Tras un desastroso 2022, el mercado de la renta fija comenzó a ofrecer rentabilidades no vistas en los últimos años y volvió a llamar a la puerta de los inversores. Sin embargo, lo que los inversores no esperaban es que en este 2023 continuase el incremento de rentabilidades de las deudas soberanas. Un aumento que se apoya en una inflación persistente y en una economía robusta que no se enfría al ritmo que quieren los bancos centrales. No obstante, y pese a que la mayoría de papeles registran pérdidas en el ejercicio, en el continente aún se encuentra casi una decena de bonos que ofrecen ganancias anuales.

Las firmas de recursos básicos del Viejo Continente no las tenían todas consigo para que este fuese un buen tercer trimestre. Los últimos incrementos de los precios de la energía -con el barril de Brent (petróleo) superando a primera hora de la sesión los 90 dólares por barril y el gas de referencia en Europa los 50MW/h- han estado dañando a sus cotizaciones, sumado a una inflación persistente. El sector europeo que las agrupa acumulaba en menos de una semana una caída cercana al 9% que le acercó a mínimos del año, pero este martes rebota un más de un 2%, siendo, por el momento, la industria más alcista del continente.

El estallido del conflicto entre Israel y Gaza -que ya acumula dos semanas- no deja de tensar tanto el mercado de renta variable como el de renta fija y está causando estragos entre algunas firmas. En el Ibex cuatro de ellas han tocado durante la sesión del lunes mínimos del 2023: Colonial, Cellnex, Acerinox y Arcelor. En todas ellas, los expertos recomiendan tomar posiciones.

Las acciones de BBVA se desploman alrededor de un 5% desde que el pasado 12 de octubre marcaron máximos del año en los 7.80 euros. Sin embargo, la cara buena de estas últimas caídas es que los analistas han ido mejorar su recomendación. Su actual consejo de compra es, de hecho, el mejor desde 2008, antes del estallido de la crisis de Lehman Brothers. BBVA.

Vaya semana. La geopolítica dejó su huella en la renta variable global durante los últimos cinco días en los que ninguna de las grandes referencias del parqué escapó a las caídas. El índice EuroStoxx 50 se dejó un 2,6% desde el pasado lunes mientras que el Ibex 35 retrocede un 2,2% en las mismas fechas, sube menos de un 10% en el año. En ambos casos supone encadenar cinco sesiones consecutivas a la baja que marca la peor racha de la bolsa europea desde junio del año pasado.

El próximo 20 de diciembre se cumplirá un año desde que Enel -uno de los valores de Tressis Cartera Eco30, el fondo de inversión asesorado por elEconomista.es- lanzó su Plan Estratégico 2023-2025. La compañía revisará, como indican, sus objetivos anualmente y apenas queda un mes para que lleven a cabo la primera revisión, que tendrá lugar el 22 de noviembre -un día más tarde, el 23, será la revisión de Endesa, de la que Enel posee la participación mayoritaria-. Será, además, la primera revisión con Flavio Cattaneo al frente de la compañía -ocupa el puesto de CEO desde el pasado mayo-.

Las compañías del sector turístico europeo están tardando en recuperar la normalidad en la que vivían antes de que apareciese el Covid-19. Tratando de regresar poco a poco a nivel operativo a lo registrado antes de la pandemia, para volver a ver la retribución con dividendos de estas compañías -suspendida a raíz de la crisis sanitaria- habría que esperar hasta el próximo ejercicio, según las estimaciones de Bloomberg.

En los últimos años tan convulsos y de acontecimientos de gran magnitud, la figura del director financiero ha ido cogiendo cada vez una mayor relevancia dentro de las empresas, hasta convertirse incluso, en la mano derecha y asesor estratégico de los propios CEO. Así ha quedado demostrado este jueves en la jornada Nuevos desafíos en la Dirección Financiera, celebrada por elEconomista.es con el patrocinio de Deloitte y Workday.

El conflicto iniciado en Oriente Medio a raíz del ataque sorpresa de Hamás a Israel el pasado 8 de octubre ha hecho temer a los inversores la posibilidad de una nueva crisis energética. Con el inicio de esta nueva contienda, la probabilidad de problemas en el suministro de petróleo -que deriven, por ende, en un shock de la oferta- ha hecho incrementar en las últimas dos semanas los precios del Brent -la cotización del petróleo de referencia en el Viejo Continente- que a primera hora del miércoles ya supera los 91 dólares por barril. Según Bloomberg, casi un tercio del crudo mundial se suministra o transporta a través de Oriente Próximo, por lo que una escalada del conflicto en la zona tiene efecto en los precios.