Opinión

¿El fin de la clase media española?

El aumento de la pobreza en dos años evidencia el fracaso del escudo social de Sánchez

La pregunta con la que titulo esta tribuna me ha venido a la cabeza al leer un estudio publicado la pasada semana. Cáritas y la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), presentaron el informe Análisis y Perspectivas 2021, donde se expone el daño económico que dos años de pandemia está dejando en el país. Recomiendo su lectura, no es agradable, pero creo que es conveniente, hace pensar y manifiesta un situación preocupante.

Las clases medias son el mayor patrimonio de una sociedad avanzada y desarrollada. La inexistencia de ella es una cuestión de tremenda importancia. Miren y analicen estos datos del informe:

"En 2021, año y medio después del estallido de la pandemia, son ya 11 millones las personas que se encuentran en situación de exclusión social en España". Supone un aumento de 2,5 millones frente al 2018."

"La integración plena en 2021 —es decir, hogares que disfrutan de una situación en la que no sufren ningún rasgo indicativo de la exclusión— es disfrutada por solo 4 de cada 10 hogares de España (el 42%). Esto marca un descenso de más de 7 puntos respecto del año 2018."

"La pobreza y exclusión social siguen golpeando con más fuerza a la población menor de 18 años en España."

"La población de origen inmigrante se aleja un poco más de la inclusión social."

Donde está aquella frase de nuestro presidente. "No vamos a dejar a nadie atrás". Una vez más, se nos ha mentido, otra más, ¿cuántas van?. ¿Dónde está el escudo social?. La respuesta está en el mismo informe: "una fuga imparable hacia una sociedad más desigual, donde el grupo que más crece es el de los más desfavorecidos." No, no aludan a la creación del Ingreso Mínimo Vital, IMV, pues volviendo al informe se manifiesta que "es especialmente relevante que un 14,3% de los hogares solicitantes, en situación de pobreza severa aún no le han indicado la causa de rechazo, dejándoles "indefensos" y sin posibilidad de reclamar en una situación de grave precariedad e incertidumbre económica".

Se pondrá por supuesto a la pandemia como excusa, el problema es que nuestro gobierno y oposición, ambos, deben y tienen el deber de solucionar nuestros problemas económicos y sociales. El sufrimiento que está causando entre nosotros es muy grande, me atrevo a decir que la situación va a empeorar más. Espero y deseo estar totalmente equivocado pero no lo creo.

No lo creo pues la mayor parte de la clase media obtiene sus recursos para vivir del trabajo. Cuando desde el Ministerio de Trabajo se anuncian unos buenos datos del mercado laboral, hay que decir que no son buenos, más bien pésimos. ¿Cómo es posible que sea un éxito bajar el paro del 13,0%, al 12,9%? España figura a la cabeza del paro en la Comunidad Económica Europea, donde además en algunos sectores de la población –jóvenes, parados de larga duración, mayores de 50 años, mujeres- la situación es muy preocupante. La mayor parte del empleo creado es empleo público, además los contratos son temporales, concretamente como informaba este diario en su momento "de los 1,68 millones de contratos firmados durante los 31 días del mes de diciembre, el 89% fueron temporales." Otra perla del demoledor informe: "se ha duplicado el número de hogares con todas las personas activas desempleadas (pasando de 5,9% a 10,3%) y de hogares cuya persona sustentadora principal está activa, en inestabilidad laboral grave." ¿Conoce Yolanda Díaz esa realidad, pisa la calle y habla con la gente?

Otra causa es la fiscalidad que soporta la clase media, aquí los que pagan los impuestos son, mayoritariamente, los trabajadores y además lo hacen en una proporción más alta que las capas más favorecidas. En España hemos visto como se han creado impuestos o se han subido de forma directa o velada. El impuesto a las bebidas carbonatadas afecta principalmente a las clases más desfavorecidas, pues el peso en su cesta de la compra es mayor, como señalaba elEconomista, "el gravamen de las bebidas azucaradas pasará del 10% al 21%". Hay subidas encubiertas como no deflactar, neutralizar la subida del IPC de los tramos del IRPF, donde para los salarios medios le supondrá un aumento de unos 400 € de mayor factura fiscal, un aumento del 9,61%.

Luego tenemos el tremendo aumento de precios en 2021, sí la inflación. Más allá del aumento genérico del 6,5%, centro mi atención en tres cuestiones fundamentales: gastos de la vivienda aumento del 22.3%, transporte sube 10,9%, los alimentos sin bebidas alcohólicas un 5,0%. Además de echar balones fuera, qué ha hecho este gobierno para suavizar estas alzas, nada. España está a la cabeza de los países que pagan un mayor precio por su energía, es muy bonito ser ecológicos, pero no se ha tenido en cuenta la factura que se paga por la desordenada transición.

Que decir de la brecha digital, de las consecuencias de convivencia, de los problemas mentales y de tantos otros aspectos que lleva la brecha abierta en nuestra sociedad. Déjense de anuncios faustos, pues son mentira; bájense del coche oficial y hablen con las personas a los que representan y los eligieron, déjense de confrontaciones partidistas por el poder. La situación es extremadamente grave y como economista solo puedo y quiero que la situación mejore y volvamos a tener una clase media, lo más amplia posible. No es posible permanecer indiferente ante tanta exclusión, sufrimiento y dolor que estamos acumulando por la desaparición de nuestra clase media.

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