Perplejidad y desconcierto. Así definía un dirigente empresarial la sensación que existe en la CEOE y entre el colectivo de empresarios ante la tragicomedia en la que las dos facciones del Gobierno han convertido el enfrentamiento interno sobre el futuro de la reforma laboral. Percepciones similares a las que, quienes tienen acceso a los entresijos de la Comisión Europea, cuentan que aquejan al comisario europeo de Economía, el italiano Paolo Gentiloni, quien regresó a Bruselas, entre atónito y perplejo, además de con más dudas de las que tenía antes de su encuentro con el presidente Sánchez y la vicepresidenta Calviño para interesarse sobre el cumplimiento de las reformas comprometidas para recibir los fondos europeos de reconstrucción.