Economía

La desintegración de la clase media pone en peligro el sueño de las familias, según la OCDE

  • Los salarios de la clase media se estancan frente a los de la clase alta
  • Los precios de los bienes que definen a esta clase se han disparado
  • Los millenials tienen más difícil llegar a clase media que generaciones anteriores
Foto de un salón de la típica familia de clase media

El sueño de llegar a ser clase media es cada vez más una utopía para muchas familias de los países desarrollados. Además, cuando se cumple puede no ser tan bonito como se esperaba. Estas dos frases resumen la situación de una clase social que ha sido durante décadas el reflejo del éxito de las economías avanzadas. Sin embargo, la clase media lleva años menguando, sufriendo el estancamiento de sus ingresos o viendo como los bienes y servicios a los que dedican su presupuesto suben drásticamente de precio incrementando el coste de la vida para este segmento, todavía mayoritario, de la sociedad.

En un extenso trabajo de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) analizan los cambios que ha sufrido la clase media y las amenazas a las que se enfrenta en los próximos años. Sin este pilar de la sociedad, los países desarrollados podrían sufrir consecuencias "destructivas" para sus economías, como alertó el Fondo Monetario Internacional en un documento reciente. 

La creciente desigualdad de ingresos y de riqueza, la precariedad laboral, el progresivo encarecimiento de la educación superior o de la vivienda están presionando a una clase media que cada vez es más pequeña, una tendencia que se podría prolongar: "Muchos hogares de clase media se enfrentan al riesgo considerable de convertirse en clase baja... este riesgo se ha incrementado en las dos últimas décadas en muchos países. Al mismo tiempo, los hogares más ricos pero todavía dentro de la clase media se enfrentan hoy a menores peligros. Esto deja entrever el riesgo de que la propia clase media se fracture (entre ingresos medios bajos e ingresos medios altos)".

El mercado de trabajo muta

Varios de estos problemas son la consecuencia de un mercado de trabajo que ha mutado y en el que la inseguridad laboral es cada vez mayor: "La relación entre formación y clase social ha cambiado. La formación o nivel de habilidades ya no es un pasaporte hacia la clase social a la que tradicionalmente se había asociado. Los trabajadores con una formación media tienen más posibilidades de ser clase baja que de ser clase media, mientras que los trabajadores con poca formación también han incrementado su concentración en la clase con bajos ingresos".

La tecnología ha podido jugar un rol importante en estos cambios. La automatización de ciertos procesos ha podido recudir la demanda de ciertos grupos de trabajadores a medida que las máquinas ocupaban sus puestos. A su vez, la tecnología también habría propiciado el auge de ciertas profesiones con una cualificación elevada y específica: "Estos nuevos trabajos podrían ampliar la brecha salarial y reducir la cantidad de trabajadores que pertenecen a la clase media". Por otro lado, uno de cada seis trabajos que ofrece un salario típico de clase media está en riesgo de ser automatizado.

En el caso de España, uno de cada cuatro puestos de trabajadores con ingresos medios está en riesgo de ser afectado por la automatización, lo que deja a los trabajadores españoles en una situación peor que la media de la OCDE.

El estancamiento de los sueldos medios también se ha relacionado tradicionalmente con el descenso de los puestos de trabajo ligados a la industria. Sin embargo, los expertos de la OCDE no han encontrado una relación evidente entre ambas tendencias.

Lo que sí resulta evidente es la polarización del trabajo, donde los empleos que requieren alta y baja cualificación han reemplazado a los que exigen una formación media. Esto ha tenido un efecto relevante sobre la composición salarial: "Los sueldos más altos han subido más rápido que los salarios medios y los bajos, mientras que la brecha entre salarios medios y bajos se ha mantenido estable". En el mercado laboral actual sólo avanzan de forma notable los salarios que ya se encontraban en la parte alta.

Cada vez más menos relevante

En los últimos 30 años la mediana de los ingresos (el ingreso que se encuentra en el medio de una serie) ha crecido un tercio menos que las rentas del 10% de la población más rica. Este dato evidencia la pérdida de influencia de la clase media como 'centro gravitatorio económico', destaca el informe.

"Hace tres décadas, la suma de todos los ingresos de la clase media era cuatro veces mayor que la de los hogares más ricos (aquellos que duplican la media nacional), mientras que hoy este ratio sólo es de 2,8 veces", señalan los economistas de la OCDE. Esto se ha producido por una descenso del peso relativo de la clase media (hay menos personas en ese estrato social) y por el estancamiento de sus ingresos frente al fuerte crecimiento de los de las clases adineradas.

La OCDE considera clase media a los hogares cuyos ingresos están entre el 75 y el 200% de la media nacional, siendo los que están por encima clase alta y los que están por debajo clase baja. Aunque la tendencia es preocupante, todavía el 61% de la población en los países desarrollados se encuentra dentro de la clase media, frente al 64% de mediados de los años 80. En el caso de España, la clase media representa algo menos del 60% de la población, y para estar dentro de este rango una persona debe tener unos ingresos disponibles (después de impuestos) de entre 12.911 dólares y 34.428 al año.

Según los cálculos de la OCDE, cada década que pasa la clase media pierde un punto porcentual de representación sobre el total de la población en las economías avanzadas. Lo más grave de esta situación es que los sectores que se han llevado a la mayor parte de estas personas son los de bajos ingresos y los considerados pobres (por debajo del 50% de la renta media), mientras que la clase alta ha engordado sólo un punto porcentual. Esta tendencia es especialmente preocupante en países como EEUU o Reino Unido donde "el peso agregado de la renta de la clase media cayó mucho más que el porcentaje de la población que pertenece a esa clase

Aunque el crecimiento de los salarios (y otros ingresos) de la clase media ha sido más lento que el de las clases altas en las últimas décadas, la situación se ha agudizado tras la Gran Recesión de 2008. "Tras la crisis financiera, los ingresos medios han crecido a un paso más lento que en las anteriores décadas. Entre 2008 y 2016, los ingresos reales de este sector crecieron a un ritmo anual del 0,3%... En Grecia, Italia, Japón, México, Eslovenia y España los ingresos medios reales (descontando la inflación) eran considerablemente más bajos que en 2008". Dentro de la OCDE, sólo Turquía e Israel presentaron una tendencia diferentes, mientras que a nivel mundial destacan países como China o India, donde los ingresos medios reales crecieron alrededor de un 5% anual. Estos países son la otra cara de la moneda, donde las clases medias están ganando terreno en cantidad (número de personas) y calidad (incremento de sus ingresos).

Además, el declive de la clase media parece intensificarse con el paso de las generaciones. El 70% de los baby boomers pasaban a formar parte de la clase media entre los 20 y 30 años, mientras que sólo el 60% de los millennials está consiguiendo dar este salto de estatus. "La generación del baby boom disfrutaron de trabajos más estables durante su vida laboral que las generaciones más jóvenes".

El golpe al poder adquisitivo

A todo lo anterior hay que sumar otro obstáculo más. "El coste de la viada y los gastos se han incrementado más rápido que los ingresos de la clase media, por lo que muchos hogares están teniendo que hacer esfuerzos para llegar a fin de mes, lidiar con la vulnerabilidad financiera y reduciendo sus ahorros. Por si esto fuera poco, una porción considerable de los hogares de clase media están endeudados en exceso".

El trabajo muestra que, por ejemplo, el precio de la vivienda en las economías avanzadas se ha crecido el doble que la inflación y tres veces más rápido que los ingresos medios. "También, la gentrificación en ciertas áreas urbanas ha arrastrado a los hogares de clase media hacia segmentos más caros del mercado inmobiliario".

A todo lo anterior hay que añadir el mayor auge de los precios en algunos servicios importantes como la sanidad y la educación superior. "En varios países, el coste creciente de la educación superior amenaza la capacidad de las familias de clase media para enviar a sus hijos a la universidad". De materializarse esta amenaza, el ascensor social, que ya funciona con dificultades, podría terminar de averiarse al reducir el porcentaje de población que puede acceder a las herramientas que dan lugar a unos salarios elevados.

En suma, el estancamiento de los salarios de las rentas medias, en un contexto de creciente inseguridad laboral y el creciente coste de los bienes y servicios que colman la mayor partes del consumo de la clase media han golpeado con fuerza a este estamento de la sociedad. El resultado, por ahora, es una clase media más pequeña, con peores expectativas de futuro y que, además, ha tenido que endeudarse sobremanera para intentar mantener su nivel de vida.

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