Corresponsal en Bruselas

Sin el gas ruso, la recesión en Europa es inevitable. Algunos analistas e instituciones ya consideran el retroceso económico como el escenario más probable para el 2023 en Europa, pero también en Bruselas, y muy a su pesar, se asume que el retroceso de la economía empezará este mismo año si nos quedamos sin el gas que viene de Rusia. En los cálculos presentados juntamente con el plan de emergencia, la Comisión prevé una pérdida de hasta un 1% del crecimiento del PIB si no se actúa de inmediato y Putin corta el suministro. Con un invierno más frío de lo normal, además, las pérdidas podrían elevarse al 1,5%.

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Toca racionar la energía. El escenario de que Europa se encuentre sin gas ruso de manera abrupta ya es el más probable que se maneja en Bruselas y por eso la Comisión Europea pide a los gobiernos que recorten un 15% su consumo de gas. El ejecutivo comunitario ha presentado hoy su esperado plan de emergencia que parte de un planteamiento voluntario para que desde agosto hasta finales de marzo del 2023 los Veintisiete reduzcan un 15% el uso de un combustible que ya se ha convertido en arma geopolítica. Sin embargo, si esta medida no es suficiente o si se produce definitivamente el corte total, el objetivo se convertiría en obligatorio pues Bruselas prevé activar un mecanismo de alerta común.

Las famosas GAFAM (Google, Apple, Facebook y Amazon y Microsoft) lo tendrán un poco más difícil para continuar sus prácticas monopolísticas en Europa a partir de 2023. Después de un largo proceso de negociación, los representantes de los gobiernos europeos han aprobado finalmente la Directiva de Mercados Digitales (DMA) que tiene por objetivo poner coto a los abusos de competencia de los gigantes tecnológicos que se consideran "estructurales" en su sector.

El séptimo paquete de sanciones europeas contra Rusia ya está sobre la mesa. En realidad, se considera un paquete de "refuerzo" de todas las medidas anteriormente implementadas pero también incluye la prohibición a la importación del oro ruso a la Unión Europea, en línea con lo pactado en el G7. "Moscú debe continuar pagando un alto precio por su agresión", dice la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen en un comunicado.

La guerra en Rusia sigue oscureciendo el horizonte económico europeo. La Comisión Europea ha actualizado hacia un mayor pesimismo sus proyecciones macroeconómicas para el conjunto de la UE por tercera vez consecutiva desde noeviembre, cuando se esperaba una fuerta recuperación pospandemia que se ha visto truncada por la invasión de Ucrania.  En el caso de España, se mantiene la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en un 4% para este año, pero se prevé que el golpe llegue en 2023, cuando Bruselas recorta sus pronósticos del 3,4% al 2,1%.  Y la inflación se disparará mucho más de lo previsto la pasada primavera. Los precios cerrarán el 2022 un 8,1% más caros. En mayo, Bruselas pronosticaba un incremento del IPC español del 6,3%.

Enésimo aviso de la Comisión Europea a España: "El hecho de que la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siga pendiente desde 2018 continúa siendo una preocupación". El ejecutivo comunitario repite este mensaje en su informe anual sobre Estado de Derecho desde que lo emite, hace tres años. La petición de Bruselas es que se aborde la renovación "con máxima urgencia" y que inmediatamente después se reforme el sistema de nombramiento de los jueces en línea con los "estándares europeos" para que no menos de la mitad de los jueces sean elegidos por sus colegas de profesión.

Agridulce jornada para la moneda común europea. Casi al mismo tiempo que el euro se hundía hasta alcazar la paridad con el dólar, los representantes de las instituciones europeas celebraban oficialmente la entrada de Croacia en la Eurozona como su vigésimo miembro. Con la firma de estos últimos documentos,  Croacia podrá empezar a utilizar esta moneda a partir del 1 de enero de 2023.

"No podemos afrontar la crisis energética con más medidas universales y permanentes". Así de claro ha sido el comisario de Economía Paolo Gentiloni a su llegada al Eurogupo, reunido para abordar el enfoque de los próximos presupuestos, con toda la preocupación centrada en la inflación desbocada. Hay consenso que la crisis derivada de la guerra en Ucrania no puede resolverse con la misma receta aplicada durante la pandemia, pues la situación macroeconómica no deja de deteriorarse. Es hora de ir cerrando la barra libre de ayudas para empezar a limitar el gasto.

Hacía veinte años que un euro no se cambiaba por tan pocos dólares, una depreciación que según varios analistas puede implicar llegar al umbral psicológico de la paridad este mismo verano. Para una zona Euro que teme la recesión este es un indicador macroeconómico más de un deterioro constante. Pero más allá de los malos augurios, a efectos prácticos, un euro debilitado frente a la divisa norteamericana encarece todavía más las compras de materias primas y energía, denominadas principalmente en dólares y tan necesarias en una Unión Europea que busca alternativas al gas y el petróleo rusos.

La dimisión del presidente del Instituto Estadística Español (INE), Juan Rodríguez Poo, y las circunstancias en las que se produjo han despertado la preocupación del Consejo Asesor de Gobernanza Estadística Europea (ESGAB por sus siglas en inglés). "ESGAB expresa su grave preocupación por el contexto y las actuaciones en torno a la dimisión del presidente del INE español", sostiene en un comunicado en que recuerdan que los gobiernos tienen la "obligación legal" de "respetar la independencia profesional" de las autoridades de estadística.