Miembro del Consejo Editorial de 'elEconomista'. Socio del despacho Bernal & Sanz Bujanda

La llegada de la pandemia, hace ya prácticamente dos años, ha puesto de manifiesto el anquilosamiento, caducidad y la necesidad de transformar nuestra economía. El actual traje no da para más, se deshilacha por todas las costuras.

Economía

Comienza el año 2022 y en materia de pensiones se han producido y probablemente se producirán muchas noticias y novedades. Ahora bien, una de las ideas que desde hace tiempo ha ido calando y que cada vez tendrá más fuerza es que los trabajadores deben ahorrar para la jubilación. De esta forma podrán complementar la pensión pública con un esfuerzo de ahorro, con el objetivo de mantener su nivel de vida o el deseado por ellos.

Era la semana de los bancos centrales de las principales economías desarrolladas, aquellos que implementan la política monetaria, todos ellos presionados por la fuerte elevación de precios.

Durante esta semana hemos conocido los planes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MEI) sobre la reforma proyectada del sistema de pensiones español. Dos han sido las medidas que más han acaparado la atención de la misma. La primera es el destope de la base máxima de cotización, actualmente en algo más de 48.000 euros, por debajo de otros países de nuestro entorno y la segunda el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, MEI, el cual viene a sustituir al nunca aplicado factor de sostenibilidad diseñado durante el Gobierno de Rajoy.

Este pasado miércoles estaba marcado en rojo en el calendario del mundo financiero y económico. La Reserva Federal americana, la Fed, celebraba el Comité Federal de Mercado Abierto (Fomc, por sus siglas en inglés), se esperaban noticias sobre las actuaciones, que el banco central norteamericano tomaría en cuanto a su política monetaria. La actuación de la Fed se miraría con ojos críticos tanto por las repercusiones en la economía americana, como por ser la referencia para ver que puede ocurrir con otras autoridades monetarias como el Banco Central Europeo (BCE).

La energía, su precio y el abastecimiento, vienen ocupando las portadas de todos los medios de comunicación tanto generalistas como económicos. La preocupación de los ciudadanos y las empresas es alta dado el precio que estamos viendo. Además debería tenerse presente que el invierno se acerca y el aprovisionamiento necesario puede estar en entredicho para Europa. El encarecimiento de la energía tendrá consecuencias negativas para la ansiada recuperación económica post pandemia, máxime si en el invierno no existen reservas suficientes y hay escasez de suministros.

Si piensa encontrar en esta columna complacencia con el último movimiento del BCE, basado en emitir a troche y moche euros para dárselos a los bancos y que los presten, no pierda el tiempo y no siga leyendo. Al BCE al igual que al resto de bancos centrales se les acabó la magia de la pócima hace mucho tiempo. La política monetaria es un bálsamo fuerte para el corto plazo, para doblegar inflaciones, nunca para en el largo plazo sacar a un país o área económica de una situación calamitosa.

Todo parece indicar que otra pareja del baile de las fusiones bancarias, una que siempre estuvo en las quinielas (BBVA-Sabadell), parece estar más cerca de su fusión. Bueno... la palabra fusión es un eufemismo, puesto que el sustantivo apropiado es la absorción por parte de la entidad vizcaína de la alicantina. Como hemos visto con la fusión de CaixaBank y Bankia, aun utilizando este término, realmente es una absorción amistosa donde se negocia cuotas o roles de poder que algunas personas de la absorbida van a tener en el nuevo organigrama del grupo.

Una vez más, he perdido la cuenta de las veces que ya van, se intenta embaucar, pueden utilizar como verbo “engañar”, a los ciudadanos aprovechándose de la falta de educación financiera existente en este país. Esta semana me llamó poderosamente la atención, la noticia publicada por este diario, sobre el super-fondo de pensiones público para el sistema de empleo.

Hemos entrado en el último trimestre de este año y por desgracia las noticias sobre los rebrotes son muy preocupantes para la salud de las personas y para la economía de nuestro país. Hemos visto la caída enorme de nuestra actividad, medido como siempre por el PIB, a la cabeza con Reino Unido del desplome. La ciudadanía nota este derrumbe cuando se ven los datos de desempleo, por cierto maquillados. Sí maquillado, en esos no están contados los trabajadores sujetas a un ERTE, algo de lo que el INE advierte de forma destacada.