Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Redactora en la sección de internet de 'El Economista' a lo largo de casi seis años, entre noviembre de 2018 y septiembre de 2024. Durante ese tiempo seguí de cerca la actualidad económica, empresarial y, en general, cualquier información relacionada con los mercados para que estos grandes desconocidos lo fueran un poco menos. Ganadora, entre otros, del Premio de Periodismo Accenture en 2024, en la categoría de Economía e Innovación. 

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha dado inicio a su discurso hablando directamente de la inflación, dejando en un segundo plano los problemas en el sector bancario, y justificando así los movimientos del BCE para intentar contener la subida de precios. Esta forma de comenzar su discurso vuelve a dejar claro que el BCE va a centrar todos sus esfuerzos en la estabilidad de precios frente a la estabilidad financiera. Pese a todo, Lagarde no ha dado pistas sobre los futuros movimientos del banco central.

ECONOMÍA

El Banco Central Europeo (BCE) ha actualizado sus previsiones de inflación y crecimiento económico para la eurozona. Pero debido a la delicada situación de la banca tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y con Credit Suisse en el punto de mira a este lado del Atlántico, la propia institución admite la incertidumbre que planea sobre sus cálculos.

CLAVES DE LA JORNADA

La incertidumbre ha magullado de nuevo a las bolsas de Europa este miércoles. Comenzaron el día con pérdidas contenidas, e incluso con leves ascensos en algunos selectivos de referencia, pero las ventas se dispararon después y las caídas han acabado superando el 4% en algunos casos. El Ibex 35 español ha sido el peor índice, junto al FTSE MIB italiano. No solo se ha despedido (otra vez) de los 9.000 puntos, sino que ha perforado incluso las 8.800 unidades. El selectivo ha terminado con una bajada del 4,37%, situándose en 8.759,1 enteros. Pero ¿qué hay detrás de todos estos números rojos? El fantasma de una crisis bancaria, el mismo que asustó a los mercados en el comienzo de la semana. El temor se aviva por el desplome de Credit Suisse, cuyas acciones han marcado hoy nuevos mínimos históricos. Y todo ello solo un día antes de que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie su decisión sobre los tipos de interés.

CLAVES DE LA JORNADA

Lunes de duras pérdidas en las bolsas de Europa. Los inversores han seguido deshaciendo posiciones en la renta variable en el inicio de esta nueva semana. Al contrario de lo que daban a entender los futuros a primera hora, los índices principales del Viejo Continente ya comenzaron el día en negativo. Y, según avanzaron las manecillas del reloj, las caídas fueron a más llegando incluso a superar el 4%. El EuroStoxx 50 ha visto muy de cerca los 4.000 puntos, aunque ha terminado cerca de los 4.100. El Ibex 35 español, por su parte, ha firmado su peor día desde el pasado junio. Si el viernes terminó sobre los 9.200 enteros, hoy se ha colocado incluso bajo las 9.000 unidades. Al cierre de la sesión, el índice se ha situado en los 8.958 puntos tras caer un 3,51%. Ambos selectivos han cedido sus respectivos soportes, según el análisis técnico de Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.

CLAVES DE LA JORNADA

Los números rojos han sido el denominador común en las bolsas de Europa este viernes desde la apertura. Las ventas se han impuesto, especialmente en la banca, y los índices de referencia han afrontado un día de pérdidas que han llegado a superar el 2%. El Ibex 35 español ha retrocedido de golpe a los 9.200 puntos (ayer acabó sobre los 9.400), con sus entidades dejándose hasta seis puntos y medio porcentuales (y siendo, por tanto, su principal lastre). En comparación con el viernes pasado, el mercado bursátil español arroja un descenso del 1,89%, esto es, el peor balance semanal en lo que va de 2023. Solo en esta sesión ha cedido un 1,47% hasta los 9.285 puntos.

ECONOMÍA

El monstruo de la inflación irrumpió en la zona euro a mediados de 2021. Como toda bestia, su aparición atemorizó a las familias y empresas. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) no parecía tan asustado porque la inflación que acechaba a la eurozona solo estaba de paso. A los europeos nos había tocado el ogro con la 'cara bonita' (no como a Estados Unidos), la inflación impulsada por la energía y otros factores de oferta temporales que se corregirían con rapidez. No obstante, la amenaza ha ido transformándose poco a poco y lo que en principio era una visita rápida, comenzó a convertirse en una visita pesada. Ahora, el monstruo amenaza con completar su mutación y convertirse en una inflación de demanda, la más 'pegajosa' y resistente de todas.

ECONOMÍA

El panorama de ver a la economía del euro enterrada en la nieve por la falta de energía es un capítulo que ha terminado en la papelera. La eurozona ha aguantado de manera sorprendente el invierno y los cortes de suministro de gas ruso. La recesión se desvanece en el horizonte, con un buen comienzo de año, pero aparece un nuevo problema: la trampa del crédito. La teoría de política monetaria dice que los efectos de subir los tipos de interés comienzan a notarse en la economía después de seis o 12 meses. El Banco Central Europeo (BCE), junto a otras entidades centrales, está inmerso en el mayor ajuste monetario en más de 40 años. Y la actual situación trae fantasmas de un pasado no tan lejano: los problemas del flujo de crédito y el fallo histórico de subir a destiempo los tipos de interés ya truncaron la recuperación económica hace 11 años.

ECONOMÍA

La mayor potencia de Europa está al borde de una nueva crisis. El producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo en el último trimestre de 2022 y si vuelve a bajar en el actual la economía germana entrará en recesión técnica. Se trata de un escenario que ya han contemplado distintos organismos y analistas a lo largo de los meses pasados, pero en las últimas semanas estaba aumentando la esperanza de que finalmente no tomara forma. La mejora de la confianza en el país y la relajación de la inflación pintaban un panorama menos oscuro. No obstante, los últimos datos del PIB y las referencias preliminares de la actividad de este mes invitan a la cautela: la economía 'número uno' del Viejo Continente tiene varios puntos débiles que le hacen vulnerable.

ECONOMÍA

La economía de la eurozona surfea la recesión. Esa es la primera conclusión que se puede sacar de los datos adelantados sobre la actividad empresarial en la región relativos a este primer mes de 2023. Y es que la zona euro se expande en enero, algo que no sucedía desde junio. Una referencia que refuerza la creciente esperanza de que el Viejo Continente dé esquinazo a una nueva crisis.

ECONOMÍA

No esperen que el Banco Central Europeo (BCE) levante el pie del acelerador. Pese a los rumores de los últimos días, las actas de la última reunión revelan que "un gran número de miembros expresaron su preferencia por aumentar los tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos". Esto descarta casi por completo una relajación pronta en la carrera del BCE por llevar el precio del dinero a un terreno más restrictivo. El pie sigue en el acelerador y podría continuar ahí unas cuentas reuniones.