Sin el gas ruso, la recesión en Europa es inevitable. Algunos analistas e instituciones ya consideran el retroceso económico como el escenario más probable para el 2023 en Europa, pero también en Bruselas, y muy a su pesar, se asume que el retroceso de la economía empezará este mismo año si nos quedamos sin el gas que viene de Rusia. En los cálculos presentados juntamente con el plan de emergencia, la Comisión prevé una pérdida de hasta un 1% del crecimiento del PIB si no se actúa de inmediato y Putin corta el suministro. Con un invierno más frío de lo normal, además, las pérdidas podrían elevarse al 1,5%.