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El BCE volverá a bajar tipos este año... pero no será hoy: en qué fijarse tras la reunión de este jueves

Imagen de archivo. Escultura del símbolo del euro en Fráncfort, Alemania, frente a la antigua sede del Banco Central Europeo (BCE). Fuente: iStock.
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La reunión de los máximos responsables del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves es de esas en las que todo se da ya por hecho de antemano. Lo más importante y, a la vez descontado por los expertos, es que los tipos de interés se quedarán en su nivel actual, con el principal en el 4,25%, donde se encuentra desde la bajada de 25 puntos básicos hecha el mes pasado (la primera en varios años). Precisamente por esto, la clave será si la institución monetaria o su presidenta, Christine Lagarde, dicen algo inesperado o simplemente singular. Cualquier declaración imprevista sobre la evolución del precio del dinero durante este semestre (que pueda trastocar las expectativas actuales de los inversores), sobre el esperado comportamiento de la inflación en la eurozona o respecto a otros asuntos que desde hace semanas señalan los analistas, como la incertidumbre respecto Francia, podrían dar una sorpresa o un disgusto en los mercados.

"A la vista de los datos actuales, no parece justificada una bajada de tipos en julio. Deberíamos actuar con cautela". Esas fueron las palabras de Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE (y, por tanto, del Consejo de Gobierno también) durante una entrevista con el periódico japonés Nikkei publicada a finales de mayo.

La economista alemana, considerada la 'voz cantante' del banco central, rechazó así que los recortes de tipos en la eurozona fueran a ser consecutivos, a diferencia de las fuertes subidas ejecutadas entre el verano de 2022 y el otoño pasado. Lo hizo incluso antes de que anunciaran el primer descenso el 6 de junio pasado, el primero desde 2016 (en el caso del tipo principal) y que no fue decidido por unanimidad. Desde entonces el escenario no ha cambiado desde entonces.

El mensaje más repetido por parte del organismo desde su último encuentro es que todavía pueden encontrarse "baches", probablemente inesperados, en su camino hacia la estabilidad de precios. El BCE tiene como meta que la tasa de inflación de toda la eurozona (mirar mapa de abajo) se sitúe en el 2% a medio plazo. Y su principal herramienta para conseguirlo son los tipos de interés.

¿Por qué el BCE no baja hoy los tipos?

El último dato del índice de precios al consumo (IPC) de toda la zona euro, relativo al mes pasado, se situó en el 2,5% interanual, es decir, solo cinco décimas por encima del objetivo inflacionario. Sin embargo, aun con el IPC muy cerca de la 'cifra mágica' del 2%, todos los expertos coinciden en que en los responsables de la institución monetaria no van a tocar hoy el precio del dinero. ¿Por qué?

Guillermo Uriol, gestor de Inversiones de Ibercaja Gestión, anticipa en un comentario que el banco central "esperará a digerir el recorte de la reunión anterior antes de realizar nuevas bajadas". Hay que recordar que el descenso en los tipos se anunció al mismo tiempo que el BCE empeoró sus previsiones de inflación, admitiendo que no alcanzará su meta hasta 2026 (mirar gráfico).

"La solidez del mercado laboral permite al BCE tomarse tiempo para recabar nueva información" macroeconómica, apunta por su parte Konstantin Veit, gestor de cartera de Pimco.

Pero ¿qué información le hace falta a Lagarde y compañía para seguir aflojando la presión sobre la economía? Ella misma respondió en una entrevista del mes pasado a distintos medios: "Tenemos que ver cómo evolucionan los costes laborales. Y necesitamos ver que los beneficios siguen absorbiendo los aumentos de esos costes que ya se han producido. Si miramos nuestro indicador de los salarios, vemos hacia dónde se dirige, pero podría haber baches en el camino".

Otro factor determinante para el BCE, como prueba de que los precios no volverán a desbocarse si continúan relajando su política monetaria, es la inflación de los servicios. Y es que, si bien el IPC general de la zona del euro se ha relajado al 2,5%, el IPC de los servicios se encuentra en el 4,1%. Esto es especialmente relevante puesto que el sector terciario es el que lleva meses tirando de la economía en general, frente a unas manufacturas débiles.

"Lo que puede hacer descarrilar la senda hacia el objetivo son las presiones internas sobre los precios, reflejadas en la inflación de los servicios", explicó el jefe de investigación macro en Europa de Natixis, Dirk Schumacher, a la agencia Reuters.

De esta manera, la atención este jueves se centrará en los comentarios de Christine Lagarde y, sobre todo, "en cómo enmarca el debate en torno a las dos áreas de interés: la persistente inflación en los precios de los servicios y los salarios", indicó en un comentario ayer Daniel Loughney, director de Renta Fija de Mediolanum International Funds (MIFL).

"Un par de meses más permitirán al BCE apreciar mejor la trayectoria de inflación para seguir bajando los tipos"

Este último experto, al igual que la amplia mayoría de actores de los mercados financieros, prevé que el BCE bajará los tipos de interés dos veces más en lo que queda de año, 25 puntos básicos en cada una de ellas. La próxima reducción será presumiblemente en la próxima reunión, la de septiembre (consultar calendario de abajo).

"Un par de meses más permitirán a la institución apreciar mejor la trayectoria de inflación y crecimiento de la región y confirmar que el camino a seguir es el deseado. No obstante, las perspectivas de un nuevo recorte de tipos en septiembre, junto con la Fed, son elevadas", resalta Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac.

Francia, también en el foco

En su análisis, Uriol también recuerda que la reunión del organismo guardián del euro de hoy tiene lugar después de las elecciones francesas: "Aunque todavía tenemos cierta incertidumbre en torno a la composición del próximo Gobierno francés y las perspectivas de la política fiscal, no descartamos ver a Lagarde hablando o enfrentándose a preguntas sobre qué podría hacer el BCE para proteger los bonos soberanos franceses y bajo qué circunstancias".

El 7 de julio se celebró la segunda y última vuelta de las elecciones legislativas en Francia, tras la que la extrema derecha, que había ganado la primera 'ronda', bajó al tercer puesto en la Asamblea Nacional y la coalición de partidos de izquierdas (Nuevo Frente Popular) logró el mayor número de escaños. Un escenario incierto en la segunda mayor potencia del Viejo Continente que, para más inri, se da en un momento económico delicado, con una abultada deuda pública y el elevado déficit bajo la lupa de la Unión Europea (UE).

El presidente, Emmanuel Macron, adelantó la cita de la ciudadanía gala con las urnas por el mal resultado de su partido en las europeas, a principios de junio. Desde entonces tanto la renta variable como la fija del país han experimentado notables sacudidas. En el mercado de deuda gubernamental, el interés del bono galo a 10 años llego a superar el 3,3% en el mercado secundario. Actualmente es inferior al 3,09% y su mínimo del ejercicio está por debajo del 2,54%.

Los analistas no tardaron en plantearse si el BCE saldría al rescate de la deuda de Francia para evitar una crisis en el corazón de Europa. "Estamos atentos al buen funcionamiento de los mercados financieros, pero nos limitaremos a eso", se ha limitado a decir Christine Lagarde al respecto.

En cambio, el economista jefe del banco central, Philip R. Lane, se mostró más severo respondiendo a preguntas de los periodistas en París hace un mes. Advirtió que no tolerarían "desórdenes en los mercados que puedan suponer una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria".

El ente monetario cuenta con distintos mecanismos para contener los rendimientos de los bonos gubernamentales, destacando el Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI), creado en 2022 y que aún no se ha utilizado.

Cualquier referencia o insinuación que haga Lagarde sobre él, o sobre cualquiera de sus otras herramientas con influencia sobre el mercado de deuda pública, podrá provocar nuevos vaivenes en los intereses. Por tanto, convendrá estar pendientes a lo que suceda en Fráncfort este 18 de julio, máxime a partir de las 14:45 (hora de Madrid), cuando tendrá lugar la habitual rueda de prensa de la francesa tras la reunión del BCE.

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