Las principales bolsas de Europa ofrecen una tregua bajista en la espiral bajistas a la que están sometidas por las implicaciones económicas del coronavirus. Sus índices han cerrado con alzas de entre el 7% y el 11% pese a los negativos primeros datos macroeconómicos del mes de marzo, en los que se muestra el (esperado) impacto que ya está teniendo las medidas de contención del virus. El Ibex 35 aprovecha las alzas para volver a los 6.700 puntos. El selectivo español se apunta una subida del 7,82%, su mejor jornada en casi diez años, y se sitúa en 6.717,3 puntos. Pero si se atiende a análisis técnico, el rebote en la renta variable sigue sin ser de fiar. Los bonos relajan sus intereses y los precios del petróleo rebotan igualmente (tras los fuertes descensos de ayer).
La pandemia del COVID-19 continúa siendo la principal preocupación para los inversores de todo el mundo. Además de por su evidente riesgo para la salud pública, por su todavía impredecible impacto en la economía global. En este sentido, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha augurado una recesión "tan mala o incluso peor" que la vivida en 2008.
En los últimos días se suceden las medidas de los bancos centrales precisamente para 'mitigar' el golpe económico. Ayer mismo la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció compras ilimitadas de activos. Esto es, la mayor compra de activos por parte de un banco central en la historia, como destaca el analista de IG en España Sergio Ávila.
Por ello inversores y analistas han mirado con lupa las primeras lecturas de los índices PMI en Francia, Alemania, Reino Unido, la Eurozona y EEUU relativas a este mes de marzo, que reflejan el claro impacto del coronavirus en estas economías. Tanto en la gala, como la germana como en toda la zona euro se ha producido una caída histórica de la actividad. Y lo mismo le ha sucedido a la mayor potencia del planeta.
Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, la consultora que elabora los PMI, asegura que las lecturas preliminares de este mes anticipan una caída del producto interior bruto (PIB) de la Eurozona del 2% en este primer trimestre. "Y claramente hay margen para que la recesión se intensifique aún más", alerta, como consecuencia de las "políticas draconianas" que los países están tomando para afrontar la pandemia.
Antes de su publicación, el consenso de mercado ya daba por hecho que estos indicadores reflejarían una clara contracción en estas economías a causa del COVID-19. Por ello, pese a las fuertes retracciones mostradas, no ha habido reacción ni en las bolsas ni en el mercado de renta fija.
Tampoco se dio esta madrugada en Japón, donde su principal índice bursátil, el Nikkei 225, cerró la jornada de este lunes con un ascenso del 7% pese a que el PMI ha mostrado un desplome de su economía. Esto se debe en parte a que los inversores nipones se han lanzado a por los dividendos, ya que el año fiscal está a punto de acabar en el país.
Las plazas chinas también acabaron con ascensos generalizados, pero más moderados (Shanghai: +2,3%), animadas por la noticia de que Wuhan, epicentro de la pandemia del coronavirus, levantará las restricciones el 8 de abril.
El rebote y la tregua no es de fiar
Las compras hacen igualmente acto de presencia este martes en la renta variable europea. Los selectivos del Viejo Continente sufrieron descensos del 3% en la pasada sesión de las que se recuperan. Desde el otro lado del Atlántico, Wall Street aviva las ganancias en Europa con subidas incluso del 8% en sus índices.
No obstante, aunque este rebote generalizado aún pueda "tener margen de subida" sigue siendo "vulnerable". Así lo afirma Joan Cabrero, director de Estrategia de Ecotrader, quien considera que "es muy difícil" que se haya tocado fondo en las bolsas europeas "más allá de algo temporal".
El experto calcula que este débil rebote podría llevar al Ibex 35 hasta los 7.450 puntos "en el mejor de los casos". El selectivo español se ha movido este martes en torno los 6.500 enteros. Pero el peligro es que después "tome cuerpo un nuevo movimiento bajista", avisa.
Así, el analista técnico sitúa el "límite máximo de caída" en los 4.000 enteros. O en otras palabras: da al Ibex 35 un margen de caída en el corto plazo cercano al 40%.
Casi todos los valores en positivo
Amadeus (que ayer canceló el dividendo) se ha girado claramente al alza (+2%). Ence, Acciona y Enagás son los peores valores de la sesión. Sus alzas no llegan al 1%.
En cambio, la petrolera Repsol, uno de los 'pesos pesados' del Ibex 35, se posiciona como el principal impulsor del índice esta jornada con ascensos del 15,68% en sus acciones. La hotelera Meliá y ArcelorMittal le acompañan en la parte alta de la tabla, con ascensos del 26% y del 18%.
La banca, que también tiene un importante peso en el selectivo, registra igualmente fuertes rebotes en sus títulos. Sabadell (+13%) es el más alcista. Santander, por su parte, crece cerca de un 12% en el parqué. En la tarde de ayer anunció que revisará el dividendo de este año y recortará a la mitad los salarios de su cúpula directiva para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Asimismo, el grupo de aerolíneas IAG (+8,3%) recorta esta jornada sus pérdidas en el acumulado de este mes, aunque siguen siendo superiores al 60% y, por tanto, continúa siendo el peor valor del Ibex 35 en marzo.
En el Mercado Continuo, Bolsas y Mercados Españoles (BME) (6,3%) ha acelerado las subidas tras conocerse que el Gobierno ha aprobado la oferta para su compra de la suiza Six. Pese a las alzas, el precio de sus acciones se queda por debajo del de la OPA (33,4 euros).
Los bonos, estables
Los bonos gubernamentales se han mostrado igualmente indiferentes a la publicación de los PMI, elevando su rentabilidad desde primera hora.
El 'papel' alemán a diez años (bund), tomado como referencia en Europa por ser la economía más solvente, eleva su interés al -0,32% en el mercado secundario.
Su homólogo español se sitúa en el +0,87%. El Tesoro Público ha emitido hoy un bono sindicado a siete años, el primero desde 2014, con el que ha captado 10.000 millones de euros.
En consecuencia, la prima de riesgo de España, que mide el diferencial de la deuda nacional respecto la alemana, roza los 120 puntos básicos.
Al otro lado del Atlántico, el bono estadounidense a década vista (Treasury) muestra cierta volatilidad por encima del +0,8% en el mercado secundario. Ayer experimentó marcacos bandazos tras el anuncio de las nuevas medidas de la Fed.
En cuanto al mercado de divisas, el euro coge aire este martes frente al dólar. La moneda única se revaloriza un 1%, acariciando los 1,08 'billetes verdes'.
Al mismo tiempo, la libra esterlina vuelve a rebotar más de un 2% frente al 'billete verde' y se acerca el nivel de los 1,18 dólares. La divisa británica se ve aupada por las restricciones anunciadas por el Gobierno de Reino Unido para afrontar la pandemia. En los últimos días, al contrario, su cotización se estaba viendo especialmente perjudicada por lo que se estaba interpretando como una mala gestión de esta crisis desde Downing Street.
¿Señales de 'normalidad' en el oro?
Por último, en el mercado de materias primas, el petróleo centra un día más la atención. El Brent, de referencia en Europa, rebota un 2% esta sesión. Su precio se acerca así de nuevo a los 28 dólares el barril, nivel que ha superado a lo largo de la mañana. Con todo, sigue por debajo de la barrera psicológica de los 30 dólares.
El West Texas, por su parte, referencia en EEUU, crece con la misma fuerza hoy y se aproxima a los 24 dólares el barril.
El crudo rebaja así sus fuertes pérdidas en el acumulado del año, aunque continúan siendo próximas al 60%. El Brent comenzó 2020 en los 66 dólares el barril y el West Texas en los 61 dólares.
Sin embargo, el oro, uno de los activos refugio por excelencia, logró ayer volver al terreno positivo en el acumulado anual (+8,4%). "Es una señal de que pudiera estar regresando cierta 'normalidad' a los mercados (en la que se supone que no se vende todo tipo de activos indiscriminadamente)", apunta el analista económico Juan Ignacio Crespo.
El metal precioso extiende las alzas este martes: sube seis puntos porcentuales y recupera con holgura los 1.600 dólares la onza. Por tanto, borra asimismo las pérdidas en el mes.
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