
La mayor potencia de Europa está al borde de una nueva crisis. El producto interior bruto (PIB) de Alemania se contrajo en el último trimestre de 2022 y si vuelve a bajar en el actual la economía germana entrará en recesión técnica. Se trata de un escenario que ya han contemplado distintos organismos y analistas a lo largo de los meses pasados, pero en las últimas semanas estaba aumentando la esperanza de que finalmente no tomara forma. La mejora de la confianza en el país y la relajación de la inflación pintaban un panorama menos oscuro. No obstante, los últimos datos del PIB y las referencias preliminares de la actividad de este mes invitan a la cautela: la economía 'número uno' del Viejo Continente tiene varios puntos débiles que le hacen vulnerable.
Alemania flaqueó en la recta final de 2022. Según los datos publicados este lunes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el producto interior bruto (PIB) alemán se contrajo un 0,2% en el último trimestre del año pasado en comparación con el anterior. Se trata de la primera bajada intertrimestral desde el primer trimestre de 2021.
"Después de que la economía alemana consiguiera funcionar bien a pesar de las difíciles condiciones de los tres primeros trimestres, los resultados económicos disminuyeron ligeramente" en el último, admite Destatis en su nota de prensa.
El organismo estadístico alemán también ha revisado ligeramente a la baja el dato del producto interior bruto de todo 2022. Si el pasado 13 de enero lo situó en el 1,9%, hoy ha informado de que el PIB germano se expandió un 1,8% el pasado año.
Alemania, al borde de la recesión técnica
Cuando Destatis publicó hace más de dos semanas la primera lectura del PIB de todo 2022, no informó del dato relativo solo al cuarto trimestre. La mayoría de analistas interpretó que la economía alemana había logrado evitar la contracción. Dicho de otra manera: estimaron que 'solo' se había estancado entre octubre y diciembre. Ello alejaba la posibilidad de una pronta recesión técnica en la potencia 'número uno' de la zona euro, pues para que se produzca se deben encadenar dos trimestres con caídas del PIB.
Sin embargo, con la bajada del 0,2% en el trimestre pasado revelada este lunes, la amenaza de una nueva crisis vuelve a acechar a Alemania. "A la vista de estos datos, será más difícil esquivar un escenario de recesión en 2023", lamenta el Departamento de Análisis de Bankinter.
"Una recesión en la mayor economía de la eurozona no es en absoluto una conclusión inevitable", advirtió también hace unos días Phil Smith, director asociado de Economía de S&P Global Market Intelligence. Esta firma publicó el pasado martes los famosos índices PMI, que muestran el comportamiento de la actividad empresarial. En las lecturas adelantadas de enero estos indicadores arrojaron que la actividad privada de Alemania se reduce por séptimo mes consecutivo.
Puntos débiles: consumo, manufacturas...
Mirando a fondo los mencionados PMI, es cierto que los servicios (que tienen un mayor peso en el PIB) vuelven a crecer este mes después de medio año contrayéndose. Pero la expansión del sector terciario germano es "solo marginal" y se logra "sobre una base algo inestable", aclaró Smith.
Además, los servicios en Alemania (al igual que en otras grandes economías) sufren el lastre de la subida de los precios. La tasa de inflación solo se está reduciendo "ligeramente" en el primer mes de 2023, por lo que continúa "en niveles históricamente elevados", según S&P Global. Y a ello se suma la presión de un mercado laboral resiliente, con una tasa de paro baja y que presiona los salarios al alza. Un ejemplo de ello son las demandas de aumentos de los sueldos a doble dígito que se están produciendo en el sector público. Esto, aseveró Phil Smith, refuerza "la obstinación de la inflación" en Alemania.
Y los crecientes precios tienen su claro efecto (negativo) en los bolsillos de los consumidores alemanes. De hecho, aunque los detalles sobre la contracción del PIB del último trimestre de 2022 no se conocerán hasta finales de febrero, Destatis sí ha destacado hoy que el consumo privado descendió respecto al tercer trimestre del año pasado.
En este sentido, desde Bloomberg Economics apuntan al consumo más bajo ("resultado de una menor renta real disponible") y a "una notable caída de las importaciones reales" como las causas del retroceso de la economía entre octubre y diciembre pasados.
Y volviendo a los PMI de enero, también evidencian que las manufacturas alemanas continúan retrocediendo este mes. "El enorme sector manufacturero de Alemania, aunque respaldado por una gran acumulación de pedidos pendientes y una disminución de los cuellos de botella en el suministro, está viendo caer los pedidos", señala Bloomberg.
Igualmente, S&P Global resalta "la debilidad de los nuevos pedidos" y un posible "comienzo de un periodo de agotamiento de existencias" en la industria de la mayor potencia europea.
Cautela ante una "probable" recesión invernal
"Las perspectivas económicas de Alemania para este año se presentan, cuando menos, complicadas, con un número sin precedentes de incertidumbres y evoluciones en direcciones opuestas", opina Carsten Brzeski, analista de ING Economics, en un comentario de este lunes, en el que subraya que la locomotora germana "seguirá muy afectada por las crisis del año pasado a lo largo de 2023".
Y es que este experto recuerda además que, al igual que el resto de economías de la zona euro, "la alemana aún tiene que digerir todo el impacto" de las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que previsiblemente irán a más en los próximos meses. "La demanda de hipotecas ya ha empezado a caer y, como en anteriores ciclos de subidas, no tardó en caer también la demanda de préstamos a empresas", recuerda Brzeski.
Todas estas referencias y comparaciones contrastan con el optimismo sobre Alemania visto en las últimas semanas. "La economía alemana empieza el nuevo año con más confianza", aseguró el miércoles pasado el Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo). Y es que tanto la confianza empresarial como la de los inversores institucionales y la de los consumidores alemanes ha mejorado este mes.
No obstante, Rolf Bürkl, experto en consumo de GfK, alertó la semana pasada a que "el consumo privado no podrá contribuir positivamente al desarrollo económico general" de Alemania este año.
Con todo, Carsten Brzeski considera que "la cautela, mejor que la esperanza, es probablemente la mejor guía para predecir el crecimiento económico alemán y europeo", porque "una recesión técnica sigue siendo un resultado probable". Desde ING Economics vaticinan una recesión invernal en Alemania "y una recesión muy leve para el conjunto de 2023".
Desde Berenberg, Salomon Fiedler augura "un modesto descenso del PIB real" en el inicio de 2023 por el menor consumo. "Tras la leve recesión invernal, es probable que la economía se estabilice en primavera y comience a expandirse de nuevo de forma significativa a mediados de 2023", añade Fiedler en declaraciones recogidas por Bloomberg.
En cuanto al Gobierno de Alemania, espera una tímida expansión de su economía (del 0,2%) en todo 2023.