Opinión

La Thatcher española

La presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso

La obsesión del gobierno de Pedro y Pablo contra la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz-Ayuso la han convertido internacionalmente en la auténtica "Dama de hierro" (2011) como en la película dirigida por Phyllida Lloyd interpretada magníficamente por Meryl Streep. Poco a poco esta especie de Margaret Thatcher española se ha convertido de facto en la auténtica líder de la oposición al denominado gobierno "social comunista".

Una cosa es cierta y es que se trata de la única que se ha enfrentado a Pedro Sánchez y a su ministro de Sanidad, Salvador Illa, metiéndoles algunos goles memorables. El más reciente, su estrategia de "flexiconfinamiento" aplicado a la pandemia, que inicialmente fue combatido con denuedo desde el Ejecutivo y que ahora están siguiendo el resto de las cc.aa.

Las cifras parecen estar dándole la razón. Con menos medidas restrictivas está aplanando la curva de contagios. La estrategia le ha convertido en la heroína de los camareros y de los propietarios de bares, cafeterías y hoteles. Si al principio de la pandemia resultaba inevitable cerrar Madrid y confinar a los españoles porque por no haber no había ni mascarillas, ahora compatibilizar salud y economía parece mas factible. En cualquier caso, el partido aún se está jugando y hasta que no haya acabado no se podrá hacer un balance y serán los madrileños quienes harán su veredicto con sus votos.

Quienes piensan que se debe priorizar la vida sobre los negocios parece que están en minoría. Madrid es una de las capitales del mundo con más muertos por cada cien mil habitantes. Casi duplica a Barcelona, a pesar de que tiene menos población; y en cifras totales son 11.279 madrileños los que han perdido la vida por la Covid-19 frente a 7.793 catalanes. Pero políticamente estas cifras no parecen cotizar, es como si se hubiese impuesto el famoso dicho popular de "el muerto al hoyo y el vivo al bollo".

La batalla fiscal es otra baza que el Gobierno le ha dado en bandeja de plata a la "lideresa" madrileña. Es cierto que la mayor parte de los presidentes autonómicos, incluidos los del PP, quieren una armonización fiscal para evitar una competencia desleal a la baja. Pero ha sido ella, y no el presidente de Galicia Alberto Núñez Feijoo; ni el de Andalucía Juanma Moreno quien ha capitalizado la bajada de impuestos, que es la principal divisa de los conservadores.

Esta mujer que parecía que no daba la talla cuando asumió la presidencia madrileña se está convirtiendo en una figura internacional gracias a la torpeza que cometen los socialistas. Cuando Sánchez o Illa se enfrentan con Ayuso gana Ayuso, mientras su jefe de filas mira para otro lado silbando la canción de los pajaritos. Tal vez sea una estratagema de Iván Redondo, el Rasputín de la Moncloa, para dividir al principal partido de la oposición, pero no parece.

De lo que no hay dudas es que a los conservadores españoles les gusta la señora Ayuso como a los ingleses les gustaba la Thatcher. Su descarado dogmatismo hace que sea la única dirigente del PP capaz de que le voten los suyos y los de VOX. Un auténtico animal político que parece haber aprendido los trucos del oficio de su mentora Esperanza Aguirre. Como dice su asesor Miguel Ángel Rodríguez, otro Rasputín de tiempos de Aznar, es una política con mucho recorrido a medio plazo. A Pablo Casado, la "derechita cobarde", parece que le han crecido las enanas, y si fracasara electoralmente existe una dama de hierro dispuesta a sustituirle.

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