Estados Unidos y Rusia están estrangulando el suministro de gas a Europa y el cierre del Gasoducto del Magreb podría darle la puntilla a la seguridad de suministro en España este invierno. Según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas, hasta el pasado mes de julio, la llegada de gas natural licuado desde las plantas estadounidenses se había reducido un 47,7%, desde los 41.480 GWh de 2020 hasta los 21.701 GWh que han llegado este año. | Editorial: Más tensión en el mercado del gas.
Esta fuerte reducción ha supuesto que Estados Unidos haya pasado de representar el 14% del suministro a apenas un 9%, casi un tercio menos, y que Argelia haya vuelto a rondar el 56% de cuota de mercado.
El fuerte tirón de la demanda de China -que está a punto de superar a Japón como principal consumidor de GNL- ha elevado los precios y provocado el desvío de una gran cantidad de buques metaneros hacia Asia, al igual que pasó el invierno pasado.
La situación se espera que empeore en los próximos meses por los bajos niveles de reservas de Europa y de Estados Unidos (ambos por debajo de la media de los últimos cinco años) con la llegada del invierno.
La ola de calor que asoló EEUU y Canadá este verano provocó un mayor uso de la generación convencional y dificultó la reposición de sus reservas de gas. Esta situación, unida a la disminución de los flujos rusos hacia Europa para rellenar sus propios almacenamientos y a los mantenimientos de Noruega, ha provocado una crisis de oferta a la que se ha sumado el inminente cierre del yacimiento holandés de Groningen.
Europa tendrá problemas para compensar su suministro con el incremento de la oferta estadounidense, puesto que Asia cuenta con un mayor número de contratos firmados, tal y como reclaman los países productores y el Viejo Continente se la juega a la carta de un leve alivio por un mayor flujo desde Noruega, a la puesta en marcha del Nord Stream 2 y a la esperanza de un invierno suave.
La fuerte demanda china además está provocando que los armadores de metaneros estén optando por rutas más largas ante el incremento del número de barcos con destino Asia y de las tasas del Canal de Panamá, otro extremo que puede generar una tensión adicional.
El próximo 12 de octubre se espera que Entsog -el organismo supervisor del gas- dé a conocer su informe sobre la situación de Europa para afrontar el invierno. Por el momento, desde el sector se espera que lance una advertencia por el bajo nivel de almacenamiento.
El organismo insistió en abril en que los niveles eran inadecuados y fijó como objetivo el 90% para el 31 de octubre pero, en estos momentos, se encuentran en el 71%.

El Gobierno español, temeroso de un claro riesgo de desabastecimiento de gas si se produce una nueva tormenta parecida a Filomena, ha obligado a los comercializadores a incrementar en un 70% sus niveles de suministro.
Para poder alcanzar estos objetivos, Enagás ya se vio obligado a habilitar una subasta de slots para barcos que pudieran facilitar la entrada de metaneros y en los próximos días podría tener que realizar una nueva convocatoria.
La decisión del gestor técnico del sistema coincide también con la apertura por parte de la Corporación de Reservas Estratégicas del plazo para la ampliación de las reservas estratégicas para los sujetos obligados en el primer trimestre de 2022 y con la vicepresidenta, Teresa Ribera, pidiendo a la Comisión Europea que se plantee crear una central de compras de gas y al ministro de Exteriores tratando de aliviar la crisis diplomática entre Argelia y Marruecos.
A partir del 1 de noviembre los 13,5 bcm que pueden entrar en España a través del Gasoducto del Magreb dejarán de recibirse. Argelia dio garantías la semana pasada de que los cerca de 6 bcm que estaban entrando ahora se podrán seguir recibiendo bien a través de la ampliación de Medgaz (2 bcm) o de buques metaneros.
El Mibgas sigue batiendo récords de precios en las últimas semanas
Marruecos recibía a través de este gasoducto alrededor de 1 bcm de Argelia, pero ahora tendrá que solucionar también su aprovisionamiento y por eso pide convertir el tubo del Magreb en reversible.
Argelia, en cualquier caso, se arriesga a perder cuota de mercado lo que puede suponer un importante impacto para sus cuentas.
Entre 2016 y 2020, el gasoducto GME suministró a España un total de 34,8 bcm, que a precios de 2018 supondría alrededor de 11.200 millones de euros y que no quedarían compensados por la ampliación de Medgaz de 8 bcm a 10 bcm.
Tras el viaje de Exteriores junto con Naturgy y Enagás, las partes insistieron en que el suministro por parte argelina está garantizado, pero el mercado mantiene las dudas y el Mibgas sigue batiendo récords de precios en las últimas semanas.