Esta semana, para todos aquellos que amamos y veneramos la política monetaria, ha estado presente en todas nuestras agendas. En primer lugar, nuestros ojos miran al Banco Central de Canadá y por supuesto al Banco Central Europeo. Analizando la curva de los mercados interbancarios de ambos países, la bajada de un cuarto de punto, estaba más que descontada por los agentes del mercado. Efectivamente ambos bancos no defraudaron, en unas expectativas ya anunciadas. Ambos procedieron a disminuir sus tipos de directores en la cantidad citada anteriormente. Aquí, los países que han delegado su política monetaria en el BCE, han visto como todos los tipos descuento, financiación y repos- caían en la cantidad prevista.

Miembro del Consejo Editorial de 'elEconomista'. Socio del despacho Bernal & Sanz Bujanda