Periodista económico

La actual crispación es insoportable. No es solamente la tensión que se vive en la política, sino también entre los amigos y la propia familia. Tal vez sean estos nueve meses de pandemia y crisis económica lo que nos está afectando sacando lo peor de nosotros. De lo que no hay dudas es que los medios de comunicación en general están contribuyendo de una manera decisiva, tal vez para tener más seguidores, en crear un clima asfixiante que recuerda al recreado por Arthur Penn en "La Jauría humana" (1966) magníficamente protagonizada por Marlon Brando.

Hay un dicho bastante cínico entre los periodistas que recomienda no permitir que la realidad te estropee un buen titular. Mis amigos conservadores están muy enfadados con mis últimas crónicas en las que describo un futuro menos terrible del que nos ha estado dibujando la derecha. Por esta razón me he esforzado en buscar todo tipo de argumentos para poder justificar la idea de que a Pedro Sánchez le crecen los enanos, como les gustaría leer. Pero lo cierto es que hay que esforzarse mucho para poder mantenerla.

La obsesión del gobierno de Pedro y Pablo contra la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz-Ayuso la han convertido internacionalmente en la auténtica "Dama de hierro" (2011) como en la película dirigida por Phyllida Lloyd interpretada magníficamente por Meryl Streep. Poco a poco esta especie de Margaret Thatcher española se ha convertido de facto en la auténtica líder de la oposición al denominado gobierno "social comunista".

Las hojas del calendario siguen cayendo sin que se haya producido el tan temido “otoño caliente” y sin que la “tormenta perfecta” haya causado estragos.

Me comenta Joaquín Mateos, profesor de latín y de filosofía del Colegio Mirabal de Boadilla del Monte que “ahora es cuando hay que ser más sensatos. En estos momentos hay que ser epicureista: placer, pero con moderación. Hay que medir el dolor que nos puede producir un hedonismo sin cálculo”. Consejo de un hombre sabio que debería ser escuchado cuando hemos lanzado las campanas al vuelo por la vacuna desarrollada por Pfizer.

La pandemia vuelve a golpear con fuerza a EE.UU. Los demócratas ganan las elecciones a los republicanos. Las bolsas se disparan como nunca antes lo habían hecho en una jornada postelectoral. El Nasdaq acumula ganancias de más del 10%. Como en la película de Oliver Stone, “el dinero nunca duerme” (1987).

El objetivo de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, frente a la pandemia es salvar el ocio y los negocios. Así lo ha corroborado el presidente del PP, Pablo Casado, que ha insistido en que la prioridad es salvar la campaña navideña. El enemigo es el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y sobre todo el “malévolo” Pedro Sanchez, que como en la película de Yarrow Cheney “El Grinch” (2018) robó la Navidad siguiendo el plan del libro del Dr. Seuss.

Mi amiga Ade, neumóloga infantil del Ramón y Cajal, me comenta que la sociedad está impactada con lo que está sucediendo: “ayer cené con mis amigas médicas y, además de estar estupefactas, enfadadas, frustradas…, compartimos un estado emocional nuevo que nunca habíamos tenido respecto al país: una tristeza profundísima”. Una tristeza anímica y generalizada que poco a poco va adueñándose de la sociedad.

opinión

Santiago Abascal pretende dar una patada a Pedro Sánchez en el culo de Pablo Casado. Así hay que interpretar la moción de censura presentada por VOX contra el Gobierno que se debatirá el próximo miércoles-jueves y que ha sido calificada como una "payasada" por el PP. Una iniciativa parlamentaria que pondrá de manifiesto la dispersión de la derecha y su incapacidad para mostrarse como una alternativa de poder a causa de su división. En el fondo lo que se va a dilucidar es quién será el auténtico líder de los conservadores españoles.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez está plenamente convencido de que con el “Plan Merkel” se perpetuará en el poder. Si Felipe González ganó cuatro elecciones y se mantuvo en La Moncloa 14 años, en buena parte gracias a los fondos estructurales europeos, él no va a ser menos. Incluso, su vicepresidente Pablo Iglesias lo ha teorizado. En su opinión, el gobierno progresista del PSOE con Podemos se mantendrá al mando el tiempo suficiente para hacer los cambios profundos que la sociedad española viene reclamando desde hace tiempo y que la pandemia ha precipitado.