Aunque formalmente se trataba de unas elecciones autonómicas, es indudable que emocional y políticamente estos comicios andaluces se antojan como una especie de primera vuelta de cara a las próximas generales. Así lo habían planteado los partidos y así lo interpretaban los analistas y los ciudadanos todos. Y con este enfoque el titular no puede ser más claro y contundente: Triunfo histórico del PP y debacle del sanchismo que anuncia el cambio de ciclo en la política española. Recordemos que desde el inicio de la Transición las elecciones generales se ganan en Madrid, Andalucía y Cataluña, con un pequeño añadido de la Comunidad Valenciana. Y el PP ya domina ampliamente en las dos primeras comunidades y es el favorito en la región levantina con la ayuda inestimable de Ximo Puig y Mónica Oltra.