Análisis
La economía de Cataluña ha entrado en un claro declive como consecuencia del proceso independentista que ha enfrentado a la sociedad catalana y la ha dividido por la mitad. Todos los datos indican que desde la Gran Recesión de 2009 la situación no va bien. Desde el referéndum ilegal para la secesión del 1 de octubre de 2017 cerca de 6.000 empresas han trasladado su sede a otros territorios, fundamentalmente en Madrid, que le ha tomado el relevo como motor económico de España.