando al 50% necesario. Lehmann ha dicho que tiene que estudiar cuál es la siguiente opción para la remuneración del equipo ejecutivo.

Los accionistas también señalan la discrepancia entre los bonus y los beneficios. En los últimos doce años, Credit Suisse ha destinado 35.000 millones de francos a sus primas anuales, según cálculos de Bloomberg. Los beneficios totales que generó en ese periodo 35 millones de francos. "Si echamos un vistazo a los beneficios que hemos generado en los últimos 10 ó 15 años y a la cantidad que hemos pagado a los accionistas, si lo comparamos con las primas que se han pagado, entonces es muy probable que haya un cierto desequilibrio, objetivamente", ha concedido Lehmann.

Cabía esperar emociones a flor de piel en la junta de accionistas de Credit Suisse este martes y así ha sido. El primer accionista que ha intervenido en la junta ha comentado las estrictas medidas de seguridad aplicadas, que según Lehmann tenían por objeto garantizar la protección de los asistentes. "Hoy no he traído mi pistola, no se preocupen", ha dicho al consejo de Credit Suisse, recoge el Financial Times. "Hoy llevo mi corbata roja para representar que yo y muchos otros accionistas estamos viendo rojo".

"Los señores políticos han estado dormitando en el trabajo durante los últimos 15 años", se ha quejado, enfadado, Guido Röthlisberger, otro accionista, informa Bloomberg. "El gobierno debería haber vigilado mejor lo que ocurría y asegurarse de que se cumplían las normas". Un accionista y antiguo empleado no ha podido contener las lágrimas en su exposición. Otro ha preguntado directamente al consejo si puede dormir por las noches.

Foto: Bloomberg

Uno de los accionistas ha subido al estrado a increpar a la cúpula llevando un coco vacío (por los bonos AT1 o CoCos amortizados a los bonistas) y una bolsa de nueces para expresar cómo una acción del banco ha acabado valiendo menos que una bolsa del fruto seco. Otro ha salido a hablar con una camiseta en la que se leía "Stop a la estafa". Una camiseta que llevaban más presentes en la sala. 

Un estudiante de segundo curso de economía que representaba a su anciano padre, accionista de Credit Suisse desde hace muchos años, ha dicho que seguramente Lehmann podía sentir la tensión palpable en la sala. "Hoy casi se puede saborear la frustración y la rabia". A las 15:25 hora local y española, el propio Lehmann cerraba la última junta de accionistas de Credit Suisse con gran consternación: "Lo lamentamos profundamente. A mí personalmente me entristece profundamente este momento".

Foto: Reuters

La Fiscalía suiza investiga

La junta se ha celebrado dos días después de que trascendiera que la Fiscalía Federal de Suiza ha abierto una investigación sobre la venta de Credit Suise. El fiscal general, Steffan Blättler, centraría sus pesquisas en posibles violaciones de leyes penales suizas por parte de miembros del Gobierno, reguladores y ejecutivos de los dos bancos.

También se conocía que UBS planea llevar a cabo un recorte de plantilla que afectaría a entre el 20% y el 30% de su fuerza laboral, según la información del rotativo suizo SonntagsZeitung. La entidad planearía acometer recortes de empleo que supondrían la salida de entre 25.000 y 36.000 trabajadores en todo el mundo, incluyendo unos 11.000 en Suiza.

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