Economía
- 17/09/2020, 12:39
Una crisis económica sin precedentes ha generado una respuesta fiscal y monetaria sin precedentes. Los gobiernos de los países desarrollados han lanzado vastas redes de protección para evitar que esta pandemia genere un drama aún mayor. Además, otros países como EEUU, Alemania, Francia o Italia han puesto en marcha grandes planes de gasto discrecional y/o rebajas de impuestos que pretenden amortiguar la caída de la actividad. Mientras, los bancos centrales han cumplido con su parte facilitando al máximo la financiación de esas políticas con bajadas de tipos y mastodónticas compras de activos en el mercado secundario, evitando así que el canal de crédito se quede 'seco' en el peor momento posible. Sin embargo, todos estos billones (euros-dólares) pueden quedar taponados o atrapados en cuentas de ahorro y en en los activos financieros, esterilizando parcialmente el efecto de estas políticas sobre la economía real.