
Recurro al título de la popular canción de ese madrileño confeso, que no de nacimiento, que es Joaquín Sabina para ejercer mi derecho a objetar, con argumentos y no con falsedades, de esa campaña de madrileñofobia que abandera Pedro Sánchez. Una táctica de distracción que se utiliza también como cebo para tapar con globos sonda su incapacidad y la de sus barones, con los serviles "Timo" Puig y Luis Tudanca a la cabeza, para dar solución a los problemas reales del país como la subidas de la luz, el desempleo, la inflación desbocada, la crisis económica o sus descalabros en el caso Ghali, las cesiones a los independentistas, su irrelevancia en Europa y en el mundo o la pésima gestión de la pandemia que, entre otros asuntos, adornan el currículum del Ejecutivo y del sanchismo.
Movido por su aversión hacia Isabel Díaz Ayuso y resentido por su estrepitoso fracaso en las autonómicas de mayo, Sánchez no ha tenido escrúpulos en castigar a Madrid con un recorte perverso de inversiones, en acusar a la Comunidad de dumping fiscal cuando quienes en verdad tienen privilegios fiscales consentidos son Navarra y el País Vasco o, como ahora, amenazar con llevarse organismos del Estado de la Capital.
La verdadera raíz de la cuestión es que mientras la economía española se debate al borde de la quiebra Madrid es una historia de éxito, de progreso y de libertad que le ha llevado a convertirse en la primera comunidad de España en crecimiento del PIB y del empleo con los impuestos más bajos, además de haber sido galardonada con el título de la mejor Región de Europa 2021-2022 por el Comité Europeo de las Regiones.
Un modelo de gestión que viene refrendada por los números. Los mercados y los inversores apuestan por la Comunidad de Madrid que ha recibido 4.149,8 millones de euros de inversión extranjera en el primer semestre de 2021, el 60,2 por ciento del total nacional. Una región que con una presión fiscal inferior en un 22,4 por ciento a la media española ingresa un 63 por ciento más por habitante y que con sólo tres tributos fiscales propios registra un Producto Interior Bruto de 239.878 millones de euros superando los 236.739 millones Cataluña cuyo gobierno de ERC y JxCat esquilma a sus ciudadanos con 18 impuestos propios.
Pero, además, con esta política de rebajas fiscales Madrid recauda unos ingresos por impuestos sobre la renta, patrimonio y capital de 12.077 millones de euros, al tiempo que presenta un práctico equilibrio entre los ingresos totales de las cuentas públicas (27.050 millones de euros) y los gastos (27.685 millones), mientras que los 11.752 millones de ingresos fiscales de Cataluña son 325 millones inferiores a los de Madrid, con un desequilibrio de 1.329 millones en sus cuentas públicas.
Mas significativos son aún las diferencias del endeudamiento entre ambos territorios. Mientras Cataluña tiene una deuda pública total de 79.054 millones de euros, equivalente al 33,4 por ciento de su PIB, la deuda de Madrid es de sólo 35.194, millones, el 15,7 por ciento del PIB regional. Y con estos resultados y esta política de menos impuestos la Comunidad de Madrid contribuye a la "caja común" del Estado con 23.000 millones de euros más que Cataluña desde 2009 y aporta el 70 por ciento de las contribuciones al fondo de solidaridad estatal.
Y si entramos en comparaciones, que no siempre son odiosas, vemos que la diferencia entre el ritmo de crecimiento del PIB de la Comunidad de Madrid en el último año ha aumentado tras la última enmienda del Instituto Nacional de Estadística (INE) que ha rebajado el 2,8 por ciento en que se estimó había crecido la economía española en el segundo trimestre a sólo un 1,1 por ciento, lo que, se reduce el crecimiento anual de un 19,8 a un 17,5 por ciento. Mientras tanto, la Comunidad de Madrid se mantiene a la cabeza, con un incremento del crecimiento de su PIB del 1,6 por ciento en el segundo trimestre y del 31,7 por ciento en el último año.
Es decir, que el Madrid de Díaz Ayuso crece a un ritmo casi el doble de velocidad que la media de la España de Sánchez y es también la región que más empleo efectivo ha creado durante el último año, con 233.268 trabajadores. Como decía el poeta Santosh Kalwar, "las personas que te odian envidian tu libertad".