Economía

Lagarde asegura que el BCE ya está estudiando flexibilizar el objetivo de inflación

  • El BCE mira hacia la Fed para renovar su objetivo de inflación
Christine Lagarde, presidenta del BCE. Reuters

"Ahora hemos reanudado la revisión de la estrategia de política monetaria que se detuvo por la pandemia del covid-19. El alcance de la revisión incluye a las mediciones de inflación, el objetivo de estabilidad de precios, la digitalización de métodos de pago, divisas digitales y cambio climático". Así se ha referido Christine Lagarde, presidenta del BCE, al estado de la revisión estratégica cuyo veredicto será publicado en 2021.

El BCE retoma así el debate sobre su objetivo de inflación, actualmente situado en el 2%, para tener mayor flexibilidad a la hora de aplicar estímulos. En la práctica, supone que la autoridad monetaria tendría todavía más margen de maniobra para una política monetaria expansiva, sin preocuparse de que los precios superen la meta establecida. 

Esto, por ejemplo, permitiría que el BCE mantenga sus estímulos y unos tipos de interés bajos aunque la inflación alcanzase el 2%. Simplemente el hecho de aprobar esta flexibilización puede suponer un acicate para las expectativas de inflación, a la par que un lastre para el tipo de cambio del euro.

Lagarde ha querido dejar claro que el BCE ya está trabajando en ello para no perder comba con la Reserva Federal de EEUU, que anunció el cambio de su objetivo de precios a finales de agosto.

Los cambios introducidos son en palabras de Jerome Powell, presidente de la Fed, "una robusta actualización del marco de política monetaria", contemplan que la meta de inflación a largo plazo de la entidad del 2% pasará a ser "un promedio a lo largo del tiempo", por lo que, después de períodos en los que la inflación haya estado persistentemente por debajo del 2%, la política monetaria podrá permitir durante algún tiempo una inflación "moderadamente superior al 2%".

Se espera que la revisión del BCE tenga un final similar. Ya antes del comienzo de la pandemia se habían filtrado algunos debates en el seno del Consejo de Gobierno del banco central que apuntaban a esa flexibilización.

La agencia Bloomberg tuvo acceso a unas filtraciones en las que de las discusiones en las que se explicaba que en la práctica supondría pasar de medir la inflación con los 'radares fijos' (inflación al año) a usar 'radares de tramo', que tendrían en cuenta la inflación pasada. Esto, de facto, permitiría que la inflación superase el 2% durante un periodo largo de tiempo para compensar la baja inflación de los últimos años.

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