Las hojas del calendario siguen cayendo sin que se haya producido el tan temido "otoño caliente" y sin que la "tormenta perfecta" haya causado estragos.
Al contrario, las cosas empiezan a pintar bien ¡quién lo hubiese dicho! Incluso, la vicepresidenta económica Nadia Calviño, se ha atrevido a vaticinar que en el cuarto trimestre el PIB no será negativo, que el empleo se está recuperando y que para el próximo año nuestro crecimiento se podría situar en el entorno del 10%. Eso significa que en el 2022 España habrá entrado de lleno en un ciclo expansivo y un año después, coincidiendo con las elecciones generales, la pandemia será un mal recuerdo y habremos recuperado todo lo que nos ha hecho perder el Covid-19.
No es de extrañar que la derecha esté echando las muelas, pero las cosas son como son. A estas alturas el gobierno de Pedro y Pablo debería estar carbonizado y según el último barómetro de CIS no es así. Si se celebrasen elecciones en estos momentos el mapa político sería muy parecido al actual. El PSOE saca casi doce puntos al PP. El desgaste está siendo similar para los dos principales partidos. Sánchez suspende, pero está mejor valorado que Pablo Casado. Su aclamado discurso durante en la moción de censura no le ha servido de nada. El criticado Santiago Abascal sigue mejorando en las encuestas, por lo que la división de la derecha está servida en bandeja de plata.
El escudo social que impusieron sus socios podemitas está frenando todo resquicio de protesta social
Los populares sufren la pinza entre Ciudadanos y VOX. Arrimadas mejora cada vez que se acerca a los socialistas, hasta el punto que sueña con sustituir a Podemos como socio preferente y lo puede conseguir. Podemos no deja de perder posiciones a pesar de los ingentes esfuerzos que hace su dirigente Pablo Iglesias de llamar la atención.
Pero de momento al gobierno "social-comunista" o "Frankenstein" como lo llaman los conservadores las cosas le están saliendo bien. Como en la magnífica película del senegalés Ousmane Sembene, la "Protección" (2004) que ha supuesto el escudo social que impusieron sus socios podemitas está frenando todo resquicio de protesta social. Los ERTES, unidos a los créditos blandos, a las subvenciones y ayudas de todo tipo a los sectores mas golpeados por la pandemia están asegurando la paz social. Saldrá muy caro, pero como ha recordado el FMI, la OCDE o el BCE mucho mas caro saldría que España tuviera que volver a ser rescatada.
La bolsa sube; la curva de contagios baja; las vacunas están listas; los 140.000 millones se abren camino hacia España; los Presupuestos serán aprobados; la recuperación económica apunta a ser una realidad en primavera; los tipos de interés por los suelos; el precio del petróleo en mínimos; el "procés" se desinfla y las elecciones catalanas de febrero apuntan bien para los socialistas del PSC y mal para los conservadores del PP. Y por si fuese poco, ganan los demócratas en Estados Unidos con un Joe Biden que congenia mejor con los progresistas españoles que con los conservadores. ¡Ah! y encima la selección española golea a la alemana y puede llevarse el título de la liga de naciones.
¿Dónde están las malas noticias para Sánchez? Aún queda mucho partido que jugar y el invierno será duro, pero de momento tiene baraca.
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