
El fuerte alza del tipo de cambio del euro frente al dólar alcanzó ya tal magnitud que incluso fue objeto de análisis en la reunión de ayer del BCE.
Sin embargo, su presidenta, Christine Lagarde, dejó claro que no actuará para frenar el rally del euro. Se trata de una posición lógica considerando que su mandato se focaliza en el control de la inflación y ésta, a corto plazo, no se verá impulsada por el tipo de cambio. Pero, sobre todo, debe tenerse en cuenta que actúan factores fuera de la influencia del BCE, especialmente la menor demanda de dólares como activo refugio por parte de los inversores. Las economías de la Unión Monetaria, por tanto, deben prepararse para un euro que sigue apreciándose sin frenos, lo que implica un lastre para su recuperación.