Miembro del Consejo Editorial de 'elEconomista'. Socio del despacho Bernal & Sanz Bujanda

Tal y como se esperaba ya tenemos preparados los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio. Las líneas generales de los mismos se conocían, no ha habido ninguna sorpresa. El Gobierno viene filtrando desde hace tiempo las líneas maestras de los mismos, unas filtraciones que parten de un cuadro macroeconómico no creíble y con tintes de intentar conseguir más votos para dar una vuelta a las negativas encuestas electorales que en este momento se vienen manejando. Se podría decir que se compran esos votos a través de subvenciones... perdón, gasto social, según la nomenclatura del Gobierno.

La atención, en el ámbito económico y financiero, estaba en la multitud de reuniones y decisiones que los bancos centrales tomarían ante el prácticamente global -exceptuando China- problema con la inflación. Sin lugar a dudas el principal referente era el Comité de Mercados Abiertos de la todo poderosa Reserva Federal (Fed). Como recordarán el BCE ya tuvo anteriormente su reunión donde se incorporó a la corriente de lucha sin cuartel contra la inflación subiendo 75 puntos básicos todos sus tipos y anunció nuevas subidas para el 2023, aún cuando supusiese un freno al crecimiento económico -estanflación-.

Todos los principales bancos centrales se han concienciado, por fin, que no se puede ningunear el proceso inflacionista en el que estamos inmersos en estos momentos. El BCE transmitía muy recientemente mensajes sobre un alza pasajera que se corregiría rápidamente. En su discurso aparecía la palabra “transitoria”, ahora bien, ¿desde cuando la inflación no es una cuestión transitoria en el tiempo? No existe una inflación perenne en el tiempo; como casi todo en economía, todo es cíclico.

La vida es muy justa, siempre se recoge lo que se cosecha. Esta idea se me vino a la cabeza cuando nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exponía en Las Cortes su plan para atajar la inflación. Mientras él hablaba en la tribuna de oradores se publicó el dato de inflación provisional para marzo, 9,8% interanual y el 3,4% de la subyacente, preocupante este último dato. La elevación de los precios ha sacudido a la opinión pública española se percibe la preocupación de los ciudadanos.

Probablemente la pasada reunión, jueves 10, del BCE haya sido una de las más complicadas a las que la entidad se haya enfrentado. La rueda de prensa de Christine Lagarde dejó un mensaje nítido: nos enfrentamos a una incertidumbre sustancial provocada por el conflicto ucraniano. Esta incertidumbre incide en las que son las dos variable principales en macroeconomía, la evolución de los precios de la cesta de la compra y el crecimiento económico.

En la semana concluida el Instituto Nacional de Estadística, INE, ha publicado el dato de definitivo del Índice de Precios al Consumo, IPC, del primer mes de este año. El dato no puede ser más preocupante y proporciona un mensaje nítido: tenemos un problema serio con la inflación. En enero la subida interanual de este indicador alcanzó un incremento del 6,10%.

Este viernes conocimos el dato avanzado, por tanto provisional, del PIB para el último trimestre de 2021. Antes de entrar en el análisis es necesario remarcar que es una cifra provisional. No es una cuestión baladí, ya hemos visto en el año que hemos dejado atrás que la revisión puede aparejar modificaciones relevantes. Recordemos la corrección del PIB del tercer trimestre con una rebaja de 1,7% sobre el provisorio.

Análisis

Este viernes conocimos el dato avanzado, por tanto provisional, PIB para el último trimestre de 2021. Antes de entrar en el análisis es necesario remarcar que es una cifra provisional. No es una cuestión baladí, ya hemos visto en el año que hemos dejado atrás que la revisión puede aparejar modificaciones relevantes. Recordemos la corrección del PIB del tercer trimestre con una rebaja de 1,7% sobre el provisional.

La pregunta con la que titulo esta tribuna me ha venido a la cabeza al leer un estudio publicado la pasada semana. Cáritas y la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), presentaron el informe Análisis y Perspectivas 2021, donde se expone el daño económico que dos años de pandemia está dejando en el país. Recomiendo su lectura, no es agradable, pero creo que es conveniente, hace pensar y manifiesta un situación preocupante.

En marzo de 2019, momento que el Gobierno de la Nación admitió que el Covid 19 era un problema superlativo, el presidente Pedro Sánchez nos dijo a través de Twitter: "No vamos a dejar a nadie atrás. Recuperaremos el Estado de Bienestar y una prioridad es garantizar la Sanidad Universal". Busquen en la bendita hemeroteca.