
Pese a las turbulencias que algunas voces han advertido sobre una pausa en la recuperación de las aerolíneas tras el coronavirus, la oferta programada para este invierno sigue siendo la más alta hasta la fecha. Las compañías aéreas han colocado actualmente 127 millones de plazas (un 12,8% más) para la temporada que abarca los meses de octubre de este año hasta marzo de 2024, coincidiendo con una época de menor actividad frente a la veraniega.
Las cifras han sido comunicadas este jueves por la asociación ALA, que ha expuesto que los aeropuertos que mejor comportamiento registran son los de las islas Canarias, Alicante y Andalucía, con mejoras de hasta un 20%. Menores subidas, aunque también superiores a la de la temporada de invierno 18/19, se dan en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, primer y segundo de España en volumen de pasajeros y operaciones.
El 12,8% de incremento global en los aeropuertos españoles compara el nivel de plazas ofertadas actualmente con el total de viajes que se ofertaron finalmente en la temporada de invierno de referencia (2018/2019). La previsión es que con el paso de los meses este porcentaje se ajuste a la baja, aunque no lo suficiente para que la previsión de un invierno récord se trunque.
Las cifras presentadas este jueves siguen las presentaciones que las aerolíneas que operan en la red de España han publicitado hasta ahora. Iberia, una de las más presentes, volará un 24% más a EEUU y un 14% a Latinoamérica desde España en invierno. También crecerá KLM, que pondrá a la venta vuelos desde seis aeropuertos españoles (Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga y Valencia) a Ámsterdam-Schiphol, con un aumento de la oferta en torno al 20%. Distinta posición es la de Ryanair, que ha recortado sus planes tras los retrasos en las entregas de Boeing, aunque, en principio, los aeropuertos españoles quedan fuera de este ajuste.
87% de ocupación
El presidente de ALA, Javier Gándara, ha remarcado otro aspecto vital que ha recuperado por fin los niveles anteriores a la crisis del coronavirus: el factor de ocupación. Este indicador, que mide la rentabilidad de las operaciones de las compañías aéreas, es de un 87% en los nueve primeros meses del año, cifra superior a la de 2020 (65%), 2021 (70%) y 2022 (83%).
Sobre el conflicto entre Israel y Palestina, Gándara ha afirmado que los efectos directos en las compañías son limitados, habida cuenta de que el porcentaje de vuelos con estos destinos apenas representa el 0,2% del total. Pero los efectos que puede provocar este enfrentamiento sí preocupan, ya que que podría presionar al alza el precio del petróleo ya muy tensionado y, con ello, el coste del combustible. A eso se suma la tendencia inflacionista y la evolución alcista de los tipos de interés, sin olvidar la guerra en Ucrania.
Alertas regulatorias
Aunque la senda de las compañías es positiva, Gándara ha aprovechado para recordar la batería de nuevas y posibles futuras normativas que enfrentan las compañías. En este sentido, desde ALA se ha apelado a la necesaria colaboración con la administración para encauzar la mejor ruta para la descarbonización del sector aéreo, lo que pasa necesariamente por el combustible sostenible de aviación (SAF) y el objetivo de reducir en un 80% las emisiones de Co2 del ciclo de vida del carburante.
En este sentido, Gándara ha recordado que un informe de Deloitte ya concluyó que un impuesto al queroseno, junto a otras medidas contempladas en el paquete Fit for 55, impactaría en 79,1 millones de turistas en España, siempre y cuando se aplicasen de forma conjunta, en 2030). La principal consecuencia sería una caída en la llegada de viajeros internacionales hasta retroceder a niveles posteriores a la pandemia.
Otra reivindicación históricas del sector que ha recordado Gándara ha sido la necesidad de impulsar la intermodalidad, en clara referencia a la falta de conexión entre el avión y la alta velocidad por ferrocarril en España, donde el proyecto más visible, el AVE a Barajas, todavía está en una fase muy incipiente.