Opinión

A Pedro Sánchez le crecen los enanos

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez

Hay un dicho bastante cínico entre los periodistas que recomienda no permitir que la realidad te estropee un buen titular. Mis amigos conservadores están muy enfadados con mis últimas crónicas en las que describo un futuro menos terrible del que nos ha estado dibujando la derecha. Por esta razón me he esforzado en buscar todo tipo de argumentos para poder justificar la idea de que a Pedro Sánchez le crecen los enanos, como les gustaría leer. Pero lo cierto es que hay que esforzarse mucho para poder mantenerla.

Los conservadores están muy enfadados porque están viendo como Pedro Sánchez se les está escapando por la banda, como ya hiciera con la moción de censura a Mariano Rajoy, haciendo un dos en uno. Arrebató el poder al PP y destruyó todas las expectativas que se había creado el entonces líder de C´s Albert Rivera. Simplemente les goleó y no le han perdonado nunca que se alzara con el triunfo.

Ahora vuelve a pasar un tanto de lo mismo. Se puede argumentar que la aprobación de los Presupuestos para 2021 ha sido un gran fracaso del Presidente del Gobierno, dado que ha colocado a España al borde de la ruptura. Hay otro punto de vista diferente que sostiene que ha sido el mayor éxito de su carrera política, puesto que le garantiza el final de la Legislatura y abre el camino para abordar el llamado problema catalán. Como escribe Antoni Puigvert en La Vanguardia, no solo no es un paso para romper España, sino que se trata de los primeros puntos para unirla.

Sin duda se puede argumentar, como hacen Pablo Casado y sus seguidores que tenemos el peor gobierno para la peor situación. Pero si después de un año de pandemia y de crisis económica el jefe de la oposición no levanta cabeza, es tanto como que el entrenador de la selección alemana califique de "paquete" al equipo español después de que le hayan metido seis goles.

Es cierto que los 140.000 millones de ayudas europeas se están complicando. A Sánchez le crecen los enanos. Pero todo hace pensar que el tema se va a resolver más pronto que tarde porque el núcleo duro del euro quiere salvar económicamente a Europa más allá de los vetos que quieran mantener Hungría o Polonia. Si los fondos estructurales contribuyeron a que Felipe González se mantuviera catorce años en el poder, para Sánchez puede ser un respaldo inestimable para perpetuarse en el poder. Esto resulta paradójico si se tiene en cuenta que el principal apoyo proviene de los conservadores alemanes hacia un gobierno social-comunista, como le califican sus rivales.

Lo que sí constituye un obstáculo insalvable para el Gobierno es la recesión económica. Según los organismos internacionales más prestigiosos y en ello coinciden la mayor parte de economistas, en el cuarto trimestre la economía volverá a caer al menos un 5%. Los últimos datos de paro de noviembre así parecen indicarlo. Sin embargo, la vicepresidenta económica Nadia Calviño, que algún dato debe tener, asegura una y otra vez que la economía española seguirá creciendo. En esto coincide el servicio de estudios del BBVA que tampoco cree que se vaya a cumplir el escenario más pesimista.

Sólo un agravamiento de los enfrentamientos en el seno del Gobierno podría desembocar en una crisis

Los ERTEs, los créditos ICO, el Ingreso Mínimo Vital… pueden suponer una barrera de contención eficaz que impulse el consumo. Además, las familias han acumulado tanto ahorro como ganas de consumirlo, la fuerte subida de la Bolsa acompaña esta tendencia por el llamado efecto riqueza. Y todo ello sin olvidar el bajo precio del petróleo y de los tipos de interés.

Lo que es innegable es que las empresas lo están pasando muy mal y que según el Banco de España un 10% podría desaparecer y más del 70% se encuentra en números rojos. Pero cuando se hace un análisis sectorial es fácil apreciar que no se puede generalizar. Sectores como el agroalimentario crece un 6% y sus exportaciones un 5%. El turismo ha sido muy castigado, pero no va a desaparecer mientras haya sol y playa.

Podría seguir buscando muchos más enanos que le hubieran crecido a Sánchez, pero ninguno es suficientemente potente por sí mismo para hacer pensar que el gobierno de coalición no vaya a terminar la legislatura. Sólo un agravamiento de los enfrentamientos en el seno del Gobierno podría desembocar en una crisis. Pero todas las fuentes consultadas apuntan hacia otra cosa. Después de todo, el poder une mucho.

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