Economía

Los cambios técnicos en el IPC amenazan con revolucionar la inflación de enero y llevar al BCE al límite de las subidas de tipos

  • Danske Bank: "Aumenta el riesgo de que el BCE acelere la subidas de tipos"
  • Los cambios metodológicos también impulsarán la inflación subyacente
  • La inflación podría abandonar su tendencia a la moderación por un tiempo
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo. Foto de Reuters

La inflación ha sido la gran protagonista de 2022 en el mundo de la economía. El elevado auge de los precios se ha prolongado durante todo el año, convirtiéndose en el mayor quebradero de cabeza para los bancos centrales y los gobiernos. La fuerte inflación ha generado una crisis del coste de la vida que tiene el potencial para 'derrocar' a gobiernos o provocar cambios importantes en los paradigmas económicos que han reinado hasta ahora. Por suerte, todo hace indicar que los precios han comenzado a moderarse de forma notable en los últimos meses, incluso en la Eurozona, donde la inflación general se situó en el 9,2% en diciembre. Así, en condiciones normales, se esperaría que el dato de IPC de enero en la Eurozona diese un paso más en esa dirección, pero lo cierto es que existe el riesgo de que se produzca una pequeña revolución, liderada por Alemania (el país que más peso tiene en el IPC) y por algunos cambios técnicos de Eurostat a la hora de medir la inflación.

La incertidumbre en torno a la publicación del dato de inflación o IPCA (Índice de Precios al Consumo Armonizado) de enero en la Eurozona es más elevado de lo normal. Es cierto que enero es un mes atípico, puesto que las empresas suelen esperar hasta ese mes para hacer muchos de sus cambios en los precios finales (comportamiento psicológico bastante lógico en sociedades en las que la inflación suele estar controlada), pero esta vez el dato va a estar rodeado de mucha más incertidumbre.

"Se avecinan una serie de factores económicos y técnicos diferentes con el cambio de año", aseguran los economistas de Danske Bank en una nota. Aquí puede echar un vistazo a la metodología que se usa para calcular los precios. Estos cambios se van a apoyar en los siguientes pilares:

-Ponderación o pesos de los componentes del IPCA. Las cifras preliminares traerán las nuevas ponderaciones (el peso de los componentes dentro del índice) para 2023. Al igual que durante la pandemia del covid-19 en 2020, el año 2022 también ha sido protagonista de grandes cambios en los patrones de consumo 'tradicionales' y, en general, los hogares gastaron una mayor parte de sus ingresos en el consumo de energía  que en años anteriores. Esperamos que el nuevo peso energético del IPCA aumente a aproximadamente hasta el 13,8% (frente al 10,9% en 2022), magnificando así el impacto de la evolución energética en la dinámica del IPCA.

Por otro lado, los expertos del banco nórdico creen que los servicios podrían ver disminuir su peso, pero con un reajuste de ponderaciones a favor de los servicios recreativos. En general, las ponderaciones más altas para elementos volátiles como alimentos y energía podrían aumentar aún más la volatilidad en el IPCA e incrementar las primas de riesgo de inflación, según revela el informe del banco nórdico.

-El peso de cada país en IPCA. Este índice de precios analiza la inflación en cada país. Pero a su vez cada país tiene un peso en el propio IPCA, siendo Alemania la economía que más representación tiene (alrededor del 20%). Si los precios se disparan en Alemania, el IPCA de la Eurozona tenderá a presentar una tasa de variación más elevada.

Además, "con el cambio de año, la zona euro también ha obtenido un nuevo vigésimo estado miembro. La participación en el IPCA de Croacia probablemente será muy pequeña, por lo que no tendrá un impacto suficiente para cambiar las reglas del juego. No obstante, con una tasa de inflación del 12,7% en diciembre de 2022 (por encima del promedio de la zona del euro), en general podría ser otro factor proinflacionario para 2023", advierten estos economistas.

-Ajustes de costes de menú. Este es uno de los típicos costes que genera la inflación según la teoría económica tradicional. Cuando la inflación es muy elevada, las empresas incurren en costes de eficiencia y en mayor incertidumbre al verse forzadas a cambiar los precios de sus bienes y servicios de forma recurrente. Aunque con la ola inflacionista que ha asolado Europa buena parte de las empresas (todas) han comenzado a trasladar esos costes a los consumidores, enero ha podido ser el mes elegido para hacer un traslado más intenso de este auge de los precios.

"Las empresas todavía están en el proceso de pasar los mayores costes de los insumos a los consumidores y muchas compañías probablemente usarán el cambio de año como una excusa para ajustar los precios a una nueva realidad de costes de insumos. Con la economía resistiendo mejor de lo esperado, el ambiente para las alzas de precios sigue siendo inusualmente benigno, como también lo ilustran las continuas expectativas elevadas de precios. Este es especialmente el caso de los servicios, donde las crecientes demandas salariales aún no se han reflejado plenamente en los precios", explican desde Danske Bank.

Sin embargo, no solo los bienes y servicios se enfrentan a ajustes de costes de menú. "Esperamos que también muchos proveedores de energía busquen otra ronda de aumentos de precios por la renovación de los nuevos contratos de electricidad ante la nueva realidad en los mercados de energía. Esto implica que el aumento de los precios mayoristas observado en 2022 ejercerá una presión alcista continua sobre los precios minoristas del gas y la electricidad también a lo largo de 2023 y, por lo tanto, la caída de la inflación de la energía medida por el IPCA podría retrasarse con respecto a la caída indicada por los precios al contado de las materias primas en el mercado", según indican los analistas de Danske Bank.

-Medidas fiscales y el caso especial de Alemania. Es cierto que las políticas anunciadas por los gobiernos lograron amortiguar el golpe de la crisis energética para los consumidores y las empresas y siguen teniendo una influencia distorsionadora en la dinámica de la inflación. Sin embargo, una parte de estas medidas desaparecerá en enero, mientras que otras han ido eliminándose poco a poco (como la ayuda a los combustibles en España). Francia, que congeló sus tarifas de gas en octubre de 2021 y limitó el aumento de precios de la electricidad al 4% en 2022, permitirá mayores aumentos de precios de hasta el 15% en 2023 y, por lo tanto, podría ver otro repunte en la inflación de la energía en enero.

Por otro lado, la inflación energética alemana experimentó una disminución significativa en diciembre de 2022 debido a un descuento único respaldado por el gobierno en las facturas energética. "Ese efecto desaparecerá en enero, lo que significa que la inflación de la energía podría revertirse drásticamente, antes de que el freno de los precios del gas y la electricidad en Alemania entre en vigor en marzo y se repita la caída en la inflación de la energía".

La dinámica al alza se apreciará en el IPC armonizado con más peso en el dato global de la eurozona, el de Alemania, como no podía ser de otra manera. La anulación de los subsidios temporales para el consumo energético impulsará probablemente de nuevo al alza la inflación general del IPC armonizado alemán en enero, avisan los economistas. Franziska Palmas, analista senior para Europa de Capital Economics prevé que, tras caer del 11,3% en noviembre al 9,6% en diciembre, el IPCA teutón repuntará en enero hasta el 10,3%.

"Casi toda la caída de la tasa general en diciembre puede explicarse por el desplome del gas y la energía para calefacción, ya que el gobierno se hizo cargo de los pagos de las facturas de los hogares correspondientes a ese mes. Los hogares han tenido que reanudar el pago de sus facturas en enero, por lo que el IPCA del gas y la calefacción se habrá recuperado. Si volvieran a los niveles de noviembre (lo que puede ser una hipótesis conservadora), ello añadiría alrededor de un 0,8% puntos a la inflación general", contempla Palmas.

Al igual que el IPCA de la Eurozona, el propio IPCA alemán también se verá influido por la decisión de Eurostat de actualizar las ponderaciones, si bien Palmas cree que el efecto seguirá siendo menor que el de la reversión de las subvenciones.

"Es cierto que las caídas de la inflación de los carburantes y los alimentos pueden pesar sobre el tipo general en enero. Pero los recientes movimientos de los precios del petróleo y del IPP (inflación mayorista) de los alimentos sugieren que el lastre, quizás de alrededor del 0,6%, no compensará el impulso de los factores mencionados anteriormente. Y aunque la tasa subyacente es una incógnita, es poco probable que determine la dirección de la evolución de la tasa general en enero", valora la economista.

Con todo lo anterior, los expertos de Danske prevén repunte inesperado de la inflación general de la zona euro hasta el 9,6% en enero (desde el 9,2% en diciembre). A su vez, los ajustes del coste del menú desencadenarán otro aumento de la inflación subyacente hasta el 5,4% (desde el 5,2% en diciembre). "Una sorpresa al alza de la inflación podría provocar un retroceso en el repunte de la renta fija europea, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan más subidas de tipos de interés por parte del BCE", advierten los expertos Danske Bank.

El BCE podría verse aún más presionado por los 'halcones' (defienden unos tipos de interés más altos) alemanes, que verán con preocupación cómo la inflación retoma una peligrosa senda alcista. Los miembros más duros del BCE querrán aprovechar este nuevo repunte para llevar los tipos a una zona más restrictiva. El IPC sigue multiplicando por más de cuatro el objetivo del banco central.

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